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jueves, 27 de abril de 2017

Ensalada variada



     Algunas amigas me piden que ponga platos ligeros. Es lo que menos me gusta cocinar y comer, por este orden. Es como cocinar a medias: cosas crudas, cosas cocidas, cosas "planchadas",... Hay que dejar los quesos, los embutidos, las grasas, los dulces,... Vamos, que es un aburrimiento. Pero es así la vida, va a llegar el verano y el abrigo se queda en casa. Lo que lleva esta ensalada es:

Lechuga variada
Endivias
Espinacas
Tomates cherry
Zanahoria rallada
Aguacate
Un puñadito de almendras laminadas
Un puñadito de piñones
Una cucharada de chía
Aceitunas
Aceite, sal y vinagre


    Yo he comprado varias bolsas de "verde" y he mezclado de aquella manera. Aparte, cortamos en dos los tomatitos, en cuadrados el aguacate pelado, una zanahoria rallada,... Todas estas cosas en una proporción que os guste. espolvoreamos las almendras y los piñones, que son poca cosa, y lo mismo hacemos con la chía. Se trata de darle un poco de chiste. Las aceitunas, sin pasarse. Y ya sólo quedaría aliñar al gusto. 
     

     He hecho varias fotos de cerca para que veáis el aspecto, que no es malo. Esta ensalada va a ser la guarnición. Podríamos tomar pescado, pollo, dos huevos duros... Y, en fin, dijeron mis hijos que estaba muy rica. Yo me tomo estas cosas con cierta resignación pero reconozco que están agradables. Os deseo a todos muy buenas tardes. 



lunes, 24 de abril de 2017

Planchando al aire libre



     Hace años que tenemos una plancha princess. Nos gusta usarla más bien al aire libre. Son comidas divertidas en las que cada uno hace las canfurnadas que quiere y las combina a su gusto. Este sábado pasado tuvimos un día divino, veraniego. Aprovechamos para comer fuera y chamuscarnos un poco al sol. Yo, a estas alturas de abril, tengo muchas ganas de sentarme al sol un ratito cada día y, aunque estoy en edad de arrugarme, hay unas cremas protectoras bárbaras y el sol nos viene a todos muy bien. Una de las cosas que hicimos previamente fue ir a Lidl y comprar varias pichiscadas: Salchichas, unas pitas con cilantro (nunca las viera), aceitunas griegas,... Lo bueno de este super es que tiene ofertas de diferentes países que son originales. Pruebas y hay cosas que sí y cosas que no, pero es divertido. 


     A la hora de poner la mesa, no encontré flores para adornar que no fueran silvestres y, incluso estas, quedaron escasas con las prisas. 



     Preparamos siempre una fuente con carnes, otra con vegetales y no podían faltar las aceitunas griegas... Eran grandes. 



     Empezamos con la plancha, que es un desorden y no hay manera de hacer fotos decentes. Las pitas se humedecen antes. Quizás quedan mejor en el horno pero nos da un poco igual. De hortalizas sólo pusimos champiñones y tomatitos. No quisimos pensar más. A lo rápido. 


     También pusimos algún queso, nos encanta. Se funde y se pone la plancha perdida pero nos da igual. No pueden faltar pimienta y tomillo, un chorro de aceite y sal al gusto de cada comensal. 



     Después fuimos rellenando las pitas que, afortunadamente, no sabían a cilantro. Ya os he comentado alguna vez que no nos gusta demasiado. Cada uno la rellena a su gusto particular. 



     No puede faltar una cerveza, unas hojas de ensalada y alguna salsa para los jóvenes. Nos apeteció hacer un par de entrecôtes, que no son baratos pero salen ricos y tiernos, también panceta fresca. Estas cosas las compramos aparte. Es un tipo de comida que nos encanta. Relajados, sin prisa y comiendo cada cual a su manera. Os animo a hacerlo, ya sea al aire libre, en una terraza o en la cocina. Estas planchas o raclettes son muy entretenidas, pones al invitado a cocinar y encima se queda encantado porque sólo toma lo que le gusta. Me gustaría tener mejores fotos pero es una comida complicada de fotografiar, bastante caótica. Hay quien la hace de pescado (a mí me gusta menos) y se improvisa en un ratito. Os deseo a todos feliz semana. 


