Las croquetas se pueden hacer casi de cualquier cosa. A mí me encantan de hortalizas, espinacas, calabaza, zanahoria, calabacín,... Lo que sea. Suelo añadirles queso o jamón. Estas son muy fáciles.
Ingredientes:
50grs de harina
Medio litro de leche
Aceite y mantequilla
Sal
Espinacas congeladas de las picadas
Dos o tres quesitos fundidos
Huevo y pan rallado para empanar.
Hago la bechamel como siempre: doro la harina en aceite y mantequilla, añado la leche en frío, sin parar de remover y cuando espesa dejo hervir unos 20m. Las espinacas, esos cuadraditos que venden, las añado a media cocción, se deshacen en seguida, y después los quesitos. Todo el proceso a temperatura moderada y sin dejar de remover. Las dejo enfriar y después las formo con dos cucharas, las empano y las frío de cuatro en cuatro en aceite bien caliente.
Yo he puesto unos 8 o 9 cuadraditos. Podéis poner menos, si os parece mucho, aunque las espinacas tienen un sabor suave. Por supuesto, hay que salar la bechamel y, si os gusta, añadís una pizca de nuez moscada.
Aquí veis el proceso. Da un poco de trabajo pero quedan muy bonitas. Hay que tomárselo con filosofía. Yo creo que siempre compensa hacer croquetas caseras.
En casa les gustan como plato combinado, con huevos fritos, patatas y ensalada. Aproveché para hacer los tomates verdes fritos, una vez puesta a empanar y freír... Y quedó todo riquísimo.
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