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sábado, 30 de diciembre de 2017

Feliz 2018



     Algunas cosas que he hecho estos días... Si os digo la verdad, empiezo a sentirme confusa cada vez que me hablan de comida. Parece que todo lo celebramos de la misma manera. Os había hablado ya del falso tartar de salmón y langostinos. Es algo rico y vistoso. Si sobra, se puede aprovechar para hacer unas sándwiches realmente sabrosos, untando el pan con un poco de mayonesa. 




     En otra ocasión hice una crema blanca, tipo vichyssoise, pero que además de puerro y patata, llevaba calabacín pelado. Os digo que estaba muy rica y no me molesté en añadir nata, queso o cualquier otra cosa engordante.



     En Navidad hice unos coquelets albardados. Los encontré muy ricos de sabor pero mi familia es de aves de mayor envergadura. Ya os contaré la receta que leí en El Practicón de Ángel Muro.



     También contaba que la reina Victoria gustaba de tomar las aves con compota. No es que eso me importase mucho pero me dio la idea de preparar una base de cebolla y manzana para los pollitos. Me pareció algo realmente rico y agradable. 



     Mi marido hizo un consomé realmente exquisito...


     Y yo preparé vieiras y gambones de la misma manera que siempre. No me paré a pensar demasiado. 



     Después de la Nochebuena estábamos rendidos.


     Los pajaritos llevaban sal, pimienta y nuez moscada, bañados con brandy de Jerez. Tenían un aroma muy delicado y la base de manzana y cebolla me chifló.



     Y cotillearos una presentación un poco distinta de la tontería de hojaldre y queso. Distinta disposición de la masa...



     Espolvoreando el conjunto con semillas. Quedó muy mono pero no tengo foto del resultado final... Cosas que pasan cuando andas a varias cosas a la vez. 



 
         Mañana ya es la última noche del año. Espero que la última comilona en una buena temporada... Como no sé si tendré tiempo de encender el ordenador porque estos días son de locos, os deseo ya hoy un nuevo año lleno de felicidad a todos mis lectores. Que no nos falte el ánimo de luchar ni la ilusión de cumplir nuestros sueños. Como decía Chesterton: 

"Hay algo que da esplendor a cuanto existe, y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina."

FELIZ AÑO 2018 A TODOS

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Felices Fiestas

    


      Queridos amigos, una vez pasada la principal fiesta navideña, nos queda pensar en Fin de Año. No da mucho tiempo a recuperarse. Pasa lo mismo con el día de Reyes... Nosotros hemos tenido una Navidad muy tranquila con recetas que ya conocéis y no os voy a volver a poner. Sería como estar atrapado en el tiempo. El consomé, los gambones, el asado con guarnición...

     Para Fin de Año, haré otra vez los filetes, que tanto gustan. Es un poco aburrido hacer lo mismo pero ¿para qué arriesgar? Así pues, ya que no hay novedades, os voy a comentar cómo va el blog.
Yo me lo voy tomando con cierta calma pero creo que estar cerca de quinientas noventa mil visitas es ya una cifra más que considerable. En algún momento me he planteado si no será hora de publicar menos, bastante menos, pero muchas amigas me comentan que les gusta y les es muy útil, que de ninguna manera lo deje. Así pues, pienso que, con más tranquilidad, debo seguir con este proyecto que me ha dado muchas satisfacciones y momentos preciosos. 

