Es uno de los pescados que más me gustan. Si son chiquitos todavía más. Lo único que hay que hacer es quitarles la tripa (y en este caso la cabeza), salarlos, pasarlos por harina y freírlos hasta que estén dorados. Hay quien usa harina especial, incluso la encarga a Cádiz. Con una ensalada y patatas cocidas son una delicia. También me chiflan los bacaladitos. Las parrochitas o xoubas, que es como se llaman fuera de Ferrol son riquísimas... pero me gustan más los xurelitos. Hay una anécdota de un ferrolano que fue a comprar parrochitas al mercado de Pontevedra... pero no la voy a repetir... jajaja. En fin, que todos estos pescados menudos fritos son deliciosos.
Cuando sobran xurelos fritos, se pueden escabechar y están buenísimos.
Ana! Tienen una pinta estupenda! Me encantan!! Gracias!
ResponderEliminarGracias Lola. A mí también me encantan, aunque, a veces, me da pereza freírlos.
EliminarYo me comería mil.Especialmente si se adoban antes de freirlos.
ResponderEliminarPepe
El pescado menudo nunca lo adobo, me gusta así. Adobo los xurelos grandes, cuando los frío en ruedas gordas, con ajo, perejil y pimentón de la Vera. Pero, la verdad, me gustan menos los xurelos grandes que los chiquitos. Un beso.
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