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lunes, 29 de febrero de 2016

Pavo con trigueros


     Con el frío que ha hecho, estaba dejando un poco de lado las recetas ligeras. Para no rendirme del todo, he vuelto al pavo. Decidí guisarlo con unos espárragos que siempre dicen que son ¡tan sanos! Quedó una receta rica y muy agradable. Vamos, que nadie protestó. Y yo encantada porque la hice enseguida. Me tomé la licencia de añadir un poco de leche Ideal. Bueno, me sobraba un poco de una quiche que anda por aquí. 

     Ingredientes:
Un kilo de pavo en cuadrados
Un paquete de espárragos trigueros congelados 
Una cebolla
Aceite, sal y pimienta
150ml de leche Ideal



     Lo primero que hice fue ponerme a dorar el pavo con la cebolla en tiras. Con calma. Los trigueros también los hice con una cucharada de aceite y los reservé. Me pareció más agradable hacerlos así, doraditos, y no que se deshicieran en el guiso. Son unos trigueros congelados que vienen así, cortaditos, y salen baratos (de Mercadona).



     Salpimentamos el pavo e incorporamos la leche ideal. Dejamos hervir una media hora... Hasta que esté tierno. Es el momento de añadir los trigueros y dejar hacer unos cinco minutos para que se junten los sabores. Ya veis qué tontada. 


     Los jóvenes han tomado el guiso con unas patatas fritas cortadas en cuñas. Les ha gustado a todos y es muy sencillo.



     Yo me he apuntado a la quinoa. Se lava y se cuece 12 minutos en agua ligeramente salada. No es lo que más me gusta del mundo pero dicen que es sanísima. Es verdad que es cara pero cunde mucho y la sensación al tomarla es de saciedad. Creo yo que con las patatas me habría gustado algo más. En fin, que es un plato tirando a ligero y no ha estado mal. Buenos días a todos.



jueves, 25 de febrero de 2016

Musaka de berenjena y bonito


     Esta receta me encanta. Yo soy muy de berenjenas -quizás por aquel Cide Hamete Benengeli del Quijote-. La cosa es que siempre me han gustado y las cocino con frecuencia. Este es el típico plato único de "me voy a tomar un café con las amigas y después lo horneo". Os voy a contar lo que he hecho aunque os adelanto que la cantidad fue un poco justa. 

     Ingredientes:
Tres berenjenas

Una cebollita y un diente de ajo
Una lata de tomate triturado
Sal y azúcar
Pimienta, romero y tomillo

Una zanahoria
Dos cucharadas de harina
Medio litro de leche
Sal

Dos latitas de bonito
Aceite 


     Quería yo adelantar tiempo así que me puse a dorar la cebollita y el ajo a fuego medio mientras tenía las berenjenas a remojo en agua con sal. Directamente sobre la sartén rallé la zanahoria para hacer la bechamel. Después añadiremos aceite y doraremos. Todo a la vez.



     Una vez pochadas las hortalizas añadimos el tomate triturado -puse una lata pequeña- y lo mismo hacemos con la zanahoria. Cuando esté dorada incorporamos la harina. Todo a fuego suave. Ya sabéis que al tomate le gusta salpicar. Pues un fuego suave que hierva sin manchar.


     Bajamos el fuego de las zanahorias y la harina y ponemos la leche. Yo añado "una poca" en frío y remuevo bien. Al tener zanahoria es más fácil evitar los grumos. Después subimos un poco el fuego y vamos añadiendo más leche hasta tener la textura deseada. Más fina que la de las croquetas. Quizás os preguntéis ¿por qué de zanahoria? Bueno, yo soy partidaria de que tomen hortalizas, todas las posibles, siempre que combinen bien los sabores. Podría ser de champiñones o de nada, pero así, de zanahorias queda muy rica y es muy suave. Más vitaminas y fibra para el body y casi ni se enteran. Es una bechamel muy fina.


