Translate

lunes, 30 de junio de 2014

Tortillas de pisos II




     De nuevo tortillas de pisos pero esta vez he sido más tradicional. Cuatro tortillas y la clásica cobertura de bechamel. Estaban riquísimas y mis hijos me han dicho: "Puedes volver a hacerlas cuando quieras". Pues me quedo tranquila. Dan algo de trabajo pero no excesivo. Es más que nada tener una buena sartén e ir preparando los ingredientes que vamos a utilizar. Yo he hecho cuatro tortillas, de arriba a abajo: patatas, pimientos, bacalao y cebolla. Estaban muy ricas y, por supuesto, los añadidos se pueden cambiar: grelos, espinacas, jamón, gambas, atún, espárragos, setas,... Al gusto de cada uno e intentando combinarlos bien, claro.





     Lo que hacemos primero es ir preparando las hortalizas. Yo he hecho las patatas en la freidora. Los pimientos y las cebollas los he cocinado en la sartén, por separado, e intentando no utilizar demasiado aceite. Aunque esto es una ilusión porque el plato es contundente. Si salamos las hortalizas, atención al momento de salar los huevos. No os paséis que no es agradable. Prefiero sal de menos que de más. 



     La bechamel la hacemos con una cucharada de harina, la doramos un poquito en aceite y añadimos un vaso grandote de leche. La llevamos a ebullición sin dejar de remover. A fuego suave y 20 minutos de cocción. Sal, pimienta, mantequilla,... nuez moscada si os gusta. Ya sabéis, lo de siempre.

     Y vamos haciendo las tortillas. Yo he tenido la inestimable ayuda de mi marido que tiene muy buena mano y más fuerza para darles la vuelta cuando son grandes. La de patatas, por ser la más "sólida", se suele poner debajo, la primera que hacemos.



     La de pimientos ha sido la siguiente. No tiene excesiva importancia el orden pero sí el sabor y el color. Y por ejemplo, si hacéis hortalizas, bacalao y jamón,... Pues alternáis las hortalizas con estos para que quede más fina y más lograda la combinación de sabores. No sé si me explico. Y lo del color, pues siempre va a hacer más bonito. Por ejemplo, tonos verdes y amarillos, uno de cada. Al cortar es mucho más agradable y, como siempre digo, la comida entra mucho por los ojos. No nos vamos a conformar con aquello de: "Tiene una pinta malísima pero sabe bien".

     La tortilla de bacalao la hemos hecho con migas desaladas y cortaditas. Las hemos puesto directamente en los huevos batidos, sin salarlos. Podéis escaldar antes el bacalao, si preferís. Y también deciros que hicimos 4 tortillas de 3 huevos cada una. Para que os hagáis una idea. No sobró nada.




     Aquí, ya listas, cubiertas de bechamel. Si está espesota, le añadís un poco de leche. La bechamel de cobertura debe ser ligera. En casa les encanta la bechamel de cualquier manera. Con todo. ¿Para adornar? Yo creo que huevo duro picado sería una redundancia... Entonces: jamón picadito, unas puntitas de espárragos,... Según sean las tortillas, algo que combine bien. Nosotros estábamos hambrientos y no hemos puesto nada más. Pero claro, era un diario. 




     Hemos tomado las tortillas con un vino navarro rosado muy fresquito. La verdad es que fue una buena combinación. Deciros que es un buen entrante para una cena de invitados pero para un día normal, con una ensalada llega de sobra como comida ¿no os parece? A fin de cuentas lleva proteínas, hortalizas y la bechamel. No se puede pedir más.