viernes, 21 de abril de 2017

Merluza con langostinos


     Ingredientes:
Un kilo de merluza
Una cebolla
Una cucharada de harina
Un tazón de caldo de pescado
Un puñado de langostinos
Medio tazón de guisantes 

Una copa de vino albariño
Aceite, sal y pimienta
Azafrán en polvo



     Hay en el blog una receta muy similar pero como esta es también muy rica, aprovecho para ponerla y, de paso, os recuerdo la otra que lleva almejas en vez de langostinos. Empezamos dorando la merluza en aceite, la salamos y la pasamos antes por harina, claro. Usamos aceite caliente y doramos de manera que no se haga por dentro, a fuego vivo un minuto por cada lado. Veis que he escogido unos toros gorditos de merluza congelada. No es muy barata pero la calidad merece la pena. También los langostinos son grandecitos... Cuanto más grandes, más caros; es así la vida. 



     En una parte del aceite de freír, no hace falta exagerar, pochamos la cebolla picada menuda; salpimentamos ligeramente. Incorporamos la harina y, a fuego medio, dejamos que también se dore. Con calma. A continuación añadiremos el caldo de pescado, el vino y el azafrán que puede ser en hebra o en polvo. Le da un color precioso, aparte del sabor propio del azafrán. 


     Incorporamos los guisantes, que hemos descongelado previamente, la merluza dorada y los langostinos. Llevamos a ebullición unos 5 minutos, lo suficiente para que todo se haga. Hay que probar, según sea el caldo, para verificar que no falta sal. Esta cocción es con tapa para que se nos haga bien el pescado. 


     El resultado es un plato delicioso y sencillo. Un sabor clásico, muy gallego, que nos recuerda a los restaurantes de antes. O a los de ahora. La verdad es que yo hace mucho que no voy a un restaurante de aquellos... Se puede acompañar la merluza con unas patatas cocidas o incluso fritas cortadas chatas , si preferís. Os animo a hacer la receta porque es fácil y te deja muy bien. Creo que dos toros de merluza por persona es la cantidad adecuada. Como dicen por aquí: más vale que sobre, que que falte. Y, si os lo podéis permitir, también podéis hacer la receta con rape, para variar. Sin más dilación, os deseo a todos muy buenas tardes. 


miércoles, 19 de abril de 2017

Vuelta de Semana Santa cartagenera 2017

   

      Ya estoy de vuelta. ¿Adivináis dónde he estado? Ha sido un viaje largo y bonito, poco turístico y muy familiar; sobre todo muy relajado. Apenas he cocinado. La verdad es que a las cocineras nos encanta descansar también. No cocinar apenas durante unos días es fantástico para renovarse. 



     Pocas cosas he hecho, aparte de alguna que otra ensalada. Esta, por ejemplo, llevaba hojitas variadas, aguacate y unas bolitas que parecían caviar pero eran perlas de vinagre de Módena... ¡qué cosas inventan! Os digo que estaba muy rica y fresca aunque la foto de móvil ha salido descolorida. 



     Aquí tenemos a este coloso que toma el sol más que nadie. Ya os habréis dado cuenta de dónde he andado... Sí, en Cartago Nova. Es la primera Semana Santa que paso fuera de Ferrol en ¿Cuarenta años? Me dio algo de pena al irme pero aquello es muy bonito. La Semana Santa es diferente de la nuestra. Todo es más grande: los tronos, los arreglos florales, los tercios, las bandas,... Las calles están siempre animadas. Por un lado las procesiones y por otro el natural bullicio de una ciudad soleada y acogedora que recibe casi cada día un transatlántico. Siempre están las terrazas llenas de gente que toma unas cañitas o se sienta a comer. Es fácil distinguir a los viajeros pues suelen tener un color rosado. 



     Una de las tontadas que hice fue unos filetes de pollo en tiras adobados con ajo y pimentón, tipo zorza. Los acompañé con alioli y fueron un éxito. Cosas que se hacen en un momentito. 



     Una cosa muy típica de Cartagena son las monas de Pascua. Hacen unas muy chiquitas con huevo de codorniz -formato individual-. Es dintinta de nuestra mona, que tiene miga tierna, pero es también muy rica. Ya sabéis que soy de probar. 