     Lo ideal es que tanto la bechamel como el tomate hiervan unos 20 minutos, como van a ir al horno, nos podemos conformar con 15, así pues, ya podemos enjuagar y enjugar las berenjenas y mandarlas al micro con papel film unos 8-10 minutos o hasta que estén tiernas. Podríamos hacer lasagna pero nos engordaría más. Con calabacines también estaría rico pero yo soy más "benengeli".



     Cuando el tomate tiene ya algo de color le ponemos las hierbas: Una pizca de romero -es fuerte- y al gusto de tomillo -es suave-, y también pimienta negra. Rectificamos de sal, hay que poner unas dos cucharadas de azúcar para evitar la acidez del tomate. Sin pasarse, no es mermelada, pero que esté rico. 



     ¡Cuánta foto! Podéis ver el tomate casi listo y la bechamel que es divina para unas croquetas (hay que pensar en la densidad según para qué sea la bechamel). A las croquetas de zanahoria yo les añado unos quesitos. Hay quien les pone huevo duro... pero esa es otra historia que no toca hoy.


     Y ya, el tomate con el bonito. Latitas de las corrientes en aceite que podéis escurrir. Esta salsa, tal como la veis en la foto inferior, es deliciosa para cualquier pasta. Y conste que yo no soy muy "bonitera". 



     Vamos montando las musakas, pastelones o como queráis llamarles. Esto, creo recordar, ya lo hice otra vez con carne picada muy parecido.



   Una fuente, más cargada de bechamel y queso para los delgados... Bueno, las dos iban bien ¿qué voy a decir? No es un plato ligero pero sí muy natural y casero. 


     Vamos a hornear unos 20 minutos, por lo menos. Se dora al gusto pero lo que sí tiene que estar es bien caliente. Si lo dejamos media mañana... Va a tardar algo más en calentarse. 



     Ya os dije que la receta era algo escasa. Valdría la pena multiplicar todo por dos. En casa no quedó ni un poquito. 



     El resultado, una vez gratinado, depende un poco del tipo de queso que escojamos. A mi marido le gusta el queso en polvo de toda la vida y yo soy más de emmental. Al gusto del consumidor.


     Termino diciendo que a mí es un plato que me encanta. Tiende a soltar un poco de jugo pero es rico. Podríamos hacer carne, utilizar orégano en vez de romero, cambiar las berenjenas por calabacines y la zanahoria por... ¿espinacas? Lo que se os ocurra, os guste o, como en mi caso, tengáis a mano. Es una receta rica y contundente muy práctica para un viernes de Cuaresma. Aquí os queda... Os deseo a todos muy buenas tardes. 


lunes, 22 de febrero de 2016

filetes rusos con pimiento rojo



     La única diferencia de estos filetes rusos con los que suelo hacer habitualmente es que llevan un poco de pimiento rojo incorporado en la mezcla de la carne. Ya sabéis que el pimiento rojo tiene un sabor más dulzón que el verde. Me refiero a los pimientos rojos que solemos asar y pelar después para poner con aliño. Pues bien, al incorporar un poco de pimiento, el sabor cambia y quedan también muy ricos. Ya sabéis como son estas cosas: un día variamos con pimiento, otro con zanahoria,... Y así, parece que comemos distinto aunque sea casi igual. 



     Los ingredientes son:
750 grs de carne picada
Un huevo mediano
Dos cucharadas de cebolla picadita
Dos cucharadas de pimiento rojo picadito
Tomillo, nuez moscada y pimienta

Perejil fresco
Sal
Pan rallado

   Mezclamos todos los ingredientes y empanamos como siempre. Los freímos en aceite abundante a fuego alto pero no en exceso para que se nos hagan por dentro. Para variar de las patatas fritas, las cambiamos por plátano macho, que también me encanta, y hacemos una ensalada que acompañamos con una salsa de yogur. Así le damos al plato un cierto toque exótico. Incluso podríamos incorporar un poco de comino a la mezcla de la carne. Es lo que tiene la cocina...



