Es una receta muy fácil y barata. Eso siempre me gusta. Lo podemos hacer con cosas de casa y variar los ingredientes. Me fastidia, cuando voy a hacer un bizcocho, salir a comprar cosas raras, me gusta que sean de cosas que hay en la despensa. Yo lo he visto en internet y lo he cambiado un poquito.
Ingredientes:
Una taza de agua
Seis orejones de albaricoque y seis ciruelas pasas
Una cucharada de cognac
Dos tazas de harina
Dos cucharadas de salvado de trigo
Tres cucharillas de royal
Media taza de azúcar + tres cucharadas de azúcar moreno
Un huevo mediano
50grs de mantequilla a punto de pomada
Sal, pimienta y nuez moscada.
Sésamo para espolvorearlo antes de ir al horno (si os gusta)
Lo primero, calentamos el agua, en el micro, y añadimos las frutas en cuadraditos con la cucharada de cognac. Dejamos que se enfríe totalmente.
Por otro lado, en un bol mezclamos bien los sólidos, añadimos el huevo y la mantequilla y revolvemos. Añadimos el agua con la fruta y con una espátula mezclamos bien hasta tener una mezcla homogénea. Llevamos al horno en un molde de cake, engrasado y espolvoreado de harina. Una hora a 175º. No puede ser más fácil ¿no? Pienso que es más una merienda que un postre pero no tengo ese apartado todavía.
Ya veis la textura de la mezcla, algo más espesa que un bizcocho pero no llega a ser masa de pan, imposible amasarlo. Simplemente, se vuelca sobre el molde.
Aquí lo veis a mitad de cocción, me encanta cuando se rompen, yo creo que hace más bonito.
Y la miga, siento que la foto no es muy buena, que tiene la textura más bien de un cake. Está mejor de un día para otro, aunque no es fácil esperar.
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