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viernes, 29 de noviembre de 2013

Ensalada con nueces y dátiles



    Sí, ya sé que es una ensalada parecida a todas. Es lo que tienen las ensaladas, que se suelen parecer. Esta es muy sencilla: Verde, jamón cocido y queso en dados, nueces y dátiles cortados en ruedecitas. Ni siquiera los he añadido a la ensalada hasta el final porque alguno no es partidario... Pero me ha encantado. El aliño, normal y corriente. Si os gustan los dátiles, os gustará esta simpleza.



     La hice para acompañar un arroz cantonés o tres delicias. Me pasa a veces que no tengo ganas de tomar ni carne ni pescado. Entonces, un arroz, un potaje, una ensalada,... Son cosas que podemos hacer para descansar de los animales (y sus proteínas). Nada más. Feliz fin de semana.


     Queda por decir que los dátiles son ricos en hidratos de carbono Fuente de hierro, potasio, calcio, mangnesio, zinc,... Vitaminas A, C y algunas del grupo B. No tiene ni colesterol ni grasas.


jueves, 28 de noviembre de 2013

Thanksgivukkah 2013




     Hoy han coincidido dos de las fiestas más importantes de las que se celebran en Estados Unidos. Thanksgiving y Hanukkah, "la Fiesta de las Luces". Yo nunca he celebrado ninguna, lógicamente: Soy española y cristiana. Sin embargo tengo muchos lectores estadounidenses y quiero aprovechar para felicitarlos. No coincidían ambas fiestas desde hace 125 años. 

     El día de Acción de Gracias todos los conocemos por el cine. Se celebra el cuarto jueves de noviembre. Se agradece el año que termina como lo hicieron los colonos ingleses de Plymouth que compartieron su comida con los indios que les habían ayudado a su llegada en 1621.

     Los judíos celebran Hanukkan desde el 27 de noviembre al 4 de diciembre. encienden el candelabro de nueve brazos para conmemorar la rebelión de los judíos que se encontraban bajo el poder de los griegos en el año 162 A.C.

     El menú de Thanksgiving es un pavo asado bien grande y pastel de calabaza. Bueno, supongo que habrá variantes. El año que viene procuraré recordarlo y hacer una cena de Thanksgiving que no desmerezca.

     Respecto al menú de Hanukkah, esto es más complicado. Se usan platos que lleven aceite, como el candelabro que prendió milagrosamente durante ocho días. Las ocho velas se van encendiendo progresivamente durante los ocho días que dura la fiesta. Es tiempo de oración y las comidas se bendicen (¿recordáis la bendición de la mesa en "El violinista en el tejado"? ¡Preciosa! Aunque aquella era una bendición de Sabbath). Además, se intercambian regalos.




      Entre otros platos hacen:
   Latkes, elaborados a base de cebolla, patatas y huevos (será receta sefardí ¿? Es broma, lo digo por la tortilla de patatas) 
   Vareniques, que son una especie de empanadillas.
   Sufganiyot, el postre, una especie de dónut relleno de mermelada y espolvoreado de azúcar glas.

    Como os imaginaréis, el menú de Hanukkah lo he consultado en Google. Tampoco me importaría intentar hacer esta cena. 

     Perdonad pero me he liado un poco con el menorá y el hanukkiah. El mismo google se lía. El Menorá era el candelabro de oro de siete brazos que había en el Templo. En el año 70 el Templo fue destruido y el Menorá llevado a Roma como trofeo. Aparece en el arco de Tito y por eso se conoce su forma. El menorá es de uso sagrado. El de nueve brazos es el que se usa en Hanukka. Si hay algún fallo, lo siento.


Quatre-quarts




     Le quatre-quarts, en español cuatro-cuartos, es uno de los bizcochos clásicos más conocidos. Su nombre nos da la clave de su composición, la misma cantidad de sus cuatro ingredientes. Es un bizcocho muy rico de origen bretón. 