     Me faltaba agradecer a Paz la idea de la tortilla de bacalao. Nunca la había hecho antes y está muy rica.


viernes, 27 de junio de 2014

Nécoras



     Esta entrada también podría llamarse ¡Por fin nécoras! Tenía ganas de ponerlas en el blog pero hacía mucho que no las tomábamos. Como sabréis, es un cangrejo que tomamos los gallegos y nos encantan. Son riquísimas, de sabor delicado y laboriosas de comer pero vale la pena. Para cocerlas necesitamos agua y sal, el agua debe ser suficiente para que estén sumergidas; la cantidad de sal, unos 50 grs por litro de agua. Dicen los expertos que si están vivas se deben poner en agua fría y después llevarlas al fuego, una vez que rompan a hervir, unos 7 minutos y las separamos. Aunque los minutos van a depender del tamaño, claro. En las Rías Bajas les ponen laurel pero en Ferrol no. Son deliciosas y se pueden tomar templadas o frías, para gustos. 

     Respecto a las fotos, la de la izquierda es la hembra, que tiene "la barriga" distinta. De sabor son igual de ricas, creo yo, pero la hembra suele tener corales que son deliciosos. 



     Bueno, pues esta es una versión, la otra dice que se deben echar en el agua hirviendo a borbotones y dejarlas entre 3 y 5 minutos, según tamaño. En casa de mi madre se hacen así, en agua hirviendo. ¿Cuál es mejor? Pues no tomo ni cocino tanto marisco para saberlo a ciencia cierta. Dicen que si estan vivas es mejor en frío... Pero como veis, no todo el mundo está de acuerdo. Mi marido, que es quien las cocina, las pone en agua fría y le quedan muy ricas.



     El otro día vi a los gemelos Torres cociendo centollas en la tele y las cocían en frío, 50 grs de sal por litro de agua o agua de mar; un minuto de cocción por cada 100 grs. Pero la centolla es mucho más grande. El marisco menudo, se deja hervir un minuto, pero este no es el tema... que me lío. 

     En la foto de abajo veis el aspecto de los corales. Color coral, ¿cómo no? A mí me encantan y, si puedo, escojo hembra. Porque todo eso de dentro se come, también las patas. Es muy entretenido, charlando y tomando un vino blanco gallego bien fresquito. Porque comer marisco, además de rico, es un acto social. Se come y se comparte. En ese sentido, es mucho más social tomarse una centolla entre varios (a ver quien corre más...)

     No sé si os habrá servido de algo esta entrada porque, ya veis, hay varias versiones sobre la cocción. Ante la duda, siempre nos queda Google. 


miércoles, 25 de junio de 2014

Otro bizcocho de yogur



     Hice este bizcocho hace varias semanas y gustó mucho. Últimamente hago muchos menos. Me encanta hacerlos y comerlos pero no puede ser... Os voy a contar como hice este que estaba muy rico. Una tontada.

     Ingredientes:
Un yogur
Tres huevos
Una taza de azúcar
Una taza y media de harina
Dos cucharillas de royal
Medio vasito de yogur de aceite y medio de leche

Ocho nueces
Un puñado de pasas
Un puñado de pepitas de chocolate
La ralladura de medio limón
Una cucharilla de azúcar vainillado

     Ya veis que es un bizcocho de yogur normal y corriente con añadidos. Ni siquiera tengo una foto del bizcocho entero y, si me despisto, no le hago ninguna. Como siempre batimos los huevos con el azúcar hasta que están espumosos, Añadimos el yogur, la leche y el aceite con las varillas al mínimo de velocidad. 

     Por otro lado, tamizamos la harina y el royal, añadimos el resto de los ingredientes y mezclamos bien. Incorporamos todo a la mezcla anterior mezclando con espátula y cuidando que no queden grumos. Llevamos al horno a 175º unos 40-45 minutos, comprobando con un palillo que esté hecho por dentro antes de sacarlo. Muy fácil y ya os digo que gustó mucho. Es verdad que los "tropezones" tienden a irse al fondo porque es un bizcocho más bien ligero, pero estaba francamente rico. Y claro, los añadidos los podéis cambiar a vuestro gusto. 



martes, 24 de junio de 2014

Nueva etiqueta



          El motivo de escribir hoy martes es comunicaros que he puesto una nueva etiqueta: Platos ligeros. No es un intento de poner a nadie a dieta. En absoluto. Es sólo que veo que son recetas que interesan a mucha gente, por distintos motivos. Todos sabemos muy bien qué hacer para adelgazar: privarnos de dulces, de fritos, tomar menos pan,... Pero siempre nos viene bien alguna idea a la hora de cocinar algo apetecible que se salga del filete a la plancha acompañado de ensalada.