     Yo me he desenganchado un poco de estar tan pendiente del ordenador, lo cual es maravilloso, pero eso no significa que no tenga presente, a la hora de cocinar, que tengo un blog con muchos seguidores. Os deseo a todos unas muy felices fiestas, rodeados de mucho cariño; que la ilusión por seguir adelante no decaiga. Yo seguiré por aquí, compartiendo mis canfurnadas. Espero subir alguna receta antes de Fin de año y, por supuesto, haré un roscón para el día de Reyes. Mil gracias por leerme. Nos vemos en unos días. 

jueves, 21 de diciembre de 2017

Pularda de Navidad 2016

   
     
     Ingredientes:

Una pularda
Un puñado de salchichas frescas
Unos dados de jamón gorditos
Ciruelas y albaricoques sin hueso
Sal y pimienta
Cognac
El zumo de una naranja



  

Receta:


 Lo que hacemos es poner las frutas en medio vaso de cognac para que se hidraten. Las salchichas, en trocitos, las doramos. Añadimos el jamón y las frutas con el cognac, rellenamos y lo que no quepa lo dejamos alrededor. Salpimentamos bien el ave (la parte de dentro previamente a introducir el relleno, claro) y bañamos con otro medio vaso de cognac y el zumo de la naranja. Si leéis la receta del año anterior, hemos cambiado el oporto por cognac. Eso es al gusto o según lo que tengamos.

     El horno lo calentamos a tope e introducimos la pularda y bajamos el fuego a 175º, pero bien caliente en el momento de meter el ave. Vamos mojando cada media hora con una cucharada de la salsa que va soltando. Si veis que se dora en exceso, bajáis a 150-125º. Tiene que estar unas dos horas y media. Son 45 minutos por kilo. Las salchichas y las frutas que quedan alrededor se doran bastante. Si hace falta se cubre un con papel albal para que no se ponga demasiado oscuro. 

  Pelamos cebollitas y chalotas, según nos gusten, y doramos en unas cucharadas de aceite. Sin quemarse pero bien doraditas. Salpimentamos y añadimos un par de cucharadas de consomé para que se vayan cociendo por dentro. Cuando tengamos la salsa del asado,incorporamos un par de cucharones de esa salsa que es una delicia.



     Bien, si os fijáis es la misma receta que la del año 2015. El resultado igual de rico pero el dorado más al punto. No tan oscuro. Nos gustó a todos mucho y quería compartirla con vosotros antes de la Nochebuena. Casi no llego...




     Aquí podéis ver el aspecto de un muslo ya servido, y en la foto de debajo, de qué manera queda el relleno. Os digo que están las salchichas buenísimas asadas dentro del pollo con la fruta. Si os animáis a hacer una receta de este tipo, ya veis que es de lo más sencillo y no hay que comprar cosas nada sofisticadas. Respetar el tiempo de asado según el peso y tirar para adelante. La pularda no es exageradamente grande y tiene un sabor y una textura realmente ricos. Es una posibilidad. Ahora sí os tengo que dejar. Buenas tardes a todos.



lunes, 18 de diciembre de 2017

Falso tartar de salmón y langostinos


        
     Esta es una receta que ya había hecho en el blog sin los langostinos. Tuvo bastante éxito y se me ocurrió mejorarla o completarla un poco. Yo creo que queda realmente rica y vistosa y se prepara en minutos. Lo que es cortar los ingredientes:

Un trozo de salmón ahumado sin lonchear
350 gramos de langostinos cocidos
Una cebolleta
Un aguacate
2-3 cucharadas de alcaparras
El zumo de media lima
3 cucharadas de aceite


     Nos va a venir mejor para la presentación comprar salmón sin cortar. Este, por ejemplo, es de Mercadona. Viene en un "tochito" grueso y para esto está muy bien. Es ahumado descongelado así que no se puede congelar y debe consumirse en 48 horas una vez abierto. Una vez visto esto, es estupendo para cortar en cuadraditos.


     Vamos a hacer precisamente eso: cortar en trocitos menudos el salmón, los langostinos -previamente pelados-, el aguacate y la cebolleta. Todo en un cuenco, añadimos el zumo de lima, las alcaparras y el aceite. Removemos bien y probamos, ¿por qué probamos? Bueno, si os fijáis, no hemos puesto sal, lleva cosas muy saladas y es posible que no haga falta. Yo no he añadido nada de sal pero debéis comprobar que os gusta en ese punto. Sed prudentes.


