Os había dicho que pondría el pincho de Fin de Año y aquí está. Yo siempre hago filetes empanados, pequeñitos, y a los niños les gustan mucho. Este año me apeteció variar un poco. La verdad es que empanar y freír bistecs no es muy divertido ni creativo. Llevo años haciéndolo para la ocasión...
Lo que hice fue hacer los filetes como siempre pero montados en un pincho muy sencillo. Quería evitar la fruta y el queso. No porque no me gusten, sino porque tengo la sensación de que nos pasamos el día combinando carne, fruta, y queso como si nos hubiéramos olvidado del ajo y el perejil. De las cosas de siempre.
Lo primero he adobado la carne. Filetes de pechuga de pollo, cortados pequeñitos, con ajo y perejil, romero, tomillo, nuez moscada y pimienta. Poco de cada cosa. No los he salado. Los he dejado una media hora con este adobo. Después he batido un huevo y lo he salado ligeramente, lo he mezclado con la carne y he empanado con pan rallado normal y corriente. No quería hacer unos filetes muy salados, pero sí aromáticos. Era un kilo de carne.
Siento no haber hecho más fotos y mejores. Falta la de los pinchos ya dorados. Como veis, he usado fuentes de acero de las de toda la vida para poder meterlas en el horno... Sí, ya sé que no son tan bonitas. Es sólo una idea para un pincho sencillo que ha gustado mucho. Ha sido divertido hacerlo aunque me ha llevado un buen rato. Espero que hayáis comenzado bien el año. Estas fiestas son agotadoras.
Me falta decir que he utilizado pan integral como base. Me encanta el pan integral. También me gusta el pan muy blanco. Todos los panes me gustan y creo que lo rico es variar. Cuando he terminado de montar los pinchos: pan-filete-setas-ajos, he puesto sobre cada uno una cucharadita de salsa de las setas, que al ser espesita no se derrama. Y nada, al llegar al destino, dos minutos de grill, cuando veamos que el pan se dora, listos los pinchos. Espero que os gusten.
Como os habréis imaginado, nos reunimos en familia y cada uno aporta un plato. Cosas de picar. Es muy divertido y variado y no manchamos mucho... Y a los jóvenes les encanta. Mis hijos dicen que es la cena de fiesta que más les gusta: los pinchos de Fin de Año.
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