     Se trata simplemente de sustituir la nata por leche desnatada en los pudines, no freír y utilizar poco aceite para "planchar" los alimentos y procurar tomar fruta en vez de dulces. Lo más difícil es siempre tener fuerza de voluntad porque todos nos sabemos la teoría. En los "platos ligeros" incluyo algunas ensaladas (las que no llevan queso, frutos secos o croutons), las carnes o pescados cocinados con poca grasa y, en cuanto a las cremas, sopas y hortalizas, siempre nos serán de utilidad si evitamos la grasa, las patatas o acompañarlas con bacon (por poner varios ejemplos). 

     Hay muchos platos que no son ligeros y podrían serlo, cualquier pescado al horno sin su cama de patatas fritas con cebolla sería un plato estupendo de dieta, pero vuelvo a decir que no se trata de que este blog tenga montones de recetas light, sino algunas que puedan veniros bien u os den otras ideas. Cocinar ligero es menos rico y menos divertido, mucho más limitado. Pero también es un reto y nos hace pensar. Conseguir que la comida esté rica, a la hora de hacer dieta, es siempre un acierto porque nos sentimos menos "desdichados". 

     Y nada más, caminar un buen rato cada día es buenísimo también. No sólo para adelgazar sino para sentirnos mejor. Os dejo una foto de nuestros castillos, los que guardaban nuestra ría, que es un paseo precioso que tenemos los ferrolanos. Mejor pasear acompañados y llevar agua en estos días de tanto calor. Aunque por aquí está nublado.



lunes, 23 de junio de 2014

Berenjenas especiadas



     Ingredientes:
Una berenjena grande
Una cebolla
Un tomate pelado
Dos dientes de ajo
Sal, pimentón de la vera, cominos, zumo de limón, perejil
Aceite de oliva.


     Seguimos con los platos ligeros. A base de aburrimiento, se me ha ocurrido hacer estas berenjenas estilo "tallin", pero no les he puesto canela. La verdad es que a la canela no nos acostumbramos en estos platos salados. 

     Lo primero que hacemos es pelar y cortar la berenjena en cuadrados, el tamaño que os guste. Yo he puesto "cuadradotes" porque me encanta la berenjena y me gusta encontrarla. La dejamos en un baño de agua con sal y, como veis, el agua se oscurece. Así pierde amargor. Después, la lavamos y escurrimos, y la cocinamos en el mismo pirex unos siete minutos en el micro. Tapada con film. En una sartén o tartera que no peque doramos la cebolla, los ajos y el tomate picados. Cuando vayan tomando color incorporamos la berenjena.



         Añadimos las especias y el zumo de medio limón. De especias una puntita, sin exagerar, salvo que os gusten mucho los platos morunos. Después espolvoreamos con perejil picado y ya tenemos nuestras berenjenas. Ligeras porque hemos usado poco aceite, como veis.

     Y aquí tenéis una propuesta, con sus patatas en cuadraditos y su huevo frito o "planchado". Las patatas... para los jóvenes ¡qué se le va a hacer! Pero las berenjenas, de verdad, estaban deliciosas. 

     Y otra propuesta sería acompañarlas con cous cous y un pincho moruno. Eso a vuestro gusto.

jueves, 19 de junio de 2014

Pudin ligero de calabacines



     Aunque hoy es jueves, como mañana tengo una actividad mañanera (extra) y creo que no podré publicar, os pongo este pudin muy fácil y bastante "light". Estoy procurando hacer platos más ligeros. ¡Qué lata! Una amiga me ha pedido que lo publique y aquí está. A ver si os gusta. En casa lo tomaron encantados.