     No puedo dejar Cartagena sin despedirme de mi ballena favorita. Me siento en el puerto al caer la tarde, con el Arsenal al fondo y el Museo Naval a mano derecha, y me doy cuenta de que voy a echar de menos esta ciudad mediterránea, luminosa y cálida. Ferrol me ha recibido con sol y un viento bien fuerte... El viaje de vuelta es largo y leo y leo... Definitivamente, tiene el mismo mérito viajar de Ferrol a Cartagena que de Cartagena a Ferrol. Creo que el descanso me ha venido bien. Ahora tengo que ponerme las pilas y buscar nuevas recetas que os gusten. En cuanto a Cartagena... como dijo MacArthur: "I shall return" (volveré). Es una frase que siempre dijimos en casa. Os deseo a todos muy buenas tardes y feliz Pascua de Resurrección.
   

miércoles, 12 de abril de 2017

Calabacines cremosos


     Ingredientes:
Un calabacín
Una cucharada sopera de harina
Un vaso grande de leche
Un puñado de queso que se funda
Aceite
Sal, pimienta y nuez moscada
Jamón en dados


     Esta es una receta muy parecida a los calabacines con bechamel que hacemos en el horno. Lo que varía es que no cocemos los calabacines por un lado y la bechamel por otro. Lo hacemos todo a la vez y, al final, no gratinamos (que podría ser). Es un plato sencillo pero queda muy rico y está bien para cuando no tenemos un horno a mano. El gratinado es muy rico pero en este caso, fundimos el queso al calor de la bechamel, que queda muy sabrosa. Empezamos dorando el calabacín pelado y cortado en lonchas finas en dos cucharadas de aceite. Incorporamos la harina y movemos para evitar grumos. Dejamos pochar varios minutos. 



     Entonces añadimos la leche sin dejar de remover. Un vaso grande o algo más. Tiene que quedar cremosa. Dejamos hervir a fuego muy lento unos quince minutos, removiendo de vez en cuando. Salpimentamos, agregamos una pizca de nuez moscada y un buen puñado de queso que funda bien y sea rico. Por ejemplo emmental. Debe quedar todo muy cremoso. Antes de servir ponemos un puñadito de jamón serrano sobre los calabacines. Ya veis que no puede ser más sencillo. Lo importante es el punto cremoso y que no tenga grumos. 


     En esta ocasión, acompañó a unos filetes de lomo rellenos de jamón, queso y pimiento, estilo cachopos, que hizo mi marido y estaban deliciosos. Todas estas cosas que engordan son ricas. 



     Esta es la entrada que os dejo hoy. Estaré unos días ausente, echándoos de menos, pero en Pascua estaré de nuevo dispuesta a publicar. Me cuesta dejar el blog unos días pero es la vida... Os recuerdo que tenéis montones de recetas para esta semana, con o sin carne. Yo ya he podido disfrutar, por fin, de una barbacoa familiar. Cuando el tiempo acompaña, es de lo que más me gusta. Os deseo una estupenda Semana Santa. Nos vemos en unos días. 

jueves, 6 de abril de 2017

Revuelto de hortalizas con piñones


     Hoy os traigo un revuelto parecido a otros que hice. Tiene como novedad un puñadito de piñones ¡Qué carísimos son! En cuanto llega la primavera, me apetecen estos platos, las ensaladas y, en general, las comidas más ligeras. Da un poco de miedo el traje de baño... Lo que necesitamos para este revuelto, primo pobre de la menestra es:

Tres alcachofas
Un puerro
Seis champiñones 
Un puñadito de jamón serrano
Un puñadito de piñones
Aceite y sal



     Aquí se trataba de hacer una comida y acompañar a unas "colitas de ratón". Es como siempre se ha llamado en mi familia a las tiras de carne rebozadas en pasta. Es una forma muy rica de tomar la carne, sea ternera, pollo o cerdo, y cunde mucho más. Trucos de familia numerosa. Ya ha salido en el blog con el nombre de frituras de ternera, pues me pareció que el que le damos nosotros podía asustar al personal. 



     Seguimos a lo nuestro. Limpiamos bien las alcachofas, que es una lata, y las frotamos con limón para que no se oscurezcan. Limpiamos también los puerros y los ponemos a dorar en aceite de oliva con las alcachofas cortadas en cuartos o en sextos -si se dejan-. Los champiñones los añadiremos algo mas tarde porque tardan menos. Los últimos minutos, incorporamos el jamón en pequeños daditos y los piñones. Salpimentamos al gusto y listo el revuelto. Se podría añadir un poco de vino, tipo guisito. Yo, ya sabéis, sois más de dorado que de "mojado" pero todo en cocina es al gusto. 



