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lunes, 24 de junio de 2019

Poke y otras novedades


   Hace unos días descubrí lo que era el poke. Yo pensaba que se trataba de un plato tipo nipón... Pues para nada. Es de origen hawaiano y es una especie de ensalada que se presenta de aperitivo. Os digo que me hizo gracia porque en el blog hay una ensalada hawái que no es otra cosa que un poke. Cousas veredes, que decimos los gallegos, incluso los gallegos de adopción. Esta ensalada que había subido llevaba: arroz, salmón ahumado, pepino, lima, soja,... Pues ya veis, yo viéndola tan mona pensaba en esos platos de Japón que llevan varios colores y un orden muy preciso. Al final, las cosas se parecen unas a otras y nosotros, con toda la información que tenemos, reinventamos y combinamos las distintas propuestas a nuestra manera. 



   Otra cosa curiosa. Hace un par de meses, más o menos, probé las habas tiernas de soja, edamame, que es un aperitivo japonés, ahora sí. Yo pensaba que alguien se había equivocado y las había traído en vez de los guisantes congelados que siempre solemos tener