Estos canastillos son una tontada y quedan muy monos. Se hacen en un momento, sólo necesitáis cocer un huevo duro. Vamos, que no es una trabajera.
Ingredientes:
Un paquete de canastillos de masa quebrada (yo los compré en Mercadona)
Un huevo duro mediano
Tres o cuatro palitos de cangrejo
Un trocito de cebolla o cebolleta
Perejil fresco
Sal y pimienta
Una cucharada de cognac
Una cucharada de vinagre
Dos cucharadas de aceite
Una puntita de mostaza amarilla
Lo único que tenemos que hacer es picar menudos el huevo, los palitos y la cebolla (si os resulta indigesta, la ponéis unos segundos bajo el grifo de agua fría y se suaviza); Mezcláis todo en un tazón, en el que podéis emulsionar antes el aliño y después añadir el picadillo, para que os quede más homogéneo, pero vamos, que es facilísimo. No debe quedar "mojado", sólo jugoso, porque si no, los canastillos se deshacen. Y mejor no rellenarlos demasiado pronto, se ablandarían. Dejáis el salpicón (por llamarle algo) en la nevera y al final rellenáis con una cucharita. No se tarda nada. Son muy ricos pero debo advertir que los canastillos son más bien dulzones. Si no os gustan los contrastes, es mejor que uséis canastillos de hojaldre, que no llevan azúcar. Eso, al gusto de cada uno. Quedan muy monos, a pesar de que la foto no está muy nítida...
Os parecerá una cantidad ridícula, pero para un paquete de canastillos pequeñitos es suficiente. Si queréis hacer más, sólo tenéis que multiplicar.
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