Arroz de matanza

     Oí hablar por primera vez del "arroz de matanza" en la tele ¿cómo no? Por lo visto, es costumbre en algunas matanzas, hacer un arroz con todo tipo de carnes del cerdo sacrificado. Me pareció una idea interesante (aunque yo no he matado a nadie) y lo he hecho en varias ocasiones. Ante todo, es un plato "con fundamento" que diría Arguiñano. Pero también es muy rico, por eso lo he hecho para un día que íbamos a darnos una buena caminata. Para una reunión de amigos que culminaría con un paseo por la costa aresana, que es preciosa.

     Lo he cocinado en la pizza pan, de la que ya os he hablado. Os pongo los ingredientes que utilicé, que podéis cambiar a vuestro gusto:
Un kilo de arroz
Setas de cardo
Un pimiento rojo
Tres dientes de ajo
Carne de cerdo: Un chorizo rojo, otro criollo, tres salchichas rojas, tres salchichas blancas, un cuarto de magro, 100 grs de taquitos de jamón,... Esto he puesto yo, podéis quitar o añadir al gusto.

     Pues lo primero, empezar a dorar las carnes, con calma, en aceite de oliva. No os paséis con el aceite que el cerdo es grasito. Después añadimos las hortalizas cortadas al gusto. Yo pongo setas y pimientos porque me gusta así, que no sea una paella, pero que lleve algo que la aligere. La base es: arroz y cerdo.

     Una vez que todo está bien dorado, añadimos el arroz, a fuego suave lo dejamos unos minutos, removiendo suavemente, para que la grasa lo envuelva. Hecho esto, añadimos el agua, siempre el doble, la sal y el azafrán. Conviene probar de sal. Podéis usar un caldo, claro. Cuando rompe a hervir, lo dejamos hacer a fuego suave unos 16 minutos (teniendo en cuenta que la pizza pan tiene una resistencia que tarda en enfriarse, para que no se nos pase el arroz). Y ya tenemos el arroz, que es muy rico y alimenta para una buena excursión. Se puede adornar con una morcilla de Burgos hecha a la plancha (para no quedarse con hambre). Un buen pan, un buen vino y no se puede pedir más... Salvo un postre.

     Os dejo también una foto del paseo. Un precioso día de invierno. Las Mirandas en la Ría de Ares. Un sitio maravilloso, aunque la foto, hecha con móvil, no le haga justicia.