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martes, 17 de julio de 2018

Más ideas para planchar al aire libre


   Con la llegada del verano y los calores no apetece tanto meterse en la cocina. Lo primero por la temperatura, lo segundo por no cocinar sola mientras los demás se solazan. Una solución que nosotros hemos encontrado es la plancha. En el porche, con calma, vamos preparando diferentes cosas y, lo mejor, cada cual lo hace a su gusto mientras se toma una cervecita o un tinto de verano. También se puede beber agua, por supuesto. 

   La primera idea que os propongo es una propuesta de mi marido. Salmón y langostinos a la plancha. Lo bueno del salmón es que es grasito y contundente, de manera que se hace muy bien y no necesita más que una pizca de sal. Que queremos poner eneldo, o añadir una salsita una vez cocinado,también estupendo, pero así, ya sin nada, está exquisito. Los langostinos, los ponemos tal cual, con sal gorda y podemos rociarlos con limón o añadir ajito picado. Otra idea deliciosa: un alioli que puede ser comprado. El de Chovi es buenísimo. 




   La segunda propuesta es carnívora: pinchos morunos, contramuslos deshuesados con su piel -de pollo, claro-, un criollo,  choricitos,... Y hasta unas hamburguesas de vacuno que se hacen en pocos minutos y son muy sabrosas. 




   Aquí, lo más "tardón" son los pinchos y el pollo porque la hamburguesa está en unos siete minutos, más o menos. Al final añadimos queso cheddar, que se fundió encima, y unas hojitas de romero recién cortadas de una maceta cercana. En estas ocasiones solemos planchar también unas setas y unos espárragos. Por aquello de aligerar e incorporar alguna fibra. Ya veis que son cosas muy sencillas pero muy ricas. 


   Otro día compramos sardinas. Nos advirtieron de que eran las últimas del verano. Por esa razón, las tomamos agradecidos y encantados. ¡Que ricas estaban!



   Lo bueno de la plancha es que no hay que hacer fuego, como con la barbacoa, y que es más inmediato. Las dos cosas me chiflan pero esto es más sencillo y, dicen, que no se debe abusar de la cocina al fuego directo. Cosas... En cuanto a la temperatura de la plancha, es bueno que esté alta pero tened cuidado porque suele salpicar. Nosotros subimos y bajamos según nos va llegando la grasilla a los brazos. 


   Pues aunque las fotos no son muy bonitas porque a veces me falta el más común de los sentidos para hacer estos reportajes, las sardinas con sal gorda y bien doradas os digo que estaban deliciosas. Comer es uno de los placeres de la vida y hacerlo sencillamente y al aire libre es una maravilla. 
   Sintiendo que en verano voy publicando menos, porque mi vida es un desorden, os vuelvo a agradecer vuestras visitas. Este mes he tenido muchísimos lectores desde Francia y estoy enchantée, no podía ser de otra manera, merci beaucoup!! Aunque hay pequeñas variaciones en cuanto al origen de mis visitas, desde España es desde donde más me leéis con diferencia, después, este mes por ejemplo, vendrían: Francia, Estados Unidos, Australia, Argentina, Bolivia, Perú, Venezuela, Reino Unido, México... Ya os digo que esto varía mucho pues otras veces tengo muchas visitas desde Rusia, y hay países que me son muy fieles pero en menor número. Eso me hace pensar que quizás sean las mismas personas... ¡a saber!

   En cualquier caso, esto es sólo una muestra y os vuelvo a agradecer vuestro interés. Sigo fijándome, poniendo intención y haciendo fotos de mis platos, pensando en vosotros. El otro día una amiga se me acerco a darme un beso y a decirme: ¡Cuánto me solucionas con tu blog! Pues me quedo con eso, con seros útil, entreteneros un poco y que haya cariño. Feliz semana a todos. 

sábado, 7 de julio de 2018

Calabacines marinados


   Esta receta me la enseñó mi hermana Titi. Es, creo, de origen italiano, aunque quizás esté equivocada. Es muy sencilla y la podríamos incluir en el apartado ensaladas. Sirve también de aperitivo o como guarnición. Yo, ya veréis con qué la he combinado. 

   Para hacer estos calabacines necesitamos:
Un calabacín muy tierno (no vale la sota de bastos)
Un vaso de agua
Un vaso de vinagre
Sal
  
   Con esto empezamos la preparación pero luego aliñaremos. Como cuando hacemos los boquerones en vinagre, más o menos. Serían unos boquerones en vinagre veganos. Lavamos muy bien el calabacín porque no lo vamos a pelar. Lo cortamos con la mandolina en tiras largas o, en mi caso, si no tenemos mandolina, cortamos ruedecitas muy finas con un cuchillo afilado. La cosa es que sea fino. Lo ponemos en un cuenco en el que hemos mezclado agua, vinagre y sal, y lo mandamos unas cuatro horas a la nevera. Es curioso porque queda muy crujientito. No se ablanda con este marinado

   Pasado este tiempo, los escurrimos bien y los aliñamos como unos boquerones: aceite y sal, ajo y perejil picaditos. Yo no tenía perejil fresco y puse un poquito de pimienta.

   Como el plato me pareció italianizante, lo acompañé con queso mozzarella y unas hojas de albahaca. Esto sí que es italiano. Unas ruedas de tomate también harían bonito y aportarían color. Yo no tenía tomate en ese momento pero os digo que les gustó mucho a todos esta combinación. Lo del color, siempre os digo: la comida entra mucho por los ojos. A mí me pasa que las cosas con mala pinta me echan "patrás". 


   Iba a hacer una canfurnada de fusión italiana y moruna, así que preparé una salsa de yogur con lo de siempre pero usando albahaca y lima porque era lo que tenía. Me gusta más con hierbabuena pero estaba muy rica. Llevaba:

Un yogur Larsa (son muy ricos)
Aceite, sal y pimienta
Un chorrito de zumo de lima
Unas hojitas de albahaca cortadas
Ajito molido
Sésamo negro (que hace muy mono y sabe)



   Y ya sólo me queda contaros que preparé una zorza moruna con pechuga de pavo en cuadraditos. La pechuga es muy magra, ¡magrísima! y les gusta. Bueno, la adobé como siempre:

750 gramos de pechuga de pavo en cuadrados
Una cucharada de pimentón picante
Una cucharada de cominos
Una cucharada de ajo picado
Aceite

   Si no sois de cosas fuertes, cambiáis cucharada por cuchararita. Es mejor probar así y decidir si poner más a la próxima. Queda como los pinchos morunos, sabor intenso y rico. Lo doramos en la sartén hasta que está bien hecho. Podemos también, claro está, preparar unos pinchos morunos, incluso al aire libre en una barbacoa. Me está llevando la vida comer al aire libre.

   Las tortitas las compramos y las doramos ligeramente en una sartén o en la tostadora. Vamos rellenando al gusto y... tenemos un menú divertido y rico para los más jóvenes. Yo no soy "tan joven" pero mi alma para comer es muy juvenil y variada. Que preferís comprar zorza adobada y no complicaros... pues también. Todo vale si nos hace felices. 

   Pues he terminado de escribir. Os dejo ya porque quiero pasar el día al aire libre y que me dé un poco el sol, a ver si pierdo este color lácteo tan fino. Os deseo un muy feliz fin de semana. Una vez más, gracias por estar ahí.