Ingredientes:
Una taza de habas pintas (se ponen a remojo de víspera)
Un repollo pequeño (o medio)
Un par de patatas
Un chorizo
Dos dientes de ajo
Una cucharadita de pimentón agridulce
Agua, aceite y sal
Es un potaje casi de Cuaresma. De hecho, podríamos cambiar el chorizo por un huevo duro picado. Se cuecen las habas en agua con sal y un chorrito de aceite de oliva virgen. Se asustan un par de veces para que no se rompan. Cuando están tiernas se añade un repollo, cortado en juliana, un par de patatas en cuadrados (cortando y rompiendo a la vez) y el chorizo en ruedas. En una sartén se doran un par de dientes de ajo en aceite de oliva, cuidando que no se quemen. Añadimos a la ajada una cucharadita de pimentón (dulce o picante) y apagamos el fuego. Añadimos esta ajada al potaje y dejamos hervir unos minutos, hasta que esté listo. Es más rico de un día para otro. En todo caso, vale la pena cocer las habas a primera hora de la mañana y dejarlas apagadas un buen rato, hasta que acabamos el potaje. Se puede salar o añadir una pastilla de caldo.
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