Esta quiche no es más que una versión de la quiche de cebolla y queso. En esta ocasión he utilizado puerro, en vez de cebolla, y como queso, he escogido el cabrales (porque lo tenía en la nevera). Aparte de eso, no tiene nada de particular y se hace como aquella. He comprado la masa quebrada y la he adornado un poco. Una tontada. Por si os apetece hacerla, ahí va la receta.
Ingredientes:
Una base de masa quebrada
Dos huevos
200 ml de nata de cocinar
Sal, pimienta y nuez moscada
Una tira de cabrales
Dos puerros (o uno si es muy grande)
Esto que veis, no creo que precise explicación. Cortamos y doblamos, con un tenedor de postre ponemos las rayitas. Listo para ir unos minutos al horno, pinchando antes el centro para que no suba. Bastantes veces. Batimos los huevos que vamos a usar y pintamos los bordes.
Batidos los huevos, salpimentamos, añadimos la nata, una pizca de nuez moscada e incorporamos el puerro que hemos dorado suavemente en un fondito de aceite de oliva o mantequilla. Cortado en aros finos. Esto, básicamente, es el relleno.
Pero le añadimos una tira fina de queso cabrales cortada en "cachitos" irregulares. No creo que llegara más allá de 50 grs. Es un queso muy fuerte, pero es una delicia. Esto a vuestro gusto. Podéis escoger uno más suave (azul, gruyère, emmental,...)
Ya sólo nos queda llevarla al horno, que se cuaje y se dore. Dependiendo de la "personalidad" del horno, una media hora, entre 175-200º, debería bastar.
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