Este pollo, me lo enseñó a hacer una amiga y nos gusta mucho. Consiste en cortar en tiras medio kilo de pollo limpio (se suele hacer con pechuga o contramuslos deshuesados sin piel); bañamos las tiras en leche y las dejamos unas horas; después, escurrido y seco, lo salamos y lo pasamos por una mezcla de harina y pimentón picante (una cucharilla); por último lo freímos en aceite caliente hasta que está bien dorado. Es riquísimo para todo tipo de platos, con patatas, arroz,... o como en este caso con una ensalada de inspiración mejicana, puré de habichuelas, y tiras de queso, sobre una tortita horneada. Es mi pequeño homenaje a las personas que me visitan desde Méjico. MUCHAS GRACIAS.
La ensalada de aguacate ya sabéis cómo la hago: un aguacate en su punto, un tomate, un cuarto de cebolla, sal, zumo de lima y aceite de oliva virgen. Picamos las hortalizas y aliñamos. Siento decir que no me gusta el cilantro y no lo uso. Es superior a mí. El puré de habichuelas lo hice con unas habitas de bote, mejor serían pintas; doré un trozo de cebolla picadita y añadí las habas lavadas y escurridas, sal y pimienta. Después se pasa por un chino. No es muy mejicano pero me adapto a lo que tengo, ya lo sabéis.
La tortita, en este caso de maíz, simplemente la ponemos en un molde de flan, para que coja la hechura. La ayudamos con las manos, y cuando está colocada, la ponemos a horno fuerte (225º puse yo) unos 6-7m. Queda crujiente y la mar de mona para cualquier presentación. Las tiras de queso las compramos y, la verdad, no eran demasiado sabrosas, pero adornaron el plato.
Según comemos, vamos cortando trocitos de la tortita que está crujiente y muy rica. Nos tomamos continente y contenido. Como dice una amiga: "es lo que nos falta, comernos el plato".
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