Me he acordado de este guiso que hice durante mis "vacaciones estivales" y que nos gustó mucho a todos los que lo tomamos. Ya os he dicho alguna vez que el pavo es el cordero de los pobres. Quiero decir con esto que está bien de precio y admite muchas preparaciones. A mí me gusta siempre con algún "disimulo": hortalizas, especias,... porque solo tiene un sabor peculiar -a pavo- que no me convence. Es fácil disfrazarlo con una pizca de esto y aquello. Es una carne muy magra que no engorda. Estos trozos los venden limpios y, creo yo, deben de ser muslos deshuesados porque son menos secos que la pechuga. Es un guiso tontorrón y rico que se hace en media horita. ¿Qué hacemos? Poner al pavo morado.
Ingredientes:
750 grs de pavo troceado
Una cebolla roja grande
Un pimiento de arnoya
Un vaso de vino tinto
Aceite, sal y pimienta
Tomillo y nuez moscada
Empezamos cortando las hortalizas en trocitos y poniéndolas a dorar en aceite. Cuando van estando casi doradas incorporamos el pavo. Dejamos que coja color a fuego entre moderado y alto. Es rico que se dore un poco. En cuanto a la cebolla y el pimiento, por supuesto, podéis usar la variedad que queráis. Un pimiento rojo no estaría mal.
Salpimentamos con prudencia y agregamos un buen vaso de vino tinto. Puede ser corriente y moliente. El que buenamente tengáis. Especiamos al gusto y dejamos hervir a fuego suave una media hora. Podéis pinchar un trozo de pavo para comprobar que está listo. Tiene que quedar tierno. Si lo hacéis con ternera también quedará muy rico pero tardará mucho más tiempo. Podríais usar la olla a presión. Ya veis que es una cosa bien sencilla.
Para acompañarlo hice un arroz en blanco y aliñe con sal y un hilo de aceite unos tomates de la variedad kumato que son de un rojo oscuro y hacen juego. Quedó una comida la mar de agradable, rica y colorida. Nada más, os dejo esta sugerencia tan "apañada" que espero que os guste. Muy buenos días a todos.