   

   Los ingredientes, ya los veis, son el mismo peso de los cuatro componentes:
Dos huevos 
100 grs de mantequilla
100 grs de azúcar
100 grs de harina
Dos cucharillas de royal

     Lo mejor es pesar todo antes de nada. Empezamos por los huevos. Sin cáscara. Si son grandes y pesan 120 grs, ponemos 120 grs de cada cosa (suponiendo que uséis dos huevos y no tres...) 

     La mantequilla debe estar blandita. La trabajamos con el azúcar usando una espátula hasta que la mezcla se blanquee. Después los huevos, medio batidos los vamos añadiendo a chorro fino. Poco a poco, según se vayan incorporando a la mezcla  con la espátula. 

     La harina y la levadura royal las tamizamos. Las añadimos a la mezcla y removemos suavemente con la espátula (o lengua) hasta que está la mezcla totalmente homogénea. Queda más bien espesa.

     Yo he añadido a la masa un poco de ralladura de limón y he espolvoreado los cakes con almendra laminada. Eso cada cual a su gusto (manzana, frutos secos, nada,...) Los he hecho en moldes pequeños. Me apeteció hacerlo así. Además, la masa con dos huevos es poca para un bizcocho grande. Si hicieseis un bizcocho de tres huevos tardaría unos 40 minutos a 175º aproximadamente. Recordad que si usáis molde de cake siempre tarda algo más.

     Los cakes pequeños (bizcochitos) han estado entre 16-18 minutos en el horno a 175-200º. No es exacto, hay que vigilarlos. Si veis que se doran mucho, bajáis. Si os parece que están, lo verificáis con un palillo. 




     Ya veis qué bien han quedado. Los he espolvoreado con azúcar glas, pero no demasiada porque ya son bastante dulces.





     Son muy ricos para merienda o desayuno. Si no les ponéis frutas a los niños les gustarán seguro. Ya sabéis que a muchos no les gustan los bizcochos con cosas.




     La miga es esponjosa y muy tierna. Francamente buenos. Y muy fáciles de hacer. Como dicen los franceses: À ne pas rater..




    



miércoles, 27 de noviembre de 2013

Revuelto de setas con patatas


     No sabía como llamar a este plato, fruto de una improvisación de última hora. Como nos gustó mucho, lo comparto. 

     Ingredientes:
400 grs de setas del bosque
100 grs de bacon
Una guindilla (o no)
Tres dientes de ajo
200 ml de nata
Tres huevos
Aceite, sal y perejil
Una buena cama de patatas fritas 

     Estas setas eran congeladas. Hay que descongelarlas y escurrirlas muy bien. Después, en una sartén grande, con un fondito de aceite, las ponemos con tres ajos machacados,  salamos y dejamos un rato porque tienden a llevar agua. Añadimos  el bacon y la guindilla y dejamos que todo se dore bien. 

     Lo mejor es pelar y cortar las patatas con antelación para freírlas mientras hacemos el revuelto. Tenéis que intentar sincronizar ambas cosas para tener el revuelto y las patatas hechos a la vez. El revuelto, una vez hechas las setas no tarda mucho. Por eso digo que cuando vayamos a añadir la nata y los huevos, las patatas deben estar a casi listas.


     Añadimos la nata,  y bajamos el fuego y, cuando hierva suavemente, incorporamos los huevos batidos que haremos un minuto removiendo constantemente (conviene probar el punto de sal). Que queden a medio cuajar. Listas las patatas, sobre una fuente grande, las cubrimos con el revuelto y adornamos con perejil.

     Son casi unas setas "a la carbonara" pero llevan patatas, para que cundan. No es un plato ligero pero sí muy rico. Os animo a probarlo. Creo que con níscalos y boletos estaría exquisito. 

                

martes, 26 de noviembre de 2013

Bocata de cinta de lomo



     Los bocadillos son una de las cosas que más me gusta. Me encanta variar de pan, ya sea blanco, integral, de semillas,... El relleno me vale de carne, de tortilla, con ensalada, con queso,... Vamos, que si no engordaran tanto, cenaría todos los días un buen bocata, como hacía cuando era más joven. Pero la vida pasa y no tiene remedio. 

