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Mostrando entradas con la etiqueta Trucos.. Mostrar todas las entradas
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lunes, 7 de septiembre de 2015

Truco para empanar




     Hace unos días me enseñaron un truco que no conocía. Vamos, que no se me había ocurrido. Ya sabéis que después de empanar, el plato donde ponemos el pan rallado queda lleno de pegotes de huevo y pan rallado. No sé a vosotros pero a mí me da siempre pereza lavarlo porque se resiste... Es la típica chorrada que no apetece. Bueno, pues este es el truco que me enseñaron y es fácil y práctico, ¿qué hacemos? Cortamos un trozo de film y forramos el plato sopero (no lleva ni un minuto), ponemos el pan rallado y procedemos como siempre. Podéis ver la entrada Bistecs o filetes empanados.



     Los filetes los adobamos a nuestro gusto: ajo y perejil, finas hierbas,... y los mojamos con un huevo batido. Los salamos al gusto también, claro.



     Pasamos por pan rallado y, cuando acabamos el proceso, sacamos el film y lo tiramos con los restos de pan rallado. El plato queda impoluto y,  sobre todo, no hay ni un pegote. No hay que ponerlo en remojo ni frotarlo para que se despegue el pan rallado. A mí me ha parecido muy práctico. Lo voy a hacer siempre que empane. Y esto me lleva a una nueva etiqueta: trucos. Tendré que pensar en poner más. Espero que os guste. El menú, filetes empanados y gazpacho, creo yo que no puede ser más veraniego. Hay que aprovechar los días que quedan... Feliz lunes a todos.



lunes, 24 de febrero de 2014

Aperitivo andaluz



     ¿Recordáis el poema sobre el vino "manzanilla"? Me quedé pensando que debía probarlo para contaros y se me ocurrió hacer una especie de comida-aperitivo andaluz. Así que compré una botella de manzanilla y la dejé enfriar en la nevera. Además, volví a hacer atún a la plancha con unas escamas de sal ahumada y pusé también unas aceitunas "gazpachas" que me chiflan y unos calamares fritos. En Andalucía fríen muy rico pescados y mariscos. Qué voy a decir...

     Os voy a explicar como hice los calamares, que muy calamares no eran. Son esos aros que venden ya limpios y, la verdad, tan ricos como los calamares frescos, pues no. Pero son muy baratitos.

     Lo que hice fue: primero enjuagar los aros debajo del grifo y escurrirlos bien. En un "táper" mezclé dos cucharadas de harina de trigo, dos de harina de garbanzo, una cucharilla de pimentón de la Vera y sal. Bien mezclado. Ahí metí los calamares bien escurridos, cerré, di la vuelta (porque la harina estaba debajo) y le di un buen meneo, hasta que estaban bien envueltos en harina. De calamares era un medio kilo. Este truco también se puede hacer con una bolsa de plástico limpia.



     Ya veis como quedan, todos envueltos en la mezcla de harinas. Sólo quedaba freírlos en aceite de oliva bien caliente hasta que estén dorados por ambos lados. Cuidado que salpican un poco. Les va muy bien un chorro de zumo de limón, al gusto, y tomarlos tal cual o en bocadillo, que también me encantan. Creo que es la tercera forma en que he rebozado los calamares en el blog: A la romana (harina y huevo), en pasta, y esta tercera que es muy cómoda y rica.



     Ya veis qué buena pinta tienen. No son calamares auténticos pero están bastante más ricos que los que venden congelados y rebozados. Nada más. Feliz lunes a todos. No queda otro remedio que volver a empezar...

     Ah, y el vino nos gustó, como decía en la otra entrada: algo ácido, pero fresquito es muy rico para tomar con un aperitivo o un pescaíto frito.


martes, 29 de enero de 2013

Croquetas de guisantes



     Ingredientes:
Una taza de guisantes cocidos
2 cucharadas de harina (50grs)
Medio litro de leche
Aceite
Sal 
Cebolla picada muy menudita


     Hacemos la béchamel como siempre. Pochamos la cebolla muy picadita y añadimos la harina. Cuando la harina está pochada añadimos la leche fría y llevamos a hervor revolviendo continuamente con varillas. Salamos. La béchamel debe hervir al menos 20m a fuego suave. Los últimos 5m añado los guisantes pasados  por el chino para que no lleven las pieles. Es un sabor suave pero tienen que gustar los guisantes. 

     Se deja enfriar totalmente y se pasan por huevo y pan rallado. Se fríen de cuatro en cuatro, no más, hasta que están bien doradas.
     Un truco para que queden crujientes es añadir un chorro de aceite al huevo batido.

     Si os fijáis en la primera foto, se ve que llevan jamón serrano, seguramente unos 50 grs en taquitos pequeños. Se puede poner o no, al gusto.