Si os acordáis del que hice el otro día con orejones y ciruelas, pues básicamente es el mismo, cambiando el relleno. De todas formas, para mayor comodidad, os pongo la receta entera aquí, para no liaros.
Ingredientes:
Una taza de agua
Una taza de arándanos
Una taza de pistachos
Dos tazas de harina
Tres cuartos de taza de azúcar
Una pizca de sal, pimienta y nuez moscada
Tres cucharillas de royal
Un huevo mediano
50grs de mantequilla en punto de pomada
Dos cucharadas de salvado de trigo
Un puñado de copos de avena para adornar
Calentamos la taza de agua y ponemos los arándanos en remojo hasta que se enfría. En un bol ponemos la harina, cernida, con el royal, la sal, las especias y el azúcar mezclamos bien, añadimos el huevo y la mantequilla y removemos, añadimos el agua con los arándanos y los pistachos (pelados, of course). Removemos bien con una espátula hasta que nos queda una masa blanda, un poco más espesa que un bizcocho, pero más fina que la de pan. Pasamos a un molde engrasado y espolvoreado con harina. Espolvoreamos la masa con los copos de avena. Llevamos al horno recalentado a 175º durante una media hora. Se deja enfriar y se toma. Es más rico y consistente de un día para otro, además los sabores se aprecian mejor. Facilísimo.
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