     Aquí queda este plato tan sencillo que podríamos hacer oriental con un chorro de soja. Algún revuelto así ya se ha publicado con bastante éxito. Es que son muy ricos y fáciles de hacer. Es bueno, ahora que llega el buen tiempo, aprovechar para comer, no sólo más ligero, sino también más vitaminado. Tengo que deciros también que no sé si en Semana Santa podré publicar, espero que sí. Es por eso que ya hoy comparto este platillo -que decían en "Como agua para chocolate"-. 

     Os recuerdo que en el blog tenéis la receta de las torrijas, muy propia para estos días, y también algunas recetas adecuadas para el Viernes Santo, como el potaje o las lentejas de Vigilia. Es cierto que ya mucha gente no sigue estas tradiciones pero también lo es que sustituir la carne en nuestra dieta es muy sano. Sean cuales sean vuestras costumbres, os deseo a todos una muy feliz Semana, que yo pasaré este año de otra forma y con mucha ilusión. Mando hoy un saludo cariñoso a los que me leen desde Cuba, tierra donde habitó parte de mi familia materna en el siglo XIX. Creo que ya os conté que mi nombre fue de España a Cuba y volvió, pues me llamo como mi tatarabuela cubana. Esta semana me han leído desde allí, allende los mares y me hace mucha ilusión. A todos os mando mi cariño. 
     

lunes, 3 de abril de 2017

Ensalada de pollo

     
     Esta ensalada la vi hace unos días en un grupo que sigo y me encanta. Son recetas del sur de los Estados Unidos y, sobre todo, hacen unas tartas espectaculares (de las de mírame y no me comas). No la he hecho exacta, sino un poco de memoria. Había sobrado pollo asado al limón del domingo y me pareció la ocasión, ya que en Ferrol hace un día de sol muy bonito y cálido. Se pueden variar un poco los ingredientes. Yo lo que puse fue:

Pollo asado cortado en dados
Una cucharada de cebolleta picada
Una cucharada de pimiento rojo picado
Una cucharada de alcaparras
Dados de queso
Una manzanita cortada en dados
Un puñadito de pasas
Dos o tres cucharadotas de mayonesa
Una cucharilla de mostaza antigua
Una cucharada de ketchup
Una cucharada de vinagre
(Sal)


     Del pollo asado quedaba una pata con su piel y algo de pechuga. Vamos limpiando y cortando. Mejor sin piel. ¿Cuánto pollo? Pues a según, que decía Carmen. Lo que consigamos sacar en limpio lo aprovechamos. En cuanto a las hortalizas, cebolleta y pimiento, se ponen al gusto. Yo prefiero no poner mucha cantidad pero es "a discreción". Y las alcaparras, lo mismo (no estoy muy segura de que la ensalada que vi las llevara pero yo las puse). Bien, todos estos "a según" valen para esta ensalada; la cantidad de dados de queso, el tamaño de la manzana... Depende  del gusto. En la foto siguiente, no muy bonita, veis la proporción de hortalizas, mayonesa y mostaza antigua. Después recordé el ketchup y lo incorporé a la mezcla. Cocinar de memoria es así. 


     Cuando tengamos todos los ingredientes listos, picados y tal... mezclamos bien todo con ayuda de dos cucharas. Si queréis más mayonesa, adelante. Yo es que procuro no abusar. También se puede añadir sal, pero mejor probar porque depende de hasta que punto esté sabroso el pollo. 


     Para acompañar la ensalada puse más ensalada -redundante plato-. Quizás sea pánico escénico ante la llegada de la primavera y la perspectiva del verano. En fin, que mientras hace frío parece que comemos sin miedo. La conclusión de esta ensalada es que nos gustó mucho a todos. A pesar de tener pasas, no hubo protestas. Todo el conjunto está muy rico. Excelente para el verano, para tener en la nevera, para rellenar sándwiches o pequeñas tartaletas para un cocktail. Deciros que en la receta original deshilachaban el pollo en vez de cortarlo. Se puede usar pollo cocido que haya sobrado de un caldo limpio o hecho ex profeso. Claro que el pollo asado siempre es algo más rico. Nada más, os animo a hacer esta ensalada, porque está realmente rica. Buenas tardes.