Ha llegado la noche que todos los niños esperan con tanta ilusión. Recuerdo, cuando mis hijos eran pequeños, que lo que más me gustaba era ver la expresión de sus ojos en el momento en que, por la mañana, abrían la puerta de la sala y la encontraban llena de regalos. Creo que es algo inolvidable para todos los padres. Cuando nos hacemos mayores, les pedimos a los Reyes Magos cosas más aburridas: un libro, un jersey, un pijama,... incluso algún artilugio nuevo para la cocina. Pero es así, no queda más remedio que madurar, aunque se pierda parte de la magia.
Para mañana, estoy preparando un roscón de harina de trigo y maíz que no sé cómo quedará. Ya os contaré. Se me ocurrió dejar para el último momento la compra de la harina de fuerza y ¡no quedaba! Con la crisis debemos de ser muchos los que hacemos roscones en casa. Estuve tentada a hacer un plum cake, pero, finalmente, me decidí a hacer un roscón improvisado. A ver si hay suerte.
Pues nada más. Espero que los Reyes os traigan lo que realmente necesitáis, salud, amor, esperanza,... y algún regalito. Felices Reyes a todos.
Ana, como sabes ahora no vivo en España y no concibo unos Reyes sin roscón .
ResponderEliminarQuería darte las gracias porque a pesar de ser una cocinera nada entusiasta me ha salido riquisimo. Muchas gracias .
Siempre recurro a ti cuando tengo que hacer algo y normalmente me sale bien . Si me sale mal, es mi culpa , soy muy chafalleira jaaajaaa.
Gracias de nuevo por hacerme la cocina mas fácil.
Besos
Hola Lupe, me dio Cuca tu recado que te agradezco muchísimo. La pinta era bárbara. Recurre a mí cuando quieras, faltaría más. Un beso muy grande y Feliz 2015.
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