Medio kilo de buey de mar limpio
Una cebolleta
Un cuarto de pimiento verde
Un cuarto de pimiento rojo
Tres-cuatro huevos duros
18 langostinos cocidos y pelados
Aceite y vinagre
No tengo más foto que la de esta ración, tenéis que disculparme pero estos días han sido de acción trepidante y me ha faltado cabeza. Para hacer el salpicón necesitamos cocer los huevos, eso sí, y picarlos. También vamos a pelar los langostinos. Johnny me dijo que añadió el jugo de las cabezas aplastándolas entre los dedos. Los langostinos, las colas peladas, las cortamos en tres o cuatro trozos. No muy grandes pero que luzcan.
Cortamos también la cebolleta y los pimientos. Johnny hizo tiritas finas de unos dos centímetros, pero podéis picar a vuestro gusto. Sólo queda mezclar todo. No le añadió nada de sal porque tanto el buey como los langostinos son saladitos. Vinagre puso poco, de jerez. Y aceite de oliva virgen con cierta generosidad pero sin pasarse a lo loco. Removemos bien y probamos por si que remos poner algo más de vinagre o... salar una pizca. Pienso que no es necesario.
Tuvimos un acierto, creo yo, que fue llevarlo a la mesa ya servido, puesto con aro en platos de postre sobre el plato llano. Espolvoreamos con perejil y un hilo de aceite. Se podría adornar con un langostino pelado pero se nos pasó y se cortaron todos. No importa. Creo que quedó muy mono, más que llevarlo en una fuente, que hubiera sido un estorbo más en la mesa, y resultó muy cómodo. De sabor, ya os digo que todos se quedaron felices. Encantadísimos. Resultó un entrante realmente exquisito. Os animo a hacerlo porque no tiene dificultad y puede ser uno de los platos de Fin de Año o cualquier otra celebración.
He terminado por hoy pero os adelanto que preparé con los restos de pollo cocido del consomé el, ya tradicional en casa, pastelón de pollo al estilo moruno. Está mal decirlo pero quedó espectacular. La masa comprada, que estoy ya agotadita de cocinar. Creo que cuando pase todo el jolgorio escribiré un resumen de estas fiestas y os contaré todas estas menudencias.
Aunque las fiestas han sido distintas y poco concurridas, en casa lo hemos pasado muy bien. Nos hemos hecho regalitos muy divertidos, hemos cantado algo y los nietos nos han hecho reír, que es lo que apetece. Ya os iré contando más cosa. Siento no haber escrito antes, como otros años, pero últimamente no me da la vida para tantas cosas. Espero que lo hayáis pasado razonablemente bien y que hayáis podido celebrar lo que de verdad importa: El Nacimiento del Señor. Nos vemos pronto. Bicos.