Ayer domingo hice una pizza. Aproveché todo lo que encontré, tipos distintos de queso, bacon, tomate natural en ruedas, bacon, chorizo, alcaparras,... tomillo y orégano por encima. Es lo rico de las pizzas caseras, que se hacen con cualquier cosa. Lo importante es la masa, que sea rica.
Para hacer la masa he utilizado:
Una taza de agua tibia
Dos tazas y media de harina de fuerza
Un chorro de aceite
Una cucharilla de sal
Medio sobre de levadura de panadería o unos 12grs de levadura prensada
Una cucharada de salvado de trigo (opcional)
Mezclamos todos los ingredientes en un bol y trabajamos hasta formar una masa blanda y flexible que se trabaja bien sobre el mármol. Dejamos levar, en forma de bola, hasta que dobla su tamaño y estiramos. Da para una pizza grande y me sobró para hacer un par de panecillos.
Sólo queda cubrir con los ingredientes que nos gusten y hornear a 225º unos 12-15m. Que esté bien dorada. A pesar de que el queso no era el más adecuado, la pizza quedó muy rica.
Aquí veis el aspecto de la miga de unos de los bollos. Aunque la foto no es muy buena, podéis ver que bien queda la miga haciendo la masa con harina de fuerza.
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