Translate

lunes, 26 de abril de 2021

Pastel de yogur sin gluten


   Este domingo hice este pastel de yogur que me pareció muy sencillo, barato y no demasiado calórico. De esas recetas que ves y te apetece probar a hacerla. No se necesitan muchas cosas ni son caras. Os voy a poner los ingredientes que yo he utilizado, un poco distintos de las receta original que llevaba limón. 

   Ingredientes: 

4 huevos

3 yogures griegos sin azúcar

Media taza de azúcar

Media taza de maizena 

Una cucharadita de vainilla

La ralladura de media naranja

(Papel de horno)

   Básicamente vamos a mezclar todos los ingredientes excepto las claras de huevo que las montaremos con una pizca de sal. Yo os voy a decir cómo me parece más cómodo empezar para evitar grumos: Cernimos la maizena y la ponemos en un cuenco con el azúcar, removemos bien hasta que estén perfectamente mezcladas. Añadimos las yemas de huevo, los yogures, la vainilla y revolvemos hasta tener una pasta homogénea. Incorporamos la ralladura de media naranja. La lavamos y secamos primero, antes de rallarla. 



   En otro cuenco batimos las claras con una pizca de sal a punto de nieve. A mano o a máquina... Yo lo suelo hacer manualmente para no perder la capacidad de hacerlo. Cosas mías. Una vez hecho esto, mezclamos ambas preparaciones, pero no de una sola vez, en varias veces y moviendo con la espátula suavemente. Que quede bien homogéneo. La clara tiende a flotar, por eso lo digo. 



   Mojamos ligeramente y arrugamos el papel de horno. Vertemos la mezcla, papel y molde, claro, y golpeamos ligeramente en la encimera para que no haya burbujas. El molde no es demasiado grande.



   Calentamos el horno a 180º y cocemos el pastel unos 40 minutos. Yo creo que los necesita para cocinarse bien por dentro. Si se os dora mucho, podéis cubrirlo al final. Pienso que no será necesario pero depende un poco del horno. Y queda, como veis en la foto, bastante mono. Dejamos enfriar y sacamos el papel encomendándonos para que no se nos rompa el pastel... A veces se ponen antipáticos.



 

   ¿Cómo queda? Si os fijáis en la primera foto, es más bien ligero, No llega a tener textura de bizcocho ni tampoco es la típica tarta de queso. Es más esponjoso. De tacto muy agradable. ¿El sabor? No sé, yo creo que recuerda a un helado o babarois de naranja, con el toque de vainilla -yo no soy partidaria de poner mucha porque la encuentro empalagosa-. En todo caso, lo he encontrado muy rico. Es relativamente ligero, para ser un postre, y bastante económico. 

   Os animo a probarlo a ver qué os parece. También deciros que podéis cambiar la ralladura de naranja por la de limón, o la vainilla por canela. Estas cosas siempre son al gusto. Yo, en general, soy más de canela. Ahora de vieja, que antes me daba horror :D

   Aquí os queda la receta. Siento no haber hecho mejores fotos. No me da la vida para más. El sábado y el domingo hice dos comidas muy ricas y ni una foto hice. Empiezo a echar papas. 

   Y que no se me olvide... ¡Es un postre sin gluten! Para todos los que tengáis este problema, va muy bien. Os deseo a todos una muy feliz semana. Bicos.

lunes, 12 de abril de 2021

Semana Santa 2021


   ¡Qué Semana Santa tan rara! Y sin embargo, no puedo decir que no fuera intensa, familiar y entrañable. También podría decirse que fue algo cansada... Os voy a contar algunas cosas que tomamos y que ya os he contado otras veces. A ver si la semana que viene ya vuelvo a lo normal. 

   Lo primero que os cuento fue esta "vichyssoise de aguacate", permitidme que la llame así, que les gustó mucho a todos. Es fácil de hacer y muy agradable para tomar tibia o fría. Una cosa que no hacía desde antes de casarme. Queda pendiente contárosla en detalle porque está muy bien para aprovechar los aguacates maduros. 



   Unos de los días preparé pudin de merluza con palitos de cangrejo. Creo que quedó realmente rico. Es un clásico de mi casa pero como improviso siempre un poco, no siempre queda igual, lo cual es divertido. Es lo que tiene lo casero. 



   En otra ocasión, y esto no está muy ordenado, hicimos pescaditos fritos. Petición de los fillos. Bacaladitos, meigas, parrochitas y anillas de pota. Estas del mercado ya os he dicho que son super tiernas. Nos encantan. Empané también un par de berenjenas. De esas cosas que ya puestos a freír...



   En otra ocasión preparé un arroz con sobras: hortalizas variadas y choricitos blancos y rojos que habían sobrado de una raclette que no fotografiamos. Estos arroces me suelen salir muy ricos. 



   Una cenita improvisada un día que sobró mucho pan: tostas de tomate y queso, ligeramente doradas al horno. Unas con morcilla zamorana y otras con anchoas. Estaban riquísimas. 



   El Jueves Santo quise que fuera un poco especial la comida. Ya sabéis que es el día del Amor Fraterno, ¡casi nada! Hice una paletilla de cordero que nos encantó. La froté con una pizca de romero y tomillo con una cucharada de aceite de oliva. Sal gorda, dos dientes de ajo y agua en la fuente no dejando que se seque. Ya sabéis. No hago muchas veces cordero pero voy a procurar cocinarlo más porque estaba muy rico.

   Preparé las tortas de pan, ya sabéis, pan ácimo, y unas hortalizas en la sartén que están muuy buenas. Ya andan por el blog. Zanahoria, cebolla y nabo. Se sorprendieron de lo ricas que estaban pues no las recordaban. El arroz, también está en el blog. Es un arroz amarillo con bacon y guisantes que asombra lo rico que queda. Y tan sencillo... 

 


   El Viernes Santo tomamos tortilla de patatas con ensalada y un gazpacho. Ya hemos tomado gazpacho varias veces. Han venido días de mucho calor y es muy sano.



   Queda por contar el Domingo de Resurrección. Era un poco una comida de fin de fiesta. Preparé una pizza casera muy sencilla que les encantó. Alitas de pollo al horno adobadas con ajo, jengibre y limón. Nos gustan mucho casi con cualquier adobo. 



   A principios de semana había marinado un trozo de salmón que saqué del congelador para ese día. Es de esas veces que queda especialmente rico. Puse una pella de mantequilla y Johnny trajo un pan gallego delicioso. Os digo que de esta comida no sobró absolutamente nada. 



   Comentaros, por último, que hice una "coca" o pizza sin queso con todos los demás ingredientes y quedó así de mona y, por lo visto muy rica. 



      Hubo también alguna excursión y un par de comidas al aire libre... A mí me llegó muy bien. Ahora estoy tratando de comer ligero para desandar lo andado. Es la lucha de todas las primaveras ¡Qué cruz!

   Pues hasta aquí llegó mi crónica de una semana que fue rara y algo tristona, sin procesiones, sin amigos, sin grandes reuniones... pero familiar y la mar de entretenida. os mando un saludo cariñoso. Bicos.