     A mis hijos también les encantan los bocatas. Cuanto más llenos mejor. Éste último, lleva patatas fritas (por culpa de "Crónicas carnívoras"). Bueno, pues lo que lleva es muy sencillo: Una camita de patatas fritas cortadas en ruedas finas, dos filetes de cinta de lomo al ajillo hechos a la plancha, unos trozos de brie, lechuga y tomate, salsa barbacoa y mahonesa al gusto (de bote). El pan lleva sésamo pero con cualquier pan es una delicia. 

     Pues eso, no siempre apetece cocinar. Es el momento de hacerse un buen bocadillo. Un día es un día. Es una sugerencia un poco tonta pero ahí queda. 

lunes, 25 de noviembre de 2013

Pescadilla a la gallega


     Sí, ya sé que esta receta se suele hacer con merluza pero el otro día compré una pescadilla fresca grande y me apetecía guisarla a la gallega. Es un guiso sencillo y fácil de hacer. Podríamos hacerlo con algún otro pescado: rape, bacalao fresco,... Quizás un pescado sin espinas, aunque sale menos sabroso, quedaría bien para los niños. Bueno, a la receta.

     Ingredientes por persona:
Dos ruedas de pescadilla
Dos patatas medianas
Media cebolla
Media taza de guisantes
Agua, aceite, sal, un diente de ajo y una cucharilla pimentón de la Vera

     En primer lugar ponemos las patatas y la cebolla a hervir en agua fría ligeramente salada, con una hoja de laurel y un chorro de aceite de oliva. La patatas en ruedas gordas y la cebolla en tiras finas. A los 10-12 minutos añadimos los guisantes (yo los he usado congelados y los he pasado por el micro para que no llevaran hielo). 


     En una sartén pequeña doramos unos ajos, muy suavemente, apagamos el fuego y añadimos el pimentón. Incorporamos el pescado a la tartera, dejamos hervir suavemente, con la tapa puesta unos 6-8 minutos. Debe quedar el pescado tierno. No pasarse porque entonces no vale nada, así que el tiempo dependerá del grosor de las ruedas de pescado.

    Servimos el pescado y las patatas en una fuente y vertemos la ajada por encima. Yo me he colado y la he puesto sobre todo el guiso. Lo correcto es en la fuente. Y ya tenemos la pescadilla a la gallega. Facilísima.



     Como sobra mucho caldo del guiso, lo cuelo, lo mezclo con el agua de los mejillones (de la receta anterior) y preparo una sopa a la que añado tapioca y unos palitos de cangrejo picados. Muy humilde pero muy rica. Eso sí, al caldo le añado agua porque resulta demasiado salado (por eso os digo siempre que no saléis el agua de los mejillones, ya sale salada sin añadirle sal). Estas recetas las hice el mismo día, una cena y una comida. Por eso tenía los dos calditos para mezclar. Ya veis que procuro no tirar nada. Y la sopa estaba muy agradable y sabrosa. Por supuesto, podríais añadir unas gambitas, perejil, huevo duro,... Y darle a la sopa un aire menos pobre. 

     Aunque os pueda parecer que no, es importante colar el caldo de pescado porque se puede colar alguna espina y es un peligro. Os lo digo por experiencia. Aunque salgan los toros de pescado muy enteros, es fácil que se suelte alguna.


sábado, 23 de noviembre de 2013

La señora de las especias



     La señora de las especias es un libro escrito por Chitra Banerjee Divakaruni. Lo compré porque la película está clasificada entre las que tienen que ver con la gastronomía. Craso error. En el libro, de comida se habla algo, pero no es el tema en absoluto. En resumen: la historia es de una mujer, más bien una anciana, de origen indio, Tilo, que regenta una tienda en Oakland. Es una tienda de especias y productos indios. Ella tiene como misión, la han preparado para eso desde niña, ayudar a los demás con la magia de las especias. Porque es una novela sobre la magia más que otra cosa. Ella es capaz de ver los problemas y deseos de los que acuden a la tienda. Todo se trastorna cuando un joven apuesto, de origen indio (americano) entra en la tienda y, pesar de su aspecto, se enamora de ella. Tilo, por supuesto, le corresponde y todo el asunto de la tienda se tambalea...

