Translate

martes, 14 de enero de 2014

Habichuelas en cocotte




He escogido el nombre "habichuela" que es el diminutivo de haba y viene del latín. También podemos llamarlas "alubias" que, aparte de proceder del árabe y no llevar h, creo que son prácticamente lo mismo. No tengo sección de legumbres en el blog, sino de potajes. Me da rabia porque nuestro idioma es muy rico, pero creo que es más fácil clasificar así, como potajes, los platos de legumbres. Los franceses llaman "légumes" a verduras, hortalizas y legumbres. Lo mismo hacen los ingleses con los "vegetables". Pero nosotros, tenemos nombre para cada cosa.

En América tienen todavía más nombres para las "habitas": frijoles, balines, porotos, caraotas,... Variando según los colores. En España tenemos además palabras como: Fabas, fabes, mongetes, fesols, caparrones,... Cambiando en las distintas regiones y con variaciones de tamaño y color. Recuerdo que en algún viaje pedíamos judías para comer y nos sorprendíamos cuando nos traían un plato de habichuelas con chorizo. Entonces nos decían: Tienen ustedes que pedir "judías verdes".





     Os voy a explicar como he hecho estas habichuelas en cocotte. Es una receta muy fácil y "de mucho alimento", Además, es muy barata. Son habichuelas corrientes, de las que utilizaríamos para cualquier potaje o para un caldo gallego. 

     Ingredientes: 
Dos tazas de habichuelas blancas
Un paquete de compango (un chorizo, una morcilla y una tira de panceta)
Agua y un chorretón de aceite de oliva virgen

Una cebolla mediana
Una zanahoria rallada
dos dientes de ajo
Una pizca de tomillo
Media pizca de romero
Una cucharilla de pimentón agridulce
Aceite y sal

     Lo primero que hacemos es poner las habas en remojo, toda la noche. Las ponemos a cocer en agua fría con las carnes, el chorro de aceite y una pizca de sal (ojo con la panceta). Pueden hervir a fuego lento como... una hora. Hasta que estén tiernas. Las podéis asustar pero temo que estas habitas se romperan. No importa. 

     En una sartén doramos la cebolla, la zanahoria y los ajos. A fuego suave, pero que se lleguen a dorar un poquito.




     Bajamos al mínimo y añadimos: el tomillo, el romero y la cucharilla de pimentón. Una vuelta y listo. El pimentón se quema enseguida. Cuidado.





     Incorporamos a la cocotte y dejamos hervir suavemente unos 15-20 minutos. En la cocotte, que es de hierro fundido, todos los guisos y potajes quedan riquísimos pero podéis usar una tartera normal o de barro. Nuestra cocotte es de Ikea. Tenéis que pensar si os compensa tenerla y si os cabe en las alacenas.



  
     Finalmente, cortamos las carnes y las añadimos. En mi caso, pongo aparte la morcilla porque no les gusta a todos. Este potaje se debe acompañar con un vasito de vino tinto y pan. Ya veis, rico y barato. Una pieza de fruta y a correr.



No hay comentarios:

Publicar un comentario