     No he dicho, y era preciso, que reservamos varios de los langostinos sin cortar para adornar. Hay varias posibilidades: un vasito pequeño, una copita tamaño licor, una cucharita de bocado -esas que nos ponen en tantos aperitivos-, la presentación en plato,...



     Con los langostinos, podemos rodear el tartar que hemos colocado con un aro, apretando para que quede compacto y levantándolo con delicadeza, o ponerlos encima. Tiene la ventaja esta "falso tartar" de que no es crudo como el tartar verdadero. Por eso lo podemos hacer con un poco de antelación. No muchísima para que el aguacate no se oscurezca pero el jugo de lima nos da cierto margen. 

     En una de las presentaciones he puesto un poquito de eneldo. Se lleva bien con el salmón pero no gusta a todo el mundo, eso hay que valorarlo. En la copita veis también que he puesto un trozo de una cola de salmón de pie. Nada más se me ocurre aparte de rellenar unas barquetas de hojaldre o masa quebrada. En ese caso, habría que hacerlo en el último momento, para que no se ablanden. 


     No es para tomar una gran cantidad, sino más bien en plan aperitivo, también se puede poner una cantidad mayor para compartir con unas tostas de pan integral, por ejemplo. Creo que hasta aquí he llegado con esta receta. La hice varias veces y gustó mucho. Queda mono y rico aunque es más bien para adultos. Yo quizás lo haga para Año Viejo. Os deseo a todos un feliz día. 
     

viernes, 15 de diciembre de 2017

Tontería de queso y hojaldre acompañada



     ¿Os acordáis de la tontería de hojaldre? Es una receta que ha tenido bastante éxito y muchas amigas me dicen que la han hecho. Yo tenía la idea de mejorarla para que no tuviera tanta cantidad de masa el queso encima. La solución la vi en uno de esos vídeos que aparecen por ahí: Rodear la tontería de salchichas. Es tan fácil que no hay mucho que explicar.    

     Ingredientes:
Un queso camembert
Una base redonda de masa de hojaldre
Una cebolla confitada
Un par de buenas salchichas
Huevo batido, sal y pimienta.


     El queso sobre el hojaldre, vamos haciendo cortes. Yo los he hecho de cuatro en cuatro para que fueran pares. De esta manera, una tira iba al queso y otra llevaba una rodaja de salchicha enrollada. Al llegar a la base del queso la giramos, la rodaja de salchicha, para que mire hacia arriba. 



    Pintamos con huevo batido, salpimentamos la masa  y llevamos al horno unos... 20-25 minutos a 180º o un poco más si vemos que no se quiere dorar. Me he olvidado decir que sobre el queso ponemos cebolla confitada... ¡qué cabeza la mía!



     Ahí la veis en el horno... Sobre el papel que viene en el paquete de masa. No manchamos casi nada. 



    Y aquí está ya lista para tomar. Os digo que queda igual de rica que la otra pero con la compañía. Pueden gustar las salchichas más o menos pero la presentación me parece mucho más mona. 



     Ya os iré contando más cosas. Sigo haciendo tontadas y comiéndolas. El corte lo veis debajo. La cebolla confitada era roja que queda más vistosa. Es un aperitivo tontito que gusta a todos.
Os deseo a todos un buen fin de semana. Es el último antes de Navidad.  



miércoles, 13 de diciembre de 2017

Pudding de repollo




     No sé si os pasará a vosotros pero en casa, después de tomar un cocido el domingo, nos encontramos con una cantidad de sobras que mi cocina es una pura reconversión. Hemos hablado del arroz trinchat, de la ropa vieja, de fritos y frituras,... Faltaba poner un pudding de repollo que también a veces hago. Aprovecho tanto las sobras del cocido que cuando se terminan mis hijos dicen: ¡Por fin!
Es verdad, aunque todo es rico, da gusto volver a empezar. 