     Es, como veis, una receta muy sencillita pero no por eso menos rica. La típica comida que a los jóvenes les encanta y alguno se anima a tomar con pan o con una tortita de trigo. Pues nada más por hoy. Aquí os dejo esta ligera variación de los filetes rusos que creo que os gustará. Me está apeteciendo hacerlos otra vez. Buenas tardes a todos.

sábado, 20 de febrero de 2016

Quiche con shiitake



     Para hacer esta quiche no hace falta ninguna experiencia cocineril. Compramos una base de hojaldre o quebrada, la que más rabia os dé y procedemos como en todas las quiches que son siempre fáciles y ricas. Los ingredientes son:

Una base de hojaldre
Tres huevos
300ml de leche ideal
Seis setas shiitake
Dos lonchas de buen jamón cocido
100grs de queso variado para pizza
Sal y pimienta
Aceite de oliva


   Lo que hacemos primero es limpiar y cortar las setas y dorarlas en la sartén en una cucharada de aceite de oliva. Las dejamos enfriar. Seguidamente batimos los huevos con la leche ideal y añadimos el queso rallado y las setas. Salpimentamos ligeramente.



     Sobre la masa ponemos el jamón cortado en trocitos, todo en un molde adecuado. Vertemos la mezcla y llevamos al horno a 200º unos 20-25 minutos. Según sea el horno. Que esté doradita que es más rico. Es una quiche muy sencilla pero está muy buena. 



     Para terminar, después de, por fin, haber subido las fotos (que me está costando), un truco que me enseñó una de mis hermanas el otro día. Si queréis pintar la masa para que quede brillante y no queréis gastar un huevo entero, utilizáis un poco de mayonesa de bote. Me ha parecido una idea bárbara. Nada más por hoy. Os deseo un muy feliz fin de semana.




lunes, 15 de febrero de 2016

Bizcocho sabroso de chocolate


    A quién madruga, Dios le ayuda, dice el refrán. En cambio el wifi... pues te ayuda o no. Es lo que me está pasando hoy con las fotos, que no quieren subir. Esto es un misterio. Bueno, este bizcocho, que es de yogur, se parece a los demás bizcochos de yogur pero es algo diferente. Apareció por mi muro, lo cual fue estupendo pues estaba yo falta de inspiración. Es sabroso porque lleva una tableta de chocolate negro y fue mi hija la que me sugirió este nombre para diferenciarlo de otros que andan por el blog. Os voy a poner los sempiternos ingredientes y pasamos a la sencilla explicación:

Tres huevos
Dos medidas de azúcar
tres medidas de harina
Un yogur
Una medida de aceite (aceite/leche)
Una pizca de sal
Tres cucharillas de royal
Una tableta de chocolate negro (120-150grs)



     Empezamos batiendo los huevos con el azúcar hasta que estén bien espumosos. Ponemos también la pizca de sal. Es una forma fácil de empezar a hacer un bizcocho y práctica. Después añadimos a velocidad mínima el yogur; en el mismo vasito mediremos todo: azúcar, harina, aceite,... Así pues, yo he calculado que la medida es media taza y para azúcar y harina es lo que utilizo (una taza de azúcar y una y media de harina). Ya lo he explicado otras veces. El vasito lo dejo para los líquidos: aceite y leche. Poner media medida de leche aligera un poco el bizcocho aunque depende del gusto. En este caso, ponemos la media medida de aceite en la mezcla y batimos otra vez. La media medida de leche la aprovecharemos para fundir el chocolate en el microondas. Yo he utilizado un chocolate algo basto y se ha opuesto en todo momento a fundirse. Por eso la leche puede ser de ayuda. Generalmente el chocolate se funde bien. 



     Bueno, mezclamos la harina y la levadura royal (baking powder) y las tamizamos. Las incorporamos a la masa batiendo al mínimo y no mucho tiempo. Lo último que pondremos es el chocolate fundido. Espero no haberos liado con lo del aceite y la leche. Vuelvo a explicarme: la medida de aceite se puede cambiar por mitad aceite/mitad leche, en cuyo caso, podemos aprovechar la media medida de leche para fundir el chocolate más fácilmente. Simplemente eso. También dijimos que, en principio, el chocolate debería fundirse sin problemas pero, si son onzas muy gordas, la leche nos puede venir bien.


