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lunes, 26 de marzo de 2018

Fiambre con pechuga de pollo


   Este fiambre queda muy rico. Ya lo había preparado en Navidad pero no tenía fotos. Aquella vez lo hice con trufa pero en esta ocasión lleva aceitunas negras que son mucho más económicas. De las dos formas queda muy rico. Los ingredientes que vamos a necesitar son:

Bacon
8 solomillitos de pollo
750grs de carne picada mezcla
2 huevos
Un sobre de sopa de cebolla
Tomillo y pimienta
Un chorro de jerez seco


   Una de las cosas que hay que hacer es preparar un molde. Lo forramos, en primer lugar con bacon.


  
   A continuación ponemos los solomillitos de pollo. Es un corte de la pechuga que sale muy rico. Si tiene tendones, los quitamos con un cuchillo para que vayan bien limpios y los colocamos sobre el bacon. Intentamos que no queden espacios, alternando la hechura de los solomillitos para que queden bien unidos pero sin amontonarse. 


   A la carne picada, en un cuenco, le añadimos los huevos, el sobre de sopa, las especias y el jerez. Yo ya no añadí sal porque la sopa es salerosa. Trabajamos con las manos hasta que esté bien mezclado. Este "amasado" hace que la textura quede mejor. Incorporamos las aceitunas y removemos para que queden repartidas. 


   Esta mezcla, que es muy rica, irá sobre los solomillos, apretando bien para que no nos quede aire. Llevamos al horno a 175º unos 50-60 minutos. Puede variar según el horno pero debe estar bien cocinado. 


   Dada la hora en que escribo, no tengo ahora una mejor presentación pero ya sabéis que se puede rodear de una ensalada, patatas, setas,... Lo que os guste y convenga. Queda esa presentación que nos recuerda un poco a la pechuga trufada sin complicarnos nada la vida. El pollo cocinado entre el bacon y esa carne tan rica, queda tierno y sabroso. Os animo a probar porque queda realmente bien. 

   De momento me despido hasta después de Semana Santa. Os deseo que lo paséis muy bien, que seáis buenos y que descanséis un poco estos días de la rutina. Yo lo intentaré y, de vuelta, os contaré un poco lo que he hecho. La Semana Santa me encanta. Nos vemos en siete días. ¡¡Gracias por leerme una vez más!!

lunes, 19 de marzo de 2018

Ensalada con granada



   Cuando va avanzando marzo, me entran los remordimientos por las cosas ricas y abundantes que he comido durante el invierno. Bueno, es broma, no me entra ningún remordimiento, lo que me entra es agobio de pensar es que va a llegar la primavera y que habrá que dejar el abrigo en casa. Yo creo que la primavera está para eso, para ir pensando en adelgazar un poco de cara al verano. 

   Este año ha venido fresca y lluviosa. Demasiado para mi gusto. De todas maneras, ya he empezado a aligerar un poco los menús y a preparar algunas ensaladas. Sería genial que comer adelgazara y ayunar engordase, ¿no os parece?



   Ya os había puesto alguna ensalada con manzana, con frambuesas, con piña,... A mí la granada también me encanta y en cualquier plato aporta un colorido que sólo verlo ya alegra la vista. Esta ensalada se parece a otras pero quedó muy rica así que os la traigo hoy, día de San José, porque la considero un buen acompañamiento para cualquier asado y se puede tomar en una dieta siendo muy agradable incluso como entrante. 



   Los ingredientes son:
Hojas variadas al gusto
Un aguacate grande
Queso feta
Granada
cacahuetes
Semillas de calabaza
Chía
Aliño normal de aceite, sal y vinagre

   No hace falta casi decir que formamos con todo una ensalada, cortando el aguacate pelado en trozos, y colocando los componentes del plato de modo que tenga una presentación mona hasta el momento de servir. Por supuesto, aliñamos al gusto.

   La granada tiene vitaminas C y B2, minerales, antioxidantes, ayuda a reducir la tensión arterial, limpia las arterias y es depurativa para el riñón. Esto lo he leído en Google, claro. En fin, que estos granos tan monos son además muy sanos. Si os gusta, no dejéis de introducirla en vuestra dieta. En ensaladas, adornando platos o para terminar la comida. Como podéis ver en la foto inferior, con naranja queda preciosa y es un postre la mar de rico. 


   Ya estamos muy cerca de la Semana Santa. ¡Qué ganas tengo! Esos días no publicaré pero pienso que aún tendré ocasión de compartir varias recetas antes. Os deseo un feliz santo a todos: Josefinas y Josés, Pepas y Pepes,... Y a todos los padres que me leéis. Muy feliz semana.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Arroz de matanza con hortalizas (y postre)


   Hace un par de domingos a mi marido se le ocurrió que podíamos volver a hacer un arroz de mantanza. Es un plato que ya está en el blog y que a mí me parece más bien otoñal. La cosa es que todos estuvimos de acuerdo en que era una buena idea. Es riquísimo. Consiste en hacer un arroz con carne de cerdo en general. Yo usualmente sólo le pongo setas, pimiento rojo y ajo, pero él dijo que no, que prefería hortalizas en plan arroz de domingo. Pues vale, no vas a discutir por estas minucias a estas alturas...