     Ingredientes:
Un calabacín grandecito 
Una cebolla pequeña
Tres huevos
Taza y media de leche
Sal, pimienta y nuez moscada
Aceite de oliva
Jamón para forrar el molde 


     Lo primero que hacemos es pelar y cortar la cebolla y el calabacín. La cebolla menuda y el calabacín en cuadraditos. En dos cucharadas de aceite lo pochamos con sal y pimienta. A fuego medio. Cuando veáis que el calabacín suelta agua, la dejáis consumir unos minutos para que no nos quede el pudin aguado. Simplemente.

     Por otro lado, batimos los huevos, añadimos la leche y salamos (tened en cuenta la sal que pusisteis en la hortalizas). Espolvoreamos con un poco de nuez moscada. Mezclamos todo y llevamos a un molde engrasado con aceite. Lo podéis forrar o no con jamón cocido o de pavo, eso es al gusto.



     Lo llevamos al microondas unos 12 minutos, tapado con film. Esto de usar el micro es mucho más barato y rápido que el horno, claro. A mí me gusta un poco menos pero... La culpa es del recibo de la luz. Aparte de eso, en cuanto a rapidez, da gusto.

       
     Y ya tenemos el pudin que, como le he puesto poco jamón, se ha escapado el relleno para arriba. Pero podéis poner más jamón o, directamente, hacerlo sin él. Ya veis que lo hemos tomado con pimientos asados y pechuga a la plancha ¡Ains...! Los delgados se han tomado también una ración de patatas fritas. Pero ha estado rico, es lo que cuenta.

     Antes hacía una versión forrando el molde con bacon y utilizando nata en vez de leche. Más sabrosa y más lucida, MUY RICA. También lo hacía en el horno ¿45-50 minutos? Si lo queréis hacer para un día especial, creo que es más completo... ahora, engorda. Otro día os pongo el otro, aunque el proceso, claro, es el mismo.



miércoles, 18 de junio de 2014

La lista de los nombres olvidados



     La lista de los nombres olvidados es una novela que nos lleva otra vez a la Segunda Guerra Mundial, a la triste historia de los judíos de París y al "vélo d'hiver". Si habéis leído La llave de Sarah, conocéis bien la historia. Esta es, sobre todo, una novela de sentimientos. El amor verdadero (como La princesa prometida) que va más allá del tiempo y supera todos los obstáculos. 

     La autora es Kristin Hamel y la novela ha tenido muchísimo éxito en muchos países. A mí me la recomendaron varias veces porque, además, es una novela en la que las protagonistas regentan una pastelería y tenemos varias recetas. Ya sabéis que está muy de moda escribir novelas con recetas en la línea de Me muero por ir al cielo, por poner un ejemplo. Lo curioso de la novela es que la protagonista hace dulces judíos y árabes y ni siquiera lo sabe (bueno... sabe que los hace pero no sabe su origen), a lo largo de la historia, sabremos por qué. 

     Hope, una madre separada, está al frente en Cape Cod de una pastelería heredada de su abuela que sufre alzheimer. Rose, que es la abuela, le pide que vaya a París a averiguar que ha sido de su familia, que fue enviada a los campos de exterminio durante la guerra. Como Hope ni siquiera sabe que Rose es judía, podéis imaginar el impacto que le causa la noticia. Una vez en París, buscará y encontrará a personas que la asombrarán todavía más. Lo que pensaba sobre su familia, sus orígenes, su religión,... todo se verá trastocado. Y la abuela Rose, claro, esconde un pasado con una maravillosa historia de amor. Como os imaginareis, hay dos acciones: pasado y presente, cada una con una protagonista: Rose y Hope. Es una estructura que vemos muchas veces. Se van alternando a lo largo del libro.

     No os cuento más, porque si queréis leer el libro, lo mejor es que os dejéis sorprender. A mí me ha gustado mucho. Es un libro más de sentimientos que de historia. La llave de Sarah nos explica mejor los hechos pero este es más un libro sobre la historia de una familia y un amor. También está, claro, la historia de Hope que tiene que superar su divorcio, mejorar las relaciones con su hija y encontrar un nuevo amor (una vez superados todos sus traumas). 