     Aquí podéis ver como va quedando la mezcla. Añadimos el chocolate al final, si está caliente, a poquitos. Veis que se resistió a mezclarse porque no era demasiado fino... Pero quedó muy rico. Quizás, por eso también, no subió tanto como yo hubiera deseado.


     Dicho todo esto, ya veis que es un simple bizcocho de yogur al que añadimos una tableta de chocolate fundido. Esto hace que sea sabrosón. Nos queda llevarlo al horno en un molde engrasado. Temperatura: 180º, tiempo: entre 40 y 45 minutos. Ya sabéis que en molde de cake tarda casi la hora. 



     Sólo queda subir las fotos. No quieren... de momento queda aquí esta entrada, ya lista, de un bizcocho muy rico que hice el sábado porque hacía un día horrible y estaba el horno encendido para unas doradas a la espalda. Si os fijáis, he cambiado un poco el blog. Estaba un poco harta de los pimientos que, sí son muy monos, me cansaban con sus colores tan vivos. Espero que el cambio no disguste o despiste a mis lectores. En todo caso, siempre puedo volver a ponerlos. He optado por un formato sencillo con colores, creo, agradables. Hasta aquí de momento. Y ya, ¡por fin!, he podido poner las fotos. Buenos días a todos.




sábado, 13 de febrero de 2016

Ensalada de berenjena


     Ayer quería haber publicado esta entrada pero me fue imposible. El wifi se puso en mi contra y no hubo manera de conectar. Es verdad que es una entrada un poco triste porque con este tiempiño ¿quién tiene ganas de ensalada? Yo estoy deseando tomar platos calientes y contundentes, engordantes... Pues bueno, es otra forma de tomar las berenjenas que quedan bastante ricas. Sí, como dice mi hijo, más ricas empanadas y fritas, pero es que empanadas no son plato ligero. En fin, a ver quién gana: los temporales, las ensaladas o las ganas de comer.


     La berenjena la hacemos, con o sin piel, en el microondas. Del mismo modo que siempre. Primero las pongo ya cortadas en agua con sal, pasado un rato las enjuago y escurro, así mojaditas las paso a un pirex y, tapadas con un film las cocino unos 6-8 minutos en el micro, compruebo que están tiernas con la punta de un cuchillo.  Después preparamos un aliño con un tomate pelado y cortado en cuadraditos, un puñadito de alcaparras, un ajo picadito, orégano, sal, aceite y vinagre. Un poco al gusto, escogiendo siempre un aceite de calidad.



     Por otro lado preparamos una ensalada normal con verde, un bonito rico y unos huevos duros. Se pueden añadir cosas, claro. Y, lo que yo he hecho es mezclar ambas ensaladas. Es uno de mis platos de "dieta" y como las berenjenas me gustan siempre, me resulta de lo más agradable. Qué ganas tengo de tomar un bocadillo...



lunes, 8 de febrero de 2016

Arroz con pollo y conejo

  

   Este es un arroz que vimos en la tele hace unos días. Lo hizo un conocido humorista en un popular programa de entrevistas. Mi marido y yo solemos verlo. Suelen cocinar algún plato mientras charlan. Supongo que no hace falta que os diga que programa es... Pues bueno, viendo el arroz dije: Lo hacemos el domingo. Así fue. No es exacto pero sí muy parecido. Vamos con los ingredientes:

Medio pollo troceado
Medio conejo troceado
Cuatro alcachofas
Un puñado de judías verdes
Media taza de tomate triturado
Medio tazón de guisantes
Dos dientes de ajo
Dos tazas de arroz
Aceite, sal y pimienta
Agua y azafrán (o colorante alimentario)


    Bien, deciros que en la tele llevaba también pato y judiones. El pato no lo puse porque no es tan fácil encontrar medio pato ni demasiado barato. Los judiones... pues no me apetecieron, son más de Valencia. Por lo demás, aparte de los guisantes, es muy parecido. Vamos allá que es muy fácil.




