Esta tarta la medio inventé hace unas semanas. Se me ocurrió llamarla "tarta de otoño" porque de alguna manera hay que reconocerla y la hice en estos días. Es una tarta fácil de hacer y muy rica. Lo único, como todas las tartas, hay que tener paciencia para elaborarla. Yo no soy una persona especialmente paciente pero el reto de hacer una tarta siempre me divierte. Vamos, que si adelgazaran, las haría cada domingo. Vayamos por partes porque necesitamos:
Un bizcocho
Mermelada de frambuesas
Almíbar
Mousse de queso
12 nueces gallegas peladas
Chocolate fundido
El bizcocho lo hacemos con:
4 huevos medianos
La mitad de peso de azúcar
Una pizca de sal
La mitad de peso en harina menos 15 grs
15grs de chocolate en polvo Valor
No me quiero enrollar con el bizcocho genovés que hemos hecho más veces. Batimos los huevos con el azúcar y la sal. Cuando doblan su tamaño, bien espumosos, agregamos la harina tamizada a la que hemos añadido el cacao. Mezclamos bien y llevamos al horno precalentado en un molde engrasado unos 25-30 minutos a 175º. Es un bizcocho barato, sencillo y rico para tartas.
Cuando se enfría lo cortamos al medio y lo mojamos con almíbar. Yo no soy de mojar mucho. Para hacerlo mezclamos:
50grs de agua
50grs de azúcar
Un chorrito de kirsch
Le damos un hervor y ya podemos mojar el bizcocho, con pincel o a cucharadas. Si queréis mojar más, hacéis el doble de almíbar. Para gustos... Rellenamos con medio bote de mermelada de frambuesas.
Tapamos con el otro trozo, que también mojamos, y llevamos al frigorífico. Antes se decía emborrachar el bizcocho pero el alcohol se ha evaporado.
Lo ideal sería tener un aro para montar la tarta. Yo no lo tengo y he hecho una chapuza con papel de aluminio, metiendo el bizcocho en el mismo molde. Siempre pierden algo de volumen al enfriarse. Bien el papel de aluminio va a sostener la mousse... El aro este año lo pido a los Reyes sin falta.
Vamos con la mousse de queso y nata. Necesitamos:
200grs de nata de montar
200grs de queso tipo de untar
100grs de leche
50-100grs de azúcar
5grs de gelatina en hojas
Bueno... La nata a la nevera y bien fría. La gelatina la ponemos en agua -puede ser de marca blanca- y vamos calentando la leche con el azúcar. Que se disuelva bien el azúcar, la leche a punto de ebullición... Cuando la gelatina esté bien hidratada la sacamos y la secamos con papel de cocina y la ponemos en la leche caliente. Que se disuelva bien. Después añadimos el queso y lo removemos bien para que quede homogéneo. El queso se resiste un poco... Esto ya está listo. Lo dejamos templar, podéis usar un termómetro de cocina o un dedo.
Batimos la nata, bien fría hasta que está bastante firme pero sin pasarnos. Entonces, mezclamos suavemente ambas cosas, la nata batida y la mezcla anterior. Esto va sobre el bizcocho que está bien frío en la nevera. Lo ideal es que no se nos vaya por los lados; podemos apretar un poco el aluminio. Dos horitas de nevera. A continuación ponemos las nueces.
Escribir las recetas de tartas siempre es trabajoso. Vamos con el chocolate. A mí me gusta mucho uno que hay en Mercadona que es negro y no lleva demasiado azúcar. El que queráis... Ponemos unos 50grs a fundir con una pizca de mantequilla. Yo he utilizado una pequeña fondué de chocolate, de las de velita, que es cómoda porque se funde lentamente y no se quema si se vuelve a poner. Vamos que es una cosa sencilla.
El chocolate lo dejamos caer suavemente sobre la tarta, poniendo más sobre las nueces e intentando hacer hilos sobre la mousse, por las buenas o con ayuda de una cuchara. No es una obra de arte pero queda mono y rico, creo yo. Es una tarta que, con variaciones, he hecho ya dos veces y ha gustado mucho. Por eso os animo a hacerla. Me parece que si en otoño lleva nueces, la podríamos hacer también con frambuesas, fresitas, o cualquier cosa que os guste y se os ocurra en otra estación. La mousse de queso queda muy suave pero con textura y todo el conjunto es muy agradable. Hasta aquí llegamos, releeré todo para ver si he olvidado algo, que no es raro. Buenas noches a todos.