     Pues nada más. Yo os lo aconsejo porque es muy entretenido, desde la primera página. Es una historia bonita y os hará pasar un buen rato. 



lunes, 16 de junio de 2014

Cerdo agridulce


    

Esta receta me la mandó hace varias semanas mi amiga Mati. Se la agradezco muchísimo porque ha quedado deliciosa y, la verdad, no sabía exactamente cómo hacer ni la salsa ni el rebozado de este plato tan popular chino y que tanto nos gusta. Es una receta estupenda y no es difícil.



     NECESITAMOS: 300 grs de lomo de cerdo en cuadrados regulares, maizena, una clara de huevo, azúcar, vinagre, agua, Ketchup, aceite y sal.

      Para rebozar: Dos cucharadas de maizena, una clara de huevo y agua hasta formar una pasta espesita. Con esto rebozamos y freímos la carne ligeramente salada.




     La salsa: En un bol mezclamos 4 cucharadas y media de azúcar con 2 de vinagre, una de maizena y medio vaso de agua. Calentamos en parte del aceite de freír 4 cucharadas de ketchup e incorporamos el contenido del bol. Removemos y dejamos espesar a nuestro gusto, añadimos el cerdo rebozado y frito y dejamos hervir unos minutos.




      Yo, particularmente lo dejé hervir unos 8-10 minutos y estaba muy rico y tierno, aunque me parece que debí dorar un poco más los trozos de cerdo. Quedó "salsoso", lo cual nos encantó, aunque en los chinos le suelen poner lo que se dice un baño al cerdo rebozado. Eso a vuestro gusto. Muy rico, lo acompañamos con arroz tres delicias y todos coincidimos en que estaba estupendo. Ah, y yo hice medio kilo de carne. 



viernes, 13 de junio de 2014

Albaricoques



     Me ha dicho mi amiga Lola que este año están muy ricos los albaricoques. Me ha faltado tiempo para comprarlos. Además, la fruta de hueso ¡es tan cómoda de comer! Aquí no hay pereza que valga... Como veis son rojitos, menos amarillos que otras veces. Debe de ser otra variedad. Es verdad que están muy ricos. Como casi nunca pongo fruta, pues me he animado a hacerles un pequeño "homenaje".

     Lo primero que recuerdo de ellos es que tienen mucha vitamina A (como casi todos los frutos anaranjados). También tienen vitamina C y minerales (potasio, calcio, magnesio), betacaroteno y taninos que son potentes antioxidantes.

     Son además ricos en fibra y diuréticos. 

     Podríamos nombrar más beneficios: Son buenos para los niños, para los huesos, para la vista,... Pero todos podéis consultar google (como yo misma hago). 

     No suelo cocinarlos pero recuerdo haber tomado una tarta que llevaba albaricoque cortados por la mitad la mar de rica. La mermelada también es un clásico. 

     Os animo a tomarlos porque son muy sanos. En casa no somos muy "fruteros" pero estos albaricoques son la mar de ricos. Siempre nos van a sentar mejor tres o cuatro albaricoques que un bocadillo de chorizo ¿no? Y el bocadillo también apetece pero no siempre se debe.


Chícharos con alcauciles



     Otra receta gaditana. Ahora me entra la duda de si debería poner a los alcauciles delante... Me parece que me gusta más como suena así, no sé yo. Esta receta me la ha dado mi hermana y es una delicia. Yo la he hecho haciendo trampa, he usado unas alcachofas envasadas al vacío que venden en Mercadona y guisantes congelados. Ya sabéis: los chícharos son guisantes y los alcauciles son alcachofas. Es un plato muy fácil.

     Empezamos dorando una cebolla picada con un poco de sal. Añadimos las alcachofas dejamos hacer un ratito. Después ponemos un poco de agua, los chicharos y dejamos cocer. Rectificamos de sal y, es muy típico cuajar unos huevos. Según me ha dicho mi hermana, se toma más bien caldoso, como una sopa de hortalizas. Así que ya veis que me he equivocado porque he hecho casi un revuelto. Lo cierto es que la idea del plato de cuchara me parece estupenda. 

