Unos 350grs de pulpo cocido
Una lata de berberechos al natural
Un mango
Un aguacate
Una cebolla roja
Zumo de lima, Aceite de oliva virgen y -eventualmente- sal
Creo que no he olvidado nada. El pulpo ya sabéis que lo venden ahora cocido, entero o un par de tentáculos, que es lo que necesitamos. Y lo hay de bastante calidad. Los berberechos pues lo mismo. Una lata de tamaño mediano o grande -me refiero a los animalitos- porque los de tamaño pequeño son casi diminutos.
Bien, dando por hecho que el aguacate y el mango estén en su punto óptimo de maduración, cortamos todo, excepto los berberechos, en un tamaño pequeño que nos guste y nos parezca bien. Lo mismo hacemos con la cebolla roja. Aquí, según el tamaño, la ponemos entera o un trozo. Picadita. Que tenemos cebolleta, también vale. La cebolla roja aporta siempre ese color tan vistoso pero podríamos sustituirla.
Los berberechos yo soy partidaria de escurrirlos bien aunque la primera vez no lo hicieron porque la receta era con el agüita. La verdad, es agua salada. No hay ninguna necesidad de ponerla. Aliñamos con el jugo de media lima y el aceite. Probamos. Si nos gusta más ácido, más jugo de lima. Yo no soy de mucho ácido ni de mucho vinagre. En cuanto a la sal, pulpo y berberechos vienen saladitos, probamos y decidimos si queremos poner un poco. El mango es dulce pero siempre es mejor ser prudente de sal que, en exceso, se come los sabores.
Y nos queda esta ensalada tan rica, que nos recuerda a un ceviche sin llevar nada crudo. Para mí ciertas cosas crudas están prohibidas porque me matan, así que genial así. Y os digo que está muy muy bueno y se puede presentar más o menos mono para una fiesta. Nosotros lo tomamos de entrante y nos encanta. No sé si lo haremos algún día esta Navidad pero es una receta fácil y deliciosa que no resulta cara, más allá de que el pulpo nunca es barato.
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