Lo primero, felicitaros la Pascua a todos. Los cristianos celebramos la Pascua de Resurrección. La fiesta más importante, que da sentido a todo. Aunque coincide en el tiempo, es distinta de la Pascua Judía. Pero de eso ya habrá tiempo de hablar...
Como aún me siento un poco "de vacaciones" porque en Ferrol hoy es festivo, os traigo una receta muy facilita que hice el otro día para cenar, entre otras larpeiradas. Y me veo en la tesitura de añadir la etiqueta "Quesos"... Bueno, ya iré poniendo más.
El provolone: "Provolone Val Padana" es un queso originario del sur de Italia. Hoy se produce principalmente en el norte (Piamonte, lombardía y Véneto), pero al parecer fue creado por la familia Visani en Daruta, el el centro de Italia. Es un queso que aparece en el siglo XIX. Se comercializa también en Estados Unidos y en Argentina y Uruguay donde se llama "provoleta" y se suele tomar con el churrasco (¡qué rico!). Esto es un resumen que he mirado... Ya os imagináis y no comprendo cómo puede ser originario del sur y del centro a la vez. Un desorden...
Esta forma de hacerlo, al horno y con tomate ha sido una idea que me ha dado mi amiga Isa. Yo antes lo hacía distinto pero me gusta mucho más así. Como sabéis, el provolone al calentarse se funde totalmente. Lo que hacemos es: Primero comprarlo: una loncha gordita que puede venir envasada o bien se compra en el super y te lo cortan como quieras; En un plato o cazuelita que pueda ir al horno (metal, barro, porcelana especial) ponemos dos o tres cucharadas de tomate frito, colocamos encima el queso y espolvoreamos con orégano al gusto.
Solo queda meterlo en el horno caliente a 220º y dejar que se funda y se dore un poco por arriba. Se puede tomar con pan, acompañando otros platos o, como en este caso, con nachos. Una idea que se me ocurrió sobre la marcha porque también había guacamole. Podéis dorar los últimos minutos los nachos pero cuidado que se queman enseguida.
Ya veis que tontería. Al tomarlo... pues es un poco como la fondue de queso de "Astérix en Helvecia", pero muy rico, sobre todo para niños y gente joven que les suele encantar el queso fundido.