     Yo el pudding de repollo lo hago como un puddin cualquiera. Pico el repollo que ha sobrado con unas tijeras. No picadísimo, pero que no haya trozos grandes. A continuación, en un cuenco bato 5-6 huevos, según cuanto repollo quede, y añado la nata (o leche ideal). Todo esto lo mezclo y salpimento. Si ha sobrado un poco de salsa de tomate, se puede añadir, vamos a suponer que es una media taza. 

     Todo bien mezclado lo ponemos en un molde que hemos engrasado y espolvoreado con pan rallado. En esta ocasión yo he puesto unas patatas cortaditas y parte del chorizo que sobró sobre la mezcla. Conste que no suelo hacerlo pero a mi hijo mayor le encantó el toque de chorizo. Bien, pues llevamos al horno a 180º alrededor de una hora. Ya veis que es un pudding como otro cualquiera. 



     Sale del horno bien doradito y, lo normal, es que se desmolde bien. Es una cosa bastante sencilla si el molde es de silicona. Es verdad que los moldes metálicos doran de otra forma.



     Ahora no dispongo de una foto del pudding entero pero queda la mar de vistoso. Lo acompañamos, como cualquier pudding, con mayonesa para frío y béchamel para caliente. Incluso una salsa de tomate nos podría gustar. Es, claro está, un entrante, pero no deja de ser un plato con fundamento. Hasta aquí esta receta de reciclaje del cocido. Y, como decía Escarlata, mañana será otro día. Buenas tardes a todos y ánimo con los preparativos de las fiestas navideñas. 


miércoles, 29 de noviembre de 2017

Almejas en salsa amarilla-




     Esta es una salsa bastante distinta de lo que en casa solemos llamar "almejas a la marinera". El principal cambio es que lleva harina en vez de pan rallado. Por lo demás, tampoco es que sea algo tan diferente porque vamos a pochar una cebolla picadita, añadir vino blanco, perejil picadito... El resultado es bastante distinto. Queda una salsa muy fina y de un color amarillo que me parece muy agradable a la vista. Lo más importante es ligarla bien pero no tiene ninguna dificultad. 

     Ingredientes:
Medio kilo de almejas de calidad
Una cebolla
Una cucharada rasa de harina
Una copa de vino
Aceite, sal y pimienta
Colorante alimentario
Perejil fresco picadito
(Caldo limpio de pescado)

     Una vez compradas las almejas, que compensa que sean ricas, las pondremos en agua con sal para que suelten las impurezas. Conste que suelen venir bastante limpitas pero un ratito de remojo no les viene mal.

     En una tartera saltearemos la cebolla muy picadita en dos o tres cucharadas de aceite de oliva. Pochada pero de color claro casi transparente. Incorporamos la harina que debe dorarse bien, a fuego suave y sin prisa unos minutos. Ya podemos añadir el vino y el colorante (una pizca). Va a espesar enseguida así que debemos remover continuamente. Es posible que haga falta algo de líquido, en cuyo caso recurriremos a un cucharón de caldo de pescado muy suave; No queremos tapar el sabor de las almejas. Incluso podemos añadir un poco de agua. Suelo decir en estas recetas que salpimentamos muy suavemente. La verdad es que a las almejas no suele hacerles falta sal, ya vienen saladas del mar. Así pues, yo simplemente añado un poco de pimienta negra. 



     Removiendo nos va a quedar una salsita ligeramente espesa de sabor suave a la que vamos a añadir las almejas escurridas. Las almejas van a soltar agua y van a aligerar la salsa, por eso digo que debe ser algo espesa. Tapamos y dejamos hervir a fuego medio hasta que se abran las almejas. Les lleva unos minutos.

     A última hora añadimos, justo antes de servir, el perejil fresco muy picadito. Hay una opción que también es interesante y es cambiar la pimienta por pimentón picante -una cucharilla- que le dará a la salsa color y un toque de picor. En caso de usar pimentón ya no ponemos colorante, claro. Esto es siempre cuestión de gustos. Yo las he hecho de las dos maneras y me gustan las dos. 



