Hoy una tarta que hice el domingo. Es una tarta sencilla pero da algo de trabajo porque tenemos que hacer: un bizcocho, almíbar, nata montada y yema blanda (y lavar y cortar las fresas). Pero claro, se puede planificar y hacer el bizcocho de víspera. Lo mismo que la yema. Yo, es que soy una cocinera poco reflexiva.
Para hacer una tarta medianita haremos un bizcocho de tres huevos. El bizcocho básico o genoise (queda más fino en francés). Lo que vamos a hacer es pesar los huevos sin cáscara y batirlos con la mitad de peso de azúcar. Por ejemplo: 180 grs de huevos - 90 grs de azúcar. Tardan un poco, paciencia. Cuando están bien espumosos añadimos 90 grs de harina tamizada. Unimos con espátula y al horno unos 25 minutos a 180º. El tiempo es aproximado, claro.
A la vez he preparado almíbar, en el micro. 50 grs de agua, 50 grs de azúcar, un trocito de vainilla y un par de cucharadas de brandy. Que hierva y se disuelva el azúcar. Se enfría y listo. El almíbar se puede aromatizar al gusto: vainilla, canela, cacao, café,... Va a depender del tipo de tarta.
Ya veis el bizcocho que es lo más corriente en bizcocho. Pero para rellenar es estupendo.
Para hacer la yema ponemos en un cazo dos huevos con el mismo peso de azúcar. Removemos bien y llevamos a ebullición muy suavemente hasta que espese. Hay otras recetas que llevan agua, maizena y mantequilla. Esta es muy rica y sencilla.
Abrimos el bizcocho y lo mojamos con el almibar y rellenamos con la nata montada. No hace falta decir cómo se monta la nata ¿o sí? Bueno pues la batimos 200 ml y cuando empieza a espesar añadimos 50 grs de azúcar. Seguimos batiendo hasta que está montada. Lo vemos en las ondas que dejan las varillas. Cuidado que no se nos haga mantequilla. Lista la nata. Todo es fácil. Sólo es paciencia.
El corte del bizcocho es chapucero pero no se va a ver... Ponemos la nata y las fresas en trocitos; Para cortar más fácilmente la tarta después. Tapamos y cubrimos la cubierta con la yema blanda que ha de estar fría. En los laterales ponemos nata. Y hecho esto, la mandamos al congelador un par de horitas. Después, adornamos con chocolate (o almendra) y fresas cortadas a la mitad y la mandamos a la nevera. Yo soy un poco chapuzas. ¿Qué voy a decir? Mejor sería coger una manga pastelera (que se me da fatal) y hacer que los bordes donde se encuentran nata y yema no se vean tapando con más nata montada. Otro día lo haré.
Aquí veis una porción. Aunque la decoración no es lo mío, la tarta es muy rica, sencilla y barata. Si no queréis hacer la yema, ponéis nata también por encima. Y si queréis usar otra fruta, pues ya sabéis. Lo que os guste. También con piña es muy rica. Es lo bueno de las tartas caseras, se hacen como nos apetece y nos da la gana.
Y otra sugerencia de presentación, en mi línea chapuzas: tapamos los defectos con fresas hasta donde se deje. En todo caso, es una tarta muy sabrosa.
a mi, me parece que te ha quedado fantástica.
ResponderEliminarEstá muy rica pero estéticamente es muy mejorable. Gracias por tus amables palabras. Un beso.
EliminarLa pinta es estupenda a pesar de lo que tu dices.
EliminarGracias Celia, lo que quería decir es que se puede decorar mejor. Un beso prima.
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