Los macarrones de Carmen

     Carmen nos hacía unos macarrones riquísimos. Primero hacía una salsa de tomate casera, la de toda la vida con cebolla, azúcar, sal,... yo le he añadido tomillo y pimienta porque me encantan. Cocía la pasta, claro, en agua con sal. Ella la cocía un poco más que yo, porque decía que llenaba más. Creo que tenía razón, que al dente llena menos. En una fuente de horno bien grande mezclaba los macarrones escurridos con la salsa, añadía chorizo en trocitos y taquitos de jamón serrano. Esos picos que venden en la plaza los charcuteros y que son tan prácticos para cocina y mucho más ricos que los de la cajita de plástico. 

      Por último los cubría de queso rallado, del que tomábamos antes, el Caserío, nada de quesos de importación. Añadía, además, trocitos de mantequilla y, si había, algo de nata de la leche, que se fundía con el queso. Era una persona que no se tomaba las cosas a la ligera. Eran unos macarrones muy ricos y te alimentaban hasta bien entrada la tarde. Es que antes se comía de otra forma y los niños no podían tomar el bocadillo antes de las seis. 

     Se me olvidaba decir (no sé donde tengo la cabeza) que hay que gratinarlos al horno... Ya sabéis que si los hacéis con tiempo y se enfrían, debéis ponerlos más tiempo, primero a horno más suave (para que se calienten bien) y después fuerte para que se doren por arriba... Que como dice un hermano mío, lo de arriba es lo más rico. 

     Siento haber publicado tan tarde hoy pero he tenido problemas de conexión. Esta semana, como novedad, he tenido visitas de Luxemburgo, Vietnam y Noruega. Me encanta que aparezcan visitas de países nuevos o que suelen aparecer menos. Después de las fiestas, el blog se ha tranquilizado un poquito, y yo también. Pero seguiremos poco a poco. Sin vuestras visitas no soy nada. Muchas gracias y buenas noches.