Nido de aguilas. Los huevos duros se apoyan sobre un revuelto de gulas que se rodea de ensalada de colores y tomatitos. Se añade un aliño mezclado de antemano en una taza para no tener que revolverla y deshacer la hechura. Los huevos se espolvorean con pimienta de colores. La diseñé así para que mis hijos la tomaran cuando eran pequeños. Les encantaba y les sigue gustando.
En realidad es una simple ensalada tibia de gulas pero a ellos les impresionaba el nombre...
Y aquí tenéis una pequeña variación idea de una de mis amigas que siempre son de gran ayuda: Huevos de codorniz. El nido ya no es de aguilas pero quedan estupendamente. Se cuecen en dos o tres minutos. Lo verde es un poco distinto: canónigos y rúcula. Además lleva pequeños trozos de queso gorgonzola. Porque lo de alrededor lo voy variando.
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