Este bacalao lo venden limpio y fresco en los supermercados. Es un pescado muy blanco y jugoso. El bacalao, cuando es fresco, es pescado blanco. Una vez salado se considera pescado azul. En todo caso, es un pescado de excelente calidad. Empanado me gusta muchísimo. Como todos los pescados blancos, tenemos que pasarlo antes por harina. Harina-huevo-pan rallado. Por este orden. Lo salo ligeramente y ya comienzo el proceso. A veces pongo un poco de pimentón en la harina, aunque es muy sabroso sin él. En el huevo pongo un chorrito de aceite de oliva para que el rebozado quede más crujiente. Me encantan los empanados que son "duritos" por fuera, haciendo contraste con la suavidad del interior.
Después freímos en aceite caliente, pero no al máximo si los trozos son gorditos o se nos calcinará por fuera y quedará crudo por dentro. Si son finos, en cuanto estén dorados están listos. Si son más gruesos, lógicamente, tardarán algo más: Verdades de Pero Grullo.
Aquí podéis ver el aspecto de la carne, muy jugosa, blanquísima. Es como debemos tomar el pescado. Nada que ver con esos palitos que venden congelados en los que el pescado es un picadillo... ¡Y a los niños les gustan!
Yo suelo combinarlo con una ensalada y unas patatas, fritas o cocidas. Es como más me gusta. Creo que es un plato delicioso, que no sale caro y descansamos de la carne.
Hoy he hecho dos tipos: uno con pimentón, empanado normal; y otro sin pimentón, empanado con pan rallado y avena (ya sabéis que me encanta). Los dos estaban muy ricos.
En cuanto pueda os pondré otro plato navideño. Hoy voy a deshuesar un pollo, hace mucho que no lo hago y espero no tener problemas.
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