     También podemos poner un par de ajos picaditos con la cebolla, cuidando bien que no se doren de más, al principio. Yo, como suelo hacer arroz en blanco con ajito, ya no los pongo pero no les va nada mal tampoco. Es otro toque distinto. 



     Esta salsa amarilla la he utilizado ya otras veces en el blog, para guisar merluza o, variando con ajo y limón, para asar unas zamburiñas. Es algo muy sencillo de hacer y queda muy bonita y brillante, además de rica. Podríamos hacerla con azafrán, que es delicioso, pero teniendo en cuenta el sabor que aporta. Quiero decir que el colorante no sabe a nada... Es un adorno. Nada más que añadir, creo. En casa hay quien prefiere la salsa marinera clásica y otros esta. A mí, simplemente me gusta variar. Os animo a probarlas así porque quedan realmente finas y delicadas. Buenas tardes a todos y gracias por seguirme una vez más. 


   

martes, 21 de noviembre de 2017

Variante de salchichas con col lombarda





     Quizás recordéis un salteado de lombarda y salchichas que hicimos ya en el blog. Esta es una pequeña variación que es tan rica o más, depende del gusto. Consiste en hacer por un lado la lombarda y por otro las salchichas bien doradas. Es algo a tener en cuenta. Bien, pues la lombarda la vamos a hacer en sartén como siempre:

Una lombarda pequeña
Una cebollita
Una zanahoria
Una manzana
Aceite, sal y pimienta
Vino blanco

     Empezamos dorando la cebolla y la zanahoria, añadimos la lombarda y la salteamos. Dejamos que se vaya haciendo y salpimentamos. Todo cortado en tiritas. Ponemos la manzana cortada en octavos o rallada. Tapamos para que el proceso no se eternice. Mojamos con un poco de vino y dejamos cocer hasta que esté todo tierno. Si está demasiado "mojado" destapamos para que se evapore parte del vino. Debe quedar jugoso pero no salsoso. Al menos para mi gusto. Si queréis darle un punto de acidez, podéis poner unas cuchadas de vinagre. 

    Es muy rico añadir algún fruto seco. Los piñones van muy bien pero ya sabéis que están bastante caros. Yo, como no los tenía, doré unas almendras laminadas en una cucharada de aceite y las añadí en el último momento a la lombarda. Quedaron muy bien.


     Este es un menú de los que hacemos un día de prisas, así que sólo nos queda preparar unas salchichas bien doradas. Estas eran alemanas, de Lidl, y en casa les encantan. Las compramos alguna vez para estas canfurnadas. 

     Lo corriente es hacer puré de patatas. Suelo usar el que venden que es muy práctico. A mí no me encanta pero así tomo menos. Mi truco es poner un poco menos de agua de la que ponen las instrucciones, para que quede más espesito, aunque aquí varía según la marca. Añado también mantequilla, pimienta y nuez moscada. Y la sal correspondiente, claro. 

     Y nada más, un menú bastante completo que no tiene ninguna dificultad. Si la lombarda es grande, corto la mitad, la envuelvo en film y la reservo para una ensalada, que también es muy rica y vistosa. 



     Sí queremos variar de salchichas estamos a tiempo, podrían ser frescas o de cualquier otra clase. Lo rico es que estén bien doradas como decía aquel verso de don Luis de Góngora:

"Coma en dorada varilla
El príncipe mil cuidados,
Cómo píldoras dorados;
Que yo en mi pobre mesilla
Quiero más una morcilla
Que en asador reviente,
   Y ríase la gente."

     En este caso son otro tipo de salchichas que han reventado en la sartén. Eso de cocer las salchichas no lo acabo de comprender. 



     Con un pan moreno, una cerveza negra, incluso guisando un codillo,... Tendríamos un rico menú de estilo alemán para invitar a unos amigos a una cena informal. Bueno, son cosas que se me ocurren. Ya sabéis que me encantan estas cosas. Recuerdo tomar un codillo en Madrid junto al Congreso la mar de rico. 



