Abro este blog animada por mis amigas para compartir mi afición por la cocina y la buena mesa. Las recetas son fáciles y asequibles para todos. Muchas veces al gusto de mis hijos y siempre hechas con mucha ilusión. Espero que os gusten.
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martes, 18 de febrero de 2014
Moros y cristianos
Este plato único se llama en mi casa "Moros y cristianos". Consiste en un potaje de habichuelas rojas con arroz en blanco. Es muy sano y una buena forma de sustituir las proteínas animales por un día. Legumbres y arroz es una combinación estupenda.
Os explico como hice las habas que compré en Mercadona y salen muy ricas. No penséis que Mercadona me paga por hacerle publicidad, ¡qué más quisiera! Es que me resulta muy cómodo y sus marcas blancas me parecen estupendas. Bueno, al grano. Las habas se ponen en toda la noche. Lo explica el envase. El agua de remojo debe tirarse. Se cuecen en agua con un chorro de aceite, sal y una hojita de laurel. Aproximadamente una hora y cuarto a fuego lento.
Preparo un refrito con una cebolla pequeña picada, un diente de ajo y, cuando tienen color, añado cuatro cucharadas de tomate triturado y una pizca de tomillo. Se deja hacer un ratito y se añade a las habas. Debe cocer todo junto al menos quince minutos. Para que se mezclen los sabores. Rectificamos de sal y ya las tenemos.
Queda preparar el arroz en blanco (ver "Arroz en blanco"). Esto lo hacemos el último ratito de cocción de la habas. Y ya tenemos nuestro estupendo, sano y barato plato único. En casa hay quien toma "habas con arroz" y quien "arroz con habas", para gustos. Ah, olvidaba decir que añadí un puñado de taquitos de jamón para dar sabor.
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Me encanta, y no lo tomo desde hace mil años. Siempre me ha parecido una combinación deliciosa.
ResponderEliminarA mí también me encantan, aunque alguno en casa prefiere las lentejas con arroz. Gracias Pepe.
EliminarBueno, a mí me encantan las legumbres, lo que aquí se llaman platos de cuchara. En San Sebastián Ramón (QEPD) nos hacía un guiso de alubias negras que cocía con zanahorias, una cabeza de ajo cortada tal cual a la mitad, una morcilla de burgos y costillas desaladas de cerdo. Creo recordar que echaba también un hoja de laurel. Era el típico plato de invierno que me encantaba, y como era al único... pues te puedes imaginar que ese día me ponía hasta atrás.
ResponderEliminarNi que decir tiene que las lentejas me encantan... con el arroz en blanco aparte
Pues a mí me encantan con el arroz en blanco. Cada uno a su gusto.
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