Es un potaje que es "medio pariente" del pote asturiano pero no lleva berzas sino repollo. La berza es mucho más oscura y no siempre la encuentro. Además, lo he hecho como me ha parecido a mí, como hago siempre los potajes, cociendo primero las legumbres con el tocino y añadiendo lo demás después. De la misma manera que me enseñó Carmen a hacer el caldo gallego.
Ingredientes:
Un tazón de habas
Un paquete de compango para fabada
Un repollo pequeño
Tres patatas grandecitas
Aceite y sal
Para la ajada:
Cebolla
Dos dientes de ajo
Una cucharada de pimentón de la Vera
Comenzamos poniendo en remojo un tazón de habichuelas. Las mismas habitas que usamos para hacer cualquier potaje. No hace falta que sean muy grandes ni muy caras. Al día siguiente las ponemos a cocer en frío con un trozo de tocino o panceta. Se podría poner también un poco de lacón. Yo he comprado un paquete de compango para fabada. Ya sabéis que trae un chorizo, una morcilla y un trozo de tocino. Es quizás un poco justo pero yo he hecho potaje para un sólo día.
Dejamos cocer en abundante agua unos 50 minutos. Yo le pongo a esta primera cocción un chorro de aceite y algo de sal (la sal hay que rectificarla siempre al final). Al cabo de ese tiempo añadimos el chorizo y la morcilla, las patatas cortadas (tronchando un poco al final para que espesen el potaje) y el repollo limpio y cortado en tiritas. He utilizado un repollo chiquito de los que hay en los supermercados. Me gustan porque son el tamaño que necesito para un potaje y son suaves. La cocción de los potajes, por supuesto, ha de ser a fuego lento.
Vamos preparando la ajada: he dorado en tres cucharadas de aceite de oliva: una cebollita y dos dientes de ajo. Todo picado en trozos menudos. Cuando coge color apagamos e incorporamos una cucharada de pimentón de la Vera. Añadimos la ajada al potaje y dejamos cocer todo junto una media hora y apagamos. Es bueno que repose un buen rato. Antes de comer, calentamos y cortamos las carnes que podemos poner dentro o servir aparte para que cada uno se sirva lo que quiera. Ya sabéis que hay gente que no es partidaria del tocino o de la morcilla.
Como veis queda un potaje bastante clarito y más suave que el pote asturiano -que es delicioso-. Es muy fácil de hacer y un plato estupendo para estos días de frío. Siempre digo que una vez a la semana hay que tomar un potaje. Lo bueno es variar para no cogerles manía a los de siempre. En España hay multitud de potajes para copiar o para inspirarse cambiándolos un poco a nuestro gusto. Yo ya he puesto unos cuantos. Algunos se parecen más que otros pero todos son muy ricos. A veces los niños protestan pero hay que ir acostumbrándolos poco a poco a comer de todo. Es una buena forma de educar. Aquí queda la publicación que debí hacer ayer (no me dio tiempo). Feliz Carnaval a todos.
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