    Para hacer el arroz vamos a necesitar:

300grs de magro de cerdo
Un chorizo criollo
Un chorizo normal (rojo)
Bacon en dados
Salchichas frescas
...
Ajo
Pimiento rojo y/o verde
Champiñones
Zanahoria
Una taza de guisantes
Pimentón 
Azafrán 
2 tazones de arroz
4 tazones de agua
Sal

   Creo que no he olvidado nada. La cosa es que vamos a usar lo que nos guste o lo que tengamos a mano de carne de cerdo. Variando es más rico. Empezamos dorando el magro en cuadraditos, es lo que, si queda duro, es poco agradable. Ponemos una o dos cucharadas de aceite, no más porque todo es grasito. Al cabo de unos diez minutos añadimos los chorizos en ruedas y dejamos un poco más hasta que se vaya dorando. Lo siguiente es ir añadiendo las hortalizas, las setas, el bacon y las salchichas cortadas en trocitos. Todo menos los guisantes. Que se vaya dorando a fuego medio y tenga una pinta de "cómeme ya". 

   Por fin ponemos el arroz a que se dore también un poco. Añadimos la cucharilla de pimentón -picante lo puse yo- damos unas vueltas e incorporamos el agua. No hace falta un caldo limpio porque las carnes son muy sabrosas. Ponemos el azafrán, salamos y llevamos a ebullición. Cuando empiece a hervir, bajamos el fuego. Probamos de sal.


   He olvidado decir que encendemos el horno a unos 200º mientras vamos salteando las carnes. Ahí es donde vamos a terminar este arroz para que todo se dore. Entonces... ponemos los guisantes y mandamos al horno. Debe hervir a fuego suave hasta que el arroz esté hecho pero no pasado. Siempre digo que tarda unos 18 minutos. Al meterlo en el horno puede variar un poco si no hierve desde el primer momento por tanto es mejor probarlo por si necesita algunos minutos más. Os digo que queda un arroz exquisito, algo graso pero buenísimo. De esas comidas que te quedas satisfecho y lleno hasta el día siguiente. Todos estuvieron de acuerdo en que estaba delicioso. Con deciros que no sobró absolutamente nada...


   De postre puse una tartita de queso y manzana tontorrona que creo que ya está en el blog. Es de esas que se hacen sin pensar y que están muy agradables. Después de tanto cerdo, la manzana parece que corta un poco la grasa.

   Como no es exactamente igual os la voy a poner rápidamente. Necesitamos:

Una manzana
3 caseríos
2 huevos grandes
Un yogur
Una medida de yogur de leche
Una medida de yogur de azúcar
Una medida de yogur de harina
Ralladura de limón
Canela
Pasas
Mantequilla

   Lo que hacemos es batir: media manzana pelada con los quesitos, los huevos, el yogur, la leche, la harina, el azúcar, la ralladura y la canela. Ponemos en un molde engrasado la mezcla y adornamos con la otra media manzana pelada y cortada. Dejamos caer unas cuantas pasas al gusto. Si no gustan, no. Espolvoreamos con un poco de azúcar y llevamos al horno una media hora a 180º.

   Esta es la tartita. Es muy sencilla, la aprendí a hacer hace... ¿treinta años? Y la sigo haciendo por fácil y rica. 

   Pues esto es lo que os tenía que contar hoy, una comida de domingo familiar y sencilla. Buenas tardes a todos y gracias por seguir ahí.

martes, 6 de marzo de 2018

Revuelto de cerdo con setas y soja


Los lunes suelo aprovechar lo que queda del fin de semana para cocinar cualquier cosa. Me siento un poco Terminator o Eraser -no sé muy bien cuál es mejor-. La cosa es que me había sobrado panceta fresca y unas salchichas y se me ocurrió hacer un revuelto con setas y salsa de soja. Así pues necesitamos:

Dos tiras de panceta fresca
Un puñado de salchichas frescas
Un puñado de setas variadas
Ajo 
Aceite y sal
Salsa de soja

Lo que hice primero fue cortar las dos tiras de panceta en tiras y ponerlas a fuego medio unos 20 minutos o hasta que veáis que se van dorando. La sartén pintada de aceite porque la panceta suelta grasa. Después añadimos las salchichas frescas cortadas en trocitos de 2-3 centimetros. Que se haga todo mas.

A continuación añadimos un par de dientes de ajo en láminas, un puñado de setas -yo tenía shiitake y setas de cardo-  y dejamos que se vaya haciendo todo junto. Salamos ligeramente y añadimos un buen chorro de salsa de soja. Os digo que quedó riquísimo. Cuando se sentaron a la mesa preguntaron:

   -¿Y este plato? Está buenísimo.