     No sabría deciros si me gustó. Es un libro agradable de leer pero no engancha demasiado. Cada capítulo lleva el nombre de una especia, y cada especia tiene una misión... La historia de amor entre un joven guapísimo y una anciana fea, pues es un poco increíble ¿no? Pero el sabe que ella es hermosa por dentro... 

    Pero hay más, una película que se llama "La joven de las especias" (se cargaron a la vieja, es broma). Sólo he visto el trailer y ella es una monada de ojos verdes. Creo que la historia es muy diferente. Cosas del cine. Ella no puede salir de la tienda, ni tocar a sus clientes, ni utilizar sus poderes en su beneficio (estaría muy feo). Es una película inglesa de 2005. Los protagonistas: Aishwarya Rai y Dylan McDermott. Bueno, cuando la vea os contaré. Me parece que debe ser muy romántica, mágica y exótica. No muy igual al libro y, quizás más entretenida. 


 

viernes, 22 de noviembre de 2013

Pasta con mejillones




     Este es un plato que me gusta mucho, entre otras razones porque me encantan los mejillones. Suele acompañarse con albahaca. Yo no tenía y he utilizado perejil, pero la albahaca le da un toque italiano que os puede gustar más o menos.

     Necesitamos
Un kilo de mejillones gallegos
Medio kilo de pasta (la que os guste)
Salsa de tomate a discreción 

     Por un lado cocemos los mejillones, limpios, con una hoja de laurel. Mejor no ponerles sal. Se abren al vapor o con medio vaso de agua, si queréis usar el caldo para otra cosa (una sopa, un arroz..). Los limpiamos y reservamos. Si les quedan algas las cortamos con una tijera. 

    Por otro lado, necesitamos salsa de tomate, que hacemos con tomates frescos o una lata de las grandes y un par de cebollas, como siempre. La calentaremos en el último momento. Si os parece que está muy espesa, podéis añadir uno o dos cucharones del agua de los mejillones (bien colada) que le da mucho sabor.

     Cocemos la pasta al dente. Si es blanca, hace más contraste el color del tomate. Espaguetis, cintas, nidos, creo que son lo mejor pero podéis escoger otra. 

     En la fuente que llevemos a la mesa ponemos el tomate, la pasta encima y, por último, los mejillones y la albahaca fresca (en este caso perejil). Los mejillones no deben recalentarse para que la carne no pierda su tersura que es deliciosa. Ya tenemos el plato. Sano y riquísimo. Y muy baratito.

     Podéis añadir al menú una ensalada de tomate con mozzarella y albahaca,  unas berenjenas a la plancha, y os quedará un almuerzo muy "italiano". Nada más. Alguno le puso queso rallado pero a mí me gusta más sin él. 





     Esto, por supuesto, se puede hacer con almejas. La diferencia de precio es... Bueno, de 1,80 a 22 euros el kilo... si escogéis unas almejas ricas (las malas no valen nada). Los mejillones ya sabéis que son riquísimos. 

jueves, 21 de noviembre de 2013

Arroz con leche y puré de manzanas




     Ya sabéis como hago el arroz con leche. Siempre es lo mismo. Hoy lo he acompañado con puré de manzanas, que es como preparo la "compota" en casa. La empecé a hacer así cuando eran pequeños, como un potito, y se acostumbraron a tomarla así y es como más les gusta. Hoy no la he hecho muy dulce, porque el arroz con leche lo es bastante y quería que hiciesen contraste.

