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domingo, 24 de febrero de 2013

Arroz en blanco




       Creo que es muy importante saber hacer un arroz en blanco (o arroz blanco) rico. Hay quien lo cuece y después lo saltea. Yo lo hago como me enseñaron en mi casa. No es difícil pero hay que prestar atención. En primer lugar, doro un par de dientes de ajo en aceite de oliva. La cantidad dependerá de cuánto arroz vamos a hacer. Los ajos no deben quemarse, así que el aceite no demasiado caliente. Cuando cogen color añadimos el arroz y le damos unas vueltas dos o tres minutos, que el aceite lo envuelva, pero sin cambiar de color... Y después añadimos el agua, que debe ser el doble de volumen del arroz. Llevamos a ebullición y bajamos el fuego. Salamos (el arroz necesita bastante sal). Si dudáis, podéis probar el agua con una cucharilla de café. Una vez que bajáis el fuego, el arroz debe hervir a fuego muy suave unos 18 minutos. Tiene que estar suelto pero cocido. Blanco y brillante. Algunas veces lo acabo en el horno, el tiempo de cocción en teoría, es el mismo una vez que hierve. Lo mejor es probarlo. Yo creo que al horno queda más rico por la forma en la que se reparte el calor, también por arriba. Es un plato que hay que vigilar porque si se pasa, es un asco.
     El arroz sirve, igual que las patatas, para acompañar multitud de platos. Bien hecho es riquísimo y casa muy bien con casi todo. Va genial con los calamares en su tinta, las almejas a la marinera... pero también con muchos guisos de carne como las albóndigas. Un simple par de huevos fritos con arroz en blanco y salsa de tomate casera es una delicia.


2 comentarios:

  1. Sobre todo cuando hay jóvenes, que no hay quien los llene, necesitamos arroz, patatas o pasta. Para los que ya somos menos jóvenes... algunos deberíamos dedicarnos a las ensaladas y los hervidos... "Ay pena, penita, penaaaaaa"

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