     En la foto veis también unas zamburiñas al ajillo, que las he hecho aparte y lo hemos tomado junto. Muy rico pero más casual que otra cosa. Yo creo que si os gustan las alcachofas os gustará mucho este plato. Otro día, prometo hacerlo con alcachofas frescas, limpiarlas y todo eso, cocinarlo con más líquido y servirlo en plato sopero. Es que siempre me precipito.



     Lo que sí vale la pena, lógicamente, es no cocer la yema demasiado y romperla en el plato (para mojar pan). Qué vamos a decir... Es algo riquísimo.

     También se me ocurre que estaría genial con un poco de jamón o con unos gambones pelados. ¿A qué sí?

     Ya sabéis que las alcachofas son sanísimas: tienen mucha fibra, son diuréticas, pocas calorías... Me estoy acordando de la dieta de la alcachofa que nunca averigüé en qué consistía. El otro día, en un concurso de la tele, les mandaron hacerlas de varias maneras y fue un lío... Limpiarlas es un poco engorroso pero son buenísimas. Nada más por hoy. En Ferrol hace mucho calor y un tiempo precioso. Es el momento de venir: En junio todavía no han llegado los veraneantes, los días son larguísimos y las playas no están muy llenas. Además, por San Antonio, que es hoy, suele hacer muy buen tiempo. Buen fin de semana y felicidades a todos los Antoni@s (incluidos los míos).


miércoles, 11 de junio de 2014

Pudding de berenjenas en el micro




    Hace varios días hice un pudin de berenjenas muy fácil y muy rico. Me habían sobrado berenjenas ya cocinadas y fue lo que se me ocurrió hacer. Os voy a dar las cantidades aproximadas porque las sobras son así y yo hice un pudin pequeño

     Ingredientes:
Una berenjena grande
Dos dientes de ajo
Aceite
Agua
Media pastilla de caldo

Dos huevos L
Dos tazas de té de leche
Tomillo 
Sobrasada

     Para cocinar la berenjena, la pelamos y dejamos con sal. En una sartén doramos un par de dientes de ajo, añadimos la berenjena lavada y doramos. Añadimos un poco de agua (a ojo, sin mojar mucho), la pastilla de caldo y dejamos hacer hasta que esté muy tierna. Tapada, claro. Esta receta me la dio mi amiga Pepa y estaba muy rica. Hice el doble y sobró... por eso os digo una berenjena para dos huevos...

     Para hacer el pudin, mezclamos la pasta de berenjena con dos huevos batidos con su sal, la leche, el tomillo y ponemos en un molde engrasado. Ponemos unos pegotes de sobrasada y al micro unos 12 minutos. Muy fácil.




     Un vez hecho, lo cubrí con cebolla confitada ¿por qué? pues porque se me pegó un poco. Fue culpa mía por desmoldarlo demasiado caliente. Pero tenía prisa. De todas maneras, la combinación quedó muy rica. El pudin no es muy bonito porque la berenjena tiende a ponerse marrón pero el sabor es muy rico. También podríais forrar el molde con pimientos del piquillo. 



     Estos filetes empanados os los pongo porque los empané con leche en vez de utilizar huevo batido. Nunca lo había hecho. La verdad, el huevo es más sabroso y saltaron algo al freírlos, quizás debí escurrirlos mejor... Pero es una opción estupenda para los alérgicos y a mis hijos les gustaron mucho. Huelen y saben distinto, pero están bien. Lo había leído por ahí y tenía ganas de probar.



lunes, 9 de junio de 2014

Criollos guisados con cebolla



    Estos chorizos guisados los tomé en un bar de Ferrol varias veces. Los hacen riquísimos. No sé la receta exacta pero esta es la versión que hemos hecho en casa que también está muy buena.