     Ingredientes para el puré de manzanas:
Cuatro manzanas
Cuatro cucharadas de azúcar
Un chorro de zumo de limón




     Mientras pongo el arroz con su agüita, voy pelando las manzanas, les añado el azúcar y zumo de limón. Las cubro con un film y cinco minutos al micro ondas. No puede ser más sencillo. Si no queréis ponerles azúcar, podéis escoger unas manzanas más dulces o añadir un edulcorante (a mí no me encantan pero no he investigado el tema).

     Ya se han hecho las manzanas, en nada de tiempo. Por otro lado, ya he añadido la leche y el azúcar al arroz, con un trocito de limón, una cucharadita de anís,... El arroz tardará y hay que revolverlo. Paciencia.



     Paso las manzanas por la batidora. Gracias al zumo de limón queda un puré muy clarito. Este puré es muy sano y sirve como potito perfectamente. Ya sabéis que los pediatras no quieren que los niños tomen azúcar. Bueno, yo se la daba así, tal cual, o mezclado con un yogur natural, cuando ya podían tomarlo. 



     Ya veis que he hecho varias presentaciones. Ésta es muy fácil. Hay que dejar que ambas cosas estén tibias. Ponemos la compota sobre el arroz con leche utilizando un molde de hacer galletas. Llevamos a la nevera y retiramos el molde con cuidado cuando está frío. Se pueden hacer distintas figuras, claro. Ya os habréis dado cuenta de que sólo he puesto la canela al final y no mucha. Es porque alguno de casa no es muy partidario de la canela. Para ponerle más en la mesa, siempre hay tiempo. El que no quiere arroz con leche, toma el puré de manzana solo. 



     Ingredientes para el arroz con leche:
Una taza de café de arroz (lo que en Ferrol se llama un pocillo)
Una taza de café de azúcar (o si preferís media)
Medio litro de leche
Una pizca de sal y un trocito de mantequilla
La piel de medio limón,  una cucharadita de anís, (un palo de canela)

Canela para espolvorear

     El arroz con leche lo hacemos como siempre. A mí me gusta meloso, con el almidón. Esto ya lo expliqué en el "Arroz con leche a la naranja".

     Ponemos el arroz a hervir con el doble de agua. Cuando esta se consume añadimos la leche, el azúcar, la monda de medio limón, la mantequilla, la sal y el palo de canela. Yo sólo le pongo un poco al final porque no me gusta que sepa tanto a canela (manías). Debe hervir a fuego suave al menos... 45m. Bueno, hasta que veáis que está hecho, cremoso. Hay que revolverlo y vigilarlo. Se espolvorea con canela al gusto.Y ya está. Se deja enfriar. En caliente, con la compota fría, está riquísimo. Más contraste.  


     Os he copiado aquí la receta del arroz con leche, para mayor comodidad. Ya lo habíamos tomado con mermelada de moras (delicioso). Al arroz con leche le van muy bien las frutas, mermeladas o compotas que le dan un poco de frescura y hacen contraste con su dulzura. Espero que os guste este postre, a nosotros nos ha encantado.


miércoles, 20 de noviembre de 2013

Ropa vieja II


     Ya había salido la ropa vieja, que me parece un invento genial, pero hoy he hecho una versión algo distinta. Más dorada, en aceite abundante, y acompañada con fritos de repollo. También con un huevo frito. Nos ha gustado mucho esta combinación y por eso la comparto. 

     Primero cortamos las patatas en cuadrados y las vamos friendo, con cuidado de que no se rompan porque ya están cocidas. Que se vayan dorando. Añadimos los garbanzos. Bien dorados están deliciosos. Y, por último, la carne en cuadraditos. Salamos ligeramente o nada; en todo caso, prudencia. Toda la carne que sobra del cocido vale. El huevo frito, le va muy bien, podemos mojar las patatas en la yema.

     Las frituras, ya sabéis: batimos una taza de leche, otra de harina, un huevo, una cucharilla de sal, otra de royal y un chorrito de aceite. Hecho esto, incorporamos el repollo que nos ha sobrado (es muy poco...) escurrido y picadito. Si os apetece, reserváis un poquito de chorizo cocido bien picadito para darles color a las frituras. Esta mezcla la freímos a cucharadas en aceite bien caliente. Deliciosas.