     Hasta aquí esta sugerencia sencilla y sabrosa. Os deseo a todos un feliz martes, aunque mi abuela solía decir: "En martes, ni te cases ni te embarques". Muy buenos días. 


miércoles, 15 de noviembre de 2017

Mousse de limón con mermelada de grosellas



   Esta mousse de limón ya la hemos hecho varias veces. Yo soy fan total. No suelo hacerla porque la leche condensada engorda lo suyo pero, por su acidez, es uno de mis postres favoritos. Me entusiasma aunque es una tontada. Lo único que tenemos que hacer es batir los ingredientes con la batidora:

El zumo de cuatro limones
Un bote pequeño de leche condensada
Dos yogures naturales


   Queda una crema espumosa que no parece nada del otro jueves, aparte de muy rica, pero al meterla en la nevera unas horas queda con una consistencia exquisita. Espesa y suave a la vez. Yo la veo bárbara hasta para hacer una tarta con base de galletas y mantequilla porque las galletas le van muy bien. Por esa razón, antes de mandarla en la nevera, esta vez iba en copas, ponemos una galleta digestiva -son deliciosas- y después la mousse para que cubra la galleta que se ablandará un poco, lo justo. 


    También, antes de mandarla al frío, ponemos sobre cada copa una cucharadita de mermelada casera de grosellas. Que no la tenéis, la podéis comprar, la de Hèro es deliciosa. De frambuesas también le va muy bien. Esta que hicimos en casa estaba estupenda. Ya os la conté (ver Mermelada de grosellas rojas).




     Y nada más, unas horas de nevera la dejan perfecta. De un día para otro está un poco más firme y tiene la consistencia para una tarta, como os decía... Entonces, removemos la mermelada, rompemos la galleta, saboreamos cada cucharada y... olvidamos las calorías por un día. A mí me rechifla.



    Si hicieramos la tarta, podríamos adornarla con merengue o con bayas. Es una cosa que me apetece y no acabo de acordarme. Pues nada más, perdonad que me repita un poco haciendo pequeñas variaciones. La verdad es que este curso me he puesto a más cosas que cocinar y estoy muy entretenida. No obstante, no os dejo, seguiré publicando siempre que pueda. Besos para todos. 

jueves, 9 de noviembre de 2017

Rajo de pollo con tomate



     No sé si os conté, es probable que sí, que en Cartagena hacen un plato que se llama magra con tomate. Es una tapa muy típica allí. Ayer tenía un día bastante ocupado y quería hacer la comida en minutos. Fui a Froiz y compré 750 gramos de pollo adobado tipo "raxo"; vamos, con aceite, ajo y perejil. Recordando mis aventuras levantinas y que en la nevera había un frasco empezado de salsa de tomate estilo casero... no dudé en hacer una receta de fusión. En vez de magra, raxo de pollo. Para entendernos, la magra sería carne de cerdo en cuadraditos y yo he usado carne de pechuga de pollo. 



     Ponemos la carne a dorar en dos cucharadas de aceite. Salvo que venga muy aceitoso, que no añadimos más. Cuando va cogiendo color, incorporamos unas cuatro cucharadas soperas de salsa de tomate. Dejamos hervir a fuego medio unos... 8-10 minutos, salpimentamos al guso y ya tenemos nuestro pollo. 



     Os digo que estaba realmente sabroso, ya sea para tomar con unas patatas, un arroz, una ensaladita o un buen bocata con queso fundido. Lo haré más veces porque es una tontada muy rica. Hay por el blog una entrada similar que hice con zorza de pollo y tomate (ya sabéis que la zorza lleva pimentón) pero esta versión me ha parecido más suave y quizás más rica. Cualquiera de ellas está muy bien para un apuro. El tomate hace que la carne de pollo quede mucho más jugosa sin ser en plan "pollo en salsa de tomate" y tiene la ventaja de que el pollo se hace enseguida y queda muy tierno. Yo lo acompañé con plátano macho frito que nos gusta mucho. Os deseo a todos buenas noches aunque aquí no está muy bonita sino fría y lluviosa.