     Ingredientes:
Tres o cuatro chorizos criollos
Dos cebollas
Aceite y sal
Media cucharada de pan rallado
Medio vaso de vino



    Lo primero que hacemos es dorar la cebolla cortada en tiras o trocitos con una pizca de sal. No mucho aceite porque el chorizo es graso. Añadimos el chorizo en ruedas. Yo lo he cortado con una tijera de cocina, me ha sido más cómodo. Doramos todo bien e incorporamos el pan rallado para que se dore un poco también. Ponemos el vino y dejamos hervir con la tapa puesta.



     Destapamos y dejamos consumir el vino, un poco a nuestro gusto, según lo queramos más o menos "salsoso". Lo podemos acompañar con patatas fritas o con unos cachelos también está muy rico. Estos chorizos me encantan en barbacoa o al horno pero de esta manera también están deliciosos.



viernes, 6 de junio de 2014

Hortalizas con carne picada al horno



     Ingredientes:
750 grs de carne picada
Una lata grande de tomate
Una cebolla grande
Dos berenjenas
Dos calabacines
Dos o tres patatas grandes
Nata líquida
Queso rallado

     Esta receta la hice ya hace varias semanas. Es algo parecida a la musaka pero no lo es... Empezamos cociendo en el micro las hortalizas, peladas o no, según os gusten. Haciéndolas de esta manera nos ahorramos unas cuantas calorías y quedan, como veis, muy bien. Las berenjenas muy blanquitas.




     Por otra parte, en la fuente de horno que vamos a utilizar, ponemos una cama de patatas fritas. Aquí, sí que vale la pena freírlas porque quedan mucho más ricas. Después al hacerse con todo saben a gloria bendita.



     Y el relleno, claro, es una carne tipo bolognesa, con tomate. Me quedé un poco escasa de tomate pero ya sabéis que las amas de casa cocinamos con lo que tenemos (y a veces nos despistamos).



     Vamos haciendo capitas hasta terminar. Yo he preferido acabar con las berenjenas pero eso al gusto. Y la cantidad de capas, también. Vale la pena llenar bien la fuente.



     Cubrimos con nata líquida y abundante queso rallado. Esta vez nos ahorramos hacer la bechamel. Ya veréis qué rico está también con nata. El sabor es totalmente distinto de la bechamel, claro. A mí me gusta mucho aunque en casa la bechamel les pierde. Es muy cómodo abrir el brick de nata comparado con dorar harina, añadir leche, remover veinte minutos,...



     Y lo llevamos al horno unos cuarenta minutos a fuego medio 150-175 y, si al final no está dorado, subimos un poco para que se dore el queso. Pero conviene que se cocine todo junto un buen rato para que se mezclen los sabores.

     Ya veréis qué rico queda. Es un plato relativamente sencillo y cunde mucho. Ya sabéis que a mí las hortalizas me encantan. No he hablado de la sal. Si hacéis la carne bolognesa bien sabrosa y con alguna especia, no hace falta que saléis demasiado las hortalizas. Tened en cuenta que el queso rallado también suele ser saladito. 


miércoles, 4 de junio de 2014

Un puré amarillo y sencillo



     Ingredientes:
Dos cebollas
Dos zanahorias
Dos patatas
Aceite, sal, agua y una pastilla de caldo de pollo

     Este puré tan tonto lo hice hace unos días y mis hijos dijeron que estaba riquísimo. Por eso os lo pongo. Un puré que es casi como un "potito" y que tiene la ventaja de que los ingredientes solemos tenerlos siempre.

     Simplemente, doramos ligeramente las cebollas, añadimos las zanahorias peladas en ruedas y damos unas vueltas. Incorporamos las patatas y, antes de que se empiecen a pegar, añadimos el agua. Va a depender de cómo queréis que quede de espeso o ligero (yo he puesto todas las hortalizas grandotas y algo más de un litro de agua). Dejamos hervir unos 12 minutos con la pastilla de caldo. En cuanto veamos que está, lo apagamos. A las vitaminas no les gusta hervir mucho rato. Batimos con batidora y probamos por si hay que poner un poco de sal. 

     Ya veréis qué rico y qué limpito. Sanísimo.