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jueves, 7 de septiembre de 2023

Fin de verano. Algunas novelas


   Ha llegado septiembre, he vuelto a Ferrol y, por fin, tengo un poco de tranquilidad para sentarme a escribir. No recuerdo un verano más loco que éste, bodas, nietos, gente que va y viene, poca cocina y ganas de leer y andar a mi aire. Con los años me doy cuenta de lo solitaria que soy. Me he acostumbrado y me divierto mucho así. Es de locos. 

   He cocinado todos los días o casi, pero no ha habido grandes platos. Repeticiones continuas de cosas mil veces hechas. Ni tan siquiera le he prestado mucha atención a Instagram; Ni ha habido tortilla de los viernes. Mucho ir y venir y la cabeza poco centrada. Lo que yo suelo llamar "mi vida entre dos rías". No puedo sino sentirme afortunada por esto pero como bloguera... poco que decir.

   De la primera foto, contar que es un arroz negro aprovechando unos chipirones en su tinta. Quedó muy rico. Marqué antes las gambas y las reservé, lo demás como siempre, acompañando el arroz con un alioli Choví que me sienta mucho mejor que el casero. De esos plato que dices: Qué rico, que agradable,... 



   Como siempre hay tardes grises y solitarias, al menos en mi vida. Se me ocurrió comprar un "kit" de punto de cruz. Cursi, sí, pero entretenidísimo. Como soy libérrima, cambié colores y fue una cosa muy divertida. Aún no lo he terminado pero estoy deseando. Algunas personas tenemos esa inquietud de hacer algo con las manos cada poco. Yo no soy ninguna artista pero necesito tener algo que hacer. Esto formó parte de mi agosto que fue bastante tranquilo, dentro de lo que cabe. 



   Y, claro, también hubo algunos días de playa, paseos, comidas, cenas,... Me gusta ir al menos una vez a la playa de La Barrosa, a ver las Islas Mirandas, que si tienen ese nombre es porque "deben ser miradas", según el latín que yo estudié hace décadas. Es un lugar precioso para ver la ría de Ares al atardecer.



 

   Una de las pocas tortillas que hice este verano. Foto testimonial. En casa se ponen muy contentos cuando la hago. A mí no me importa nada hacerla pero este verano, hasta en eso ha sido caótico. Y ahora que me acuerdo, una idea que os puede gustar. A alguna reunión familiar he llevado una tartera de cachelos para tomar con el churrasco. No sabéis qué éxito y tan ¡fácil! Y es que a veces faltan ideas para compartir con tanta gente. Llegan templados y son muy ricos. A mi nieto mayor le chiflan.

   Ha llegado el momento de hablar un poco de libros porque leer sí leo, aunque sea una horita antes de dormirme. Os voy a comentar algunas novelas que he leído. A ver si me acuerdo bien...

   Creo que el primero que leí en verano fue Yo, Julia, de Santiago Posteguillo. Novela histórica, Roma, Marco Aurelio,... Y, además, premio Planeta. Pues bueno, es interesante porque yo de Septimio Severo y su señora sabía poco por no decir nada pero se me hizo bastante largo. De lectura fácil pero un poco repetitivo. Está bien. No me apasionó nada pero está bien. Opinión personal, claro. No puede ser de otra manera.

   No voy muy ordenadamente creo... También leí Tierra de sombras, de Elizabeth Kostova. Es un libro en el que pasan pocas cosas pero es muy entretenido. La autora nos da un paseo intenso por Bulgaria para contarnos como fueron las cosas en la época socialista. Duro, como son este tipo de libros, y muy fácil de leer. Ya había leído dos libros suyos y, la verdad, me quedo con La Historiadora, que tiene unos viajes por toda Europa que son geniales. Una historia sobre el Conde Drácula pero nada morbosa. 

   A veces, cuando estoy muy saturada con la vida, me leo alguna novela más ligera, tipo romántico. El autor elegido fue Nicholas Sparks. Las obras: El cuaderno de Noah y Un lugar donde refugiarse. Son novelas que se leen solas, sin pensar. ¿Perdida de tiempo? A mí no pensar me relaja y, en ocasiones, es justo lo que necesito. Una cosa, muy sencillas y prácticamente iguales que las películas pero sin imágenes tan bonitas. Para gustos.

   Hace poco supe que Zane Grey era el creador del genero literario "Western", vamos historias de vaqueros. Yo nunca había leído nada suyo y me dije a mí misma que no podía ser, hasta por cultura. He visto tantas veces sus novelas en las estanterías de las librerías antiguas... Me leí primero Los jinetes de la Pradera Roja, ¡qué sorpresa me llevé! Me pareció una novela la mar de bonita. Entretenida y elegantemente escrita. Ahora estoy leyendo Nevada y me está gustando aún más. No sé si voy a leer muchas más o no pero me ha sorprendido muy gratamente. Las descripciones, los ranchos, los personajes,... Yo soy muy de películas del Oeste, gran admiradora de John Ford y Howard Hawks, y me he encontrado en un ambiente que me encanta.

   Y un autor que no conocía: Cecil Roberts. La novela me ha entusiasmado. La que más de todas las que he leído en estos dos meses. Queremos vivir. Una joven pareja inglesa se va de viaje de novios por Europa en los meses previos a la Segunda Guerra Mundial. Ellos son gente humilde pero, por azares del destino, viajan a Viena y Budapest donde conocen a nobles húngaros y una forma de vida a la que no habían tenido acceso. El libro está narrado de tal manera que parece más antiguo. Me recordaba  un poco el estilo a Olvidamos porque debemos olvidar de Maxwell W. B. (menos mal que estoy sentada en el ordenador), aunque no tiene nada que ver. Pues bien, es una novela romántica, histórica, de viajes,... Lo tiene todo y es sencillamente preciosa. Quizás yo esté un poco antigua pero es el tipo de novela que me gusta. Elegante, bonita, evocadora,...

   Y algo más habré leído, he empezado también Esta noche, la libertad, de Dominique lapierre y Larry Collins. Esto ya es más denso. La independencia de la India, nada menos, con el trauma de su partición en dos naciones. Como a veces simultaneo varios libros, creo que me va a llevar más tiempo pero es realmente interesante y siempre aprendemos cosas sobre la historia contemporánea que no sabemos. Por más que sepamos algo... 

   De libros ya no os cuento más. Ya sabéis que los gustos son muy personales y en la lectura más todavía. Yo soy de buscar cosas antiguas y no encuentro a veces con quién hablar de estas obras. Os lo comento porque las amigas me preguntan a veces. Va empezando el curso. Nuevos retos y nuevas ilusiones. Yo esperaré a octubre para algunas cosas pero por lo demás, todo bien. Como debe ser. Nos vemos pronto. Bicos.