     Ya veis que el cocido se aprovecha muy bien. También ha quedado sopa, para tomar una tacita. La sopa del cocido es la más sabrosa. Qué bien sienta en invierno. Si sólo nos quedase un poco de carne, haríamos unas croquetas. O empanadillas si es una cantidad algo mayor... Ya sabéis, no debemos tirar nada, ni podemos. La comida casera se basa en eso. Un día podemos gastar un poco más, tirar la casa por la ventana; pero otros días estiraremos las sobras. Es lo bueno y lo rico. Creo que saber aprovechar las sobras cocinando rico ahorra mucho dinero. Incluso hay gente que prefiere la ropa vieja que el cocido y está deseando que sobre. Bueno, pues este cocido se terminó.


martes, 19 de noviembre de 2013

Arroz trinxat


     Este es un arroz hecho con las sobras del cocido. Se hace en mi familia desde siempre. Al parecer se debe escribir "trinxat", pero lo  lo pronunciamos trinchat. Es muy rico y cunde mucho porque lleva, no sólo las carnes doradas, sino también los garbanzos que, como sabéis, combinados con el arroz, nos ofrecen proteínas vegetales de primera calidad (cereales y legumbres)

     Ingredientes:
Carne del cocido cortada en cuadraditos.
Caldo del cocido (cuatro tazones=el doble que de arroz)
Un tazón de garbanzos del cocido 
Dos tazones de arroz
Una cebolla y un par de dientes de ajo
Aceite


     Lo primero: doramos la cebolla y el ajo picaditos y añadimos las carnes (variadas y en cantidad al gusto, tampoco os paséis) hasta que todo está suavemente dorado. Prudencia con el aceite porque las carnes y el caldo son grasos. Ya veis que el vapor me juega malas pasadas con la cámara.

     Incorporamos los garbanzos y les damos unas vueltas. No hace falta que se doren demasiado. "Un airito".



     Añadimos dos tazones de arroz y damos unas vueltas a fuego suave. Como con todos los arroces. Que se impregne de grasa para que quede suelto, sin dorarse. Suavemente. Al arroz le gusta la grasita.

     Y ya, añadimos los cuatro tazones de caldo, subimos el fuego y cuento rompe a hervir, lo bajamos a una temperatura suave, que hierva, y lo dejamos 18 minutos. Es un número bastante exacto para el arroz de grano redondo. Pero vigiladlo, por si acaso.


     El caldo, parece muchísimo pero el arroz lo necesita. Probad una cucharilla para ver si está bien de sal. Si la sopa estaba sabrosa, el caldo también. En ese caso, el arroz no necesitará más sal.


     Aquí, encima, lo veis a falta de varios minutos de cocción. Ya se ve como va quedando, todavía está caldoso, falta que absorba algo de caldo y se acabe de hacer.



     Listo el arroz. Suelto y brillante. De sabor delicioso, todos los aromas del cocido juntos. 



     Un primer plano. Es un plato contundente y una buena forma de aprovechar las sobras cuando son muchas. Es un plato de familia de siempre. Junto con la ropa vieja, las frituras, las chulas, la quiche de cocido, la salsa de tomate,... Creo que se podría abrir un restaurante en el que el cocido y sus aprovechamientos fueran el único menú. Porque el cocido es un mundo. Espero que os guste este arroz. 

     Alguno acompañó el arroz con la salsa de tomate que sobró del cocido. No es tradición, pero es una opción más. 




lunes, 18 de noviembre de 2013

Pan irlandés II



     Os había dicho que repetiría el pan irlandés con la receta más detallada en cuanto a cantidades. Lo prometido es deuda, así que aquí lo tenéis. Le he añadido un poquito de leche, para que sea un poco más grande, pero por lo demás es igual. Otro día probaré a hacerlo con buttermilk.