     Empezamos dorando las carnes con aceite de oliva. Con calma y que se doren bien. Yo puse un par de dientes de ajo chafados con su piel. No sé si el de la tele los llevaba pero me apeteció. Cuando va estando la carne dorada incorporamos las alcachofas limpias en cuartos. Es bueno aprovechar los rabos que son ricos. Seguimos dorando. Vaya... la foto de abajo ha salido borrosa.




     Añadimos las judías verdes, limpias de hilos, cortadas en trozos no muy chicos y continuamos el proceso. Puedo imaginar que el pato le daría mucho sabor pero no ha podido ser. Con todo, ya huele que alimenta. Yo soy muy partidaria de las alcachofas. Me encantan.




    

Y faltaba el tomate. Media taza de tomate triturado... en este caso he puesto tres tomates de lata enteros y los he dejado hacer chafandolos un poco. Todo con paciencia. Y no saléis todavía.




    Ya veis qué pinta más buena tiene. Es el momento de poner el arroz y darle unas vueltas para que se envuelva en aceite y no se pase. En la tele lo ponían en el líquido... Cada maestrillo tiene su librillo. Yo soy de dorar el arroz.



    
Ponemos el doble de agua que de arroz, salamos con generosidad y cuidado (mejor ir probando) y el colorante. Nada de pastillas que la carne le va a dar un sabor exquisito. También añadimos los guisantes.



     Y esperamos unos 18-20 minutos a que hierva suavemente. Probamos el agüita para cerciorarnos de que el punto de sal es el que nos gusta. Os digo que es un arroz divino. Creo que es la primera vez que pongo conejo en el blog pues en casa no solemos tomarlo. Vamos a decir que no lo tomamos. A mí me encanta pero bueno... En este caso, el arroz estaba delicioso y sabroso. No me pudo gustar más. Las alcachofas quedan exquisitas y todo el conjunto me parece una idea genial. Muy distinto de las paellas con zanahoria y pimiento que suelo cocinar. Ya os digo que lo haré más veces. Os lo aconsejo así, tal cual, pero si no os gusta el conejo, podéis poner sólo pollo, uno entero. Yo pienso que lo haré así porque la mezcla de sabores me ha parecido definitiva. Nada más, buenos días a todos y muchas gracias al autor del arroz por su explicacion tan sencilla pues nos ha quedado maravilloso.







viernes, 5 de febrero de 2016

Palometa negra



     La palometa negra es un pescado que no tomaba desde que era niña. Lo hacía delicioso la madre de una amiga mía, Lucita, y le llamaba castañeta. También se la conoce por japuta, un nombre precioso. Es un pescado feo, bueno... no tan feo. La cosa es que yo no sabía qué comprar y decidí volver a tomarlo, después de ¿cuántos años? Sería una ordinariez decíroslo... Isabel me ofreció limpiarlo en filetes sin piel y me decidí. No es caro pero, al tener bastantes espinas, no queda mucha carne. Eso sí, es muy rica.


Ya veis que por fuera es bastante oscuro y la carne también tiene color y es firme, lo cual, es una virtud. No me gustan nada los pescados blandurrios.



     Los filetes los lavé y escurrí, los salé ligeramente y preparé la mezcla de harinas: trigo y garbanzo, a las que añadí pimentón de la Vera y una pizca de orégano (esto es opcional). Aproveché para preparar una berenjena, en ruedas. Una vez puestos a freír...



     Pues eso: Pasamos por harina y a la sartén. El aceite caliente y un par de minutos por cada lado. Os digo que se quedaron sorprendidos de lo rico que estaba, del tacto tan bueno. Unos filetes muy ricos, de verdad. Casi me quedo con el nombre de castañeta porque evoca unos recuerdos de Mollabao que son muy queridos para mí, la infancia más divertida. Ya os digo que la haré más veces porque estaba deliciosa y, si la limpia la pescatera, no hay problema. Os deseo a todos un muy feliz fin de semana. Ojalá brille el sol en Galicia.