   -Es un plato típico de Okinawa.

   -¿En serio?

   -No, me lo acabo de inventar.

   No sé, a mí me pareció que podía ser de Okinawa perfectamente. 




   Bromas aparte, quedó una comida riquísima. Había preparado un falso tartar de salmón y langostinos, que anda por el blog, y se me ocurrió añadirle granada. Guste más o menos la granada, a mí me encanta cuando está en su punto, creo que quedó la mar de bonito.



   Y, claro, el tartar lo puse en un plato japonés para que conjuntara bien con el revuelto de Okinawa. Pues esto es lo que os propongo hoy, dos platos sencillos y la mar de ricos. Os digo que no dejaron nadita. Una vez más, mil gracias por leerme y feliz noche a todos. 

jueves, 1 de marzo de 2018

Tarta de cumple improvisada


  Hace unos días tuvimos en casa un cumpleaños. Me cogió por sorpresa pensando que aún faltaban un par de días. Esas cosas de que vives sin saber muy bien qué día del mes es... Sabiendo que le gustan las tartas clásicas, con bizcocho, me puse a hacer una genoise al cacao. No me voy a enrollar mucho con el bizcocho porque lo hemos hecho en el blog varias veces.

   Es un clásico bizcocho ligero que tiene como base: huevos, azúcar y harina. He sustituido un poco de harina por cacao Valor. Entonces... empezamos por pesar los huevos sin su cáscara. Estos eran tres pero podemos hacer más o menos. pesaban juntos 120 gramos. Vamos a poner 60 de azúcar y batimos bien con las varillas.  En la foto inferior aún falta un poco. Tiene que quedar una mezcla muy espumosa del doble de volumen que los huevos y el azúcar sin batir.


    Pesamos la harina... unos 60 gramos, pero no, vamos a poner 50  gramos de harina y 10 de cacao y lo mezclamos bien.  Parece muy poco pero está bien. El cacao valor es muy intenso.



        Mezclamos con los huevos batidos con el azúcar con la espátula blanda y procurando que no nos queden grumos. Es importante cernir la mezcla de harina y cacao.


        Ponemos la mezcla en un molde engrasado y espolvoreado con harina.


   Llevamos al horno a 180º. En poco más de media hora estará listo el bizcocho. Es sencillo. Para tartas y esas cosas. Para tomar solo es soso.


   
   Sacamos del molde y dejamos enfriar. 


     Se me ocurrió hacer una yema blanda de relleno. Mitad de peso huevo-mitad azúcar. Me quedó escasísima y no muy espesa. Tengo cocina nueva y para estas cosas aún no hemos cogido confianza. Se supone que a fuego lento se tendría que haber quedado espesita... Esto se podría cambiar por mermelada o una crema pastelera...



     Pues veréis... Abrí el bizcocho a la mitad, puse la yema blanda, que se hundió en la miga y espolvoreé con coco rallado. Yo pensando... ¡la he fastidiado!


     Después busqué en la despensa chocolate de cobertura. Se lo habían comido casi todo... Me "loquean". Quedaban 85 gramos. El mismo peso en nata líquida lo calenté a punto de hervor en el micro. Añadí el chocolate en trozos y removí hasta su perfecta disolución... sin azúcar. Esto era la cobertura improvisada. 


     Bañé la parte de arriba del bizcocho -que no tenía yema blanda- con oporto. No había niños así que no lo herví. Con alcohol. Cubrí con la mezcla de chocolate y volví a espolvorear con coco, recordando los lamingtons australianos y a mi amiga Camino. Mando un saludo cariñoso a los que me leen desde allí. ¡A la nevera un par de horas!



     Bueno, pues a todo esto, yo pensando que el relleno era una chapuza... Llega la hora del postre y me dicen que es una de las tartas más ricas que he hecho. ¿No es curioso? Por eso, aún sin estar muy convencida durante la elaboración... Comparto esta receta hecha con prisas y a lo loco. Por si sacáis de ella alguna idea que os guste. Ahora voy a pensar en todo lo que he utilizado:

Para el bizcocho:
Tres huevos
Mitad del peso en azúcar
Mitad del peso en harina

Para la yema blanda:
Dos huevos
Mismo peso en azúcar

Para la cobertura:
100 gramos de chocolate
100 gramos de nata líquida

Para bañar:
Una copita de vino de Oporto 

     Pues aquí queda está tarta que en una horita estaba lista. También cabría hacer el doble cobertura de chocolate y poner el mismo relleno... El coco, pues es para gustos, yo con los años me he aficionado a ¡tantas cosas! Ahora sí que os dejo. Os deseo a todos un feliz día. Aquí en Ferrol hace un tiempo que no se puede resistir. ¡Paciencia!