Para asar los pimientos, simplemente los hacemos en el horno a 175º unos 50 minutos. Después se dejan enfriar tapados. De esta forma se pelan mejor. Los podéis tapar con un paño, un periódico o papel albal. Una vez fríos los peláis, les quitáis las pepitas y los nervios, y los cortáis en tiras. Se pueden aliñar simplemente con sal, aceite y vinagre y unos dientes de ajo.
En esta ocasión yo he hecho una vinagreta con cebolla, aceite, sal y vinagre y una punta de mostaza. Los he acompañado con unos huevos duros. Esta misma ensalada con bonito y alcaparras está deliciosa y es una cena estupenda.
Otras veces los utilizo como guarnición. Acompañando un salmón a la espalda, por ejemplo. Ya veis que les he puesto ajo picado y alcaparras. Vamos cambiando los añadidos, según lo que tengamos en la despensa o lo que más nos apetezca. En todo caso, vale la pena asar unos cuantos porque se conservan unos días en la nevera.
A veces aso pimientos de colores: rojo, amarillo y verde. Queda una ensalada muy vistosa. Los amarillos no siempre los encuentro. Es para daros distintas ideas.
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