Las lentejas, he probado a hacerlas de muchas maneras y casi todas me gustan. Últimamente las hago de esta forma porque me resulta muy cómoda y quedan muy bien. Las cuezo al natural, lavadas, con un trocito de tocino (si toca), agua, sal y un chorro de aceite de oliva virgen (me ha cansado un poco el regusto del laurel).
Las dejo hervir hasta que están tiernas, que pueden ser unos 40m, y las apago. Quiero decir que las cuezo temprano, por la mañana. Un buen rato antes de comer las vuelvo a encender. En un sartén doro una cebolla picadita y, cuando está lista, apago el fuego y añado una cucharadita de pimentón picante. Pongo el chorizo (algunas veces una morcilla) en las lentejas. Incorporo también el refrito, y lo dejo todo junto una media hora. Lo pruebo de sal y listo. El reposo, de media mañana, les sienta estupendamente.
No les pongo ajo porque se lo pongo al arroz en blanco y me parece suficiente. Las lentejas, las legumbres en general, deben tomarse con cereales. El arroz es un complemento estupendo para este plato. Es una forma de tomar proteínas que no sean de origen animal. En este caso, el chorizo sería un adorno y pondríamos poco. Es un plato barato y muy sano. Las legumbres no deben faltar en nuestra dieta y es muy cómodo ponerlas una vez a la semana variando el tipo de legumbre para que los comensales no protesten.
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