     Ingredientes:
Un yogur natural
Media medida de yogur de leche
Una cucharadita de royal (llenita)
Una cucharilla de sal
200 grs de harina
Dos cucharadas de salvado de trigo
Harina para envolver el pan y mantequilla para la fuente de horno

    Procedemos como en la otra receta. Unimos todo en un bol y formamos una bola de masa que se va separando de las paredes... Como veis en la foto.




     Con un buen puñado de harina, envolvemos esa bola de masa y la vamos moviendo en el bol, dándole vueltas. Debe quedar bien envuelta en harina.




     Después con un cuchillo, cortamos una cruz y la abrimos, como veis en la foto. Es sencillo. No lo dejamos levar, va al horno directamente.




      Pues eso, al horno, a 190º unos 40-45 minutos. No olvidéis untar la fuente con mantequilla y espolvorearla con harina. Lo sacamos y el fondo debe sonar a hueco. Lo dejamos enfriar sobre una rejilla y ya tenemos nuestro pan irlandés. Muy rico y sencillo.
Esta receta ha sido leída por muchas personas y por eso tenía interés en mejorarla con los ingredientes más detallados. Espero que os sea útil. 



viernes, 15 de noviembre de 2013

Acerca del blog



     Quizás os habréis dado cuenta de que estoy publicando algo menos. Tenía que ser. No sólo porque "inventar" una comida cada día empieza a ser agotador, sino también porque cometo fallos. Algunas veces son las fotos. Hago un plato que nunca he hecho en el blog, sale muy rico, se lo comen encantados y... Cuando veo la foto, me doy cuenta de que es demasiado mala y no da una idea de cómo es el plato. Otras veces es el resultado de la receta lo que no me convence. Entonces, simplemente, no la publico. Si no me gusta a mí, no voy a pretender que os guste a vosotros.

     Ayer por ejemplo, hice "pollo estilo normando", una receta que ya está en el blog. Estaban deseando volver a tomarlo. Y yo también, a veces, tengo ganas de hacer una de mis recetas de siempre sin calentarme la cabeza demasiado. Esas recetas fáciles que se hacen enseguida y les gustan siempre. Por eso esta aclaración: Voy a seguir publicando, claro, pero lo haré dos o tres veces a la semana. Según vayan saliendo bien o mal las cosas. Según repita o no repita receta. No creáis que es desánimo, después de diez meses, es sentido común.

     Considero que el blog es un éxito, casi 85.000 visitas, aunque todos sabemos que hay blogs que tienen esas visitas en una semana. No me quejo, estoy encantada. Mi blog es de comida diaria, una ayudita para el día a día. Para los que estáis lejos y nunca conoceré, para los amigos, para mi familia. Es algo que queda ahí. Ojalá nuestras abuelas hubieran escrito sus recetas (ya sé que algunas lo hicieron). La "vida moderna" nos da esta oportunidad de guardar y compartir. Bienvenida sea. Gracias a todos por seguirme. No puedo decir más que que estoy encantada. Un saludo con todo mi cariño.

    Os dejo una foto de uno de mis paseos por la Ría de Ferrol. Es una foto de la primavera pasada. 






Sopa de hortalizas


     Empieza a hacer frío y apetecen sopas. Esta es una sopa muy sencilla que podemos hacer con lo que tenemos en la nevera normalmente. Sencilla pero muy rica. Sin pretensiones.

Ingredientes:
Una cebolla grande
Un calabacín mediano
Una zanahoria
Una patata grande
Una taza de guisantes
Un litro y medio de caldo

     Lo primero que hacemos es cortar todo en cuadraditos (salvo los guisantes, claro). Comenzamos pochando la cebolla, el calabacín y la zanahoria. Que no cambien de color, sólo dorar suavemente. Después añadimos la patata en cuadraditos y le damos unas vueltas. Se empezará a pegar la patata, así que añadimos el caldo. Dependerá de el tamaño de las hortalizas que usemos un litro y medio o dos de caldo. También de que nos guste la sopa más o menos espesa. Incorporamos los guisantes, que pueden ser congelados. Cuando hierva, podemos añadir dos o tres cucharadas de tapioca para darle cuerpo al caldo. Revolvemos y dejamos hervir todo junto unos 12 minutos.

     Si no tenéis caldo, utilizáis agua con una pastilla de caldo. Le da un cierto sabor a sopa de sobre que a los niños les encanta. Y si no os gusta la tapioca, la podéis dejar tal cual, o bien, disolver una cucharada de maizena en un fondito de agua y añadirlo. Siempre adaptándonos a nuestro gusto y a las cosas de las que disponemos.

     Por el corte de las hortalizas, os puede recordar a la ensaladilla, pero no tiene nada que ver, tened en cuenta que lleva calabacín. A todos nos ha gustado y se hace enseguida. Empezar la comida con una sopa, además de ser muy sano, reconforta. Es una buena costumbre.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Empanada de bacalao con masa de pan



     El domingo tomamos una empanada exquisita en Santiago. No es fácil copiar una receta de memoria y que te salga perfecta pero creo que vale la pena hacerla porque sale muy rica. Aunque da algo de trabajo. Eso hay que reconocerlo.

     Para la masa necesitamos:
100ml de leche entera
100ml de agua
50ml de aceite
300grs de harina normal
Una cucharilla de sal
Un sobre de levadura de pan maizena (o similar)

     Juntamos todo en un bol. Formamos una masa que amasamos a mano unos minutos y dejamos reposar. 



     El relleno lo preparo con:
Dos cebollas
Un pimiento verde (prefiero de freír porque tiene la piel más fina)
Un tomate pelado 
250-300grs de bacalao desalado (yo he utilizado migas)
Aceite y sal

     En una sartén amplia doramos primero la cebolla y el pimiento a fuego suave con una pizca de sal; añadimos el tomate y dejamos unos 20 minutos. Todo en tiras, claro. Por último, incorporamos el bacalao y dejamos unos minutos para que se mezclen lo sabores. Probáis por si necesita más sal, aunque no creo. Ya sabéis lo que dice el refrán: Te conozco bacalao aunque vengas desalado ;)

     Necesitamos también dos huevos duros.




     Como podéis ver, la masa ha doblado su tamaño. No esperábamos otra cosa de ella... Para estirarla: rodillo y harina. 



     La estiramos sobre papel y yo, lo que he hecho, es usar el molde donde hice la empanada, para cortar un círculo. Por la parte de arriba, que es algo más grande. Es una paellera vieja que para estas cosas me hace mucho avío.




         Y ya, lo ponemos en la paellera y cortamos el papel que sobresale para que no nos estorbe.




     Rellenamos a un dedo del borde y ponemos los huevos duros cortados en ruedas. No me han quedado muy regulares pero apenas se ven.




     Con la masa que nos ha sobrado, cubrimos la parte de arriba. Estiramos con el rodillo. Mejor que nos quede un poco más fina que la de abajo. Cerramos con los dedos o con un tenedor. Cortamos un redondel o lo que sea en el centro y pintamos con huevo batido. Al horno a 200º unos 20-25 minutos. Esto en mi horno, cada uno conoce el suyo. Que no se os queme.





     Ha sobrado para hacer un bollito, que también pinto en el centro.




     No la he dorado mucho porque la que tomamos era más bien blanquita. Pero eso, por supuesto, se puede variar.
  



     Aquí veis el aspecto de la empanada. Ha quedado estupenda y tiene la ventaja de que llena más que la de masa fina. Y así, variamos por un día. 




        Debajo, el bollo que ha quedado muy tierno. Para que veáis como es la masa. Que es fácil de hacer.




     Y la miga. Algo compacta pero muy tierna. Muy rica.




      Bueno, ha sido un poco lío, de fotos y explicaciones. Si tenéis alguna duda, me preguntáis. Casi ha sido más difícil explicarla que hacerla. Esta entrada se la dedico a mis amigas Ana y Rosa que me pidieron que "fusilara" la empanada, lo cual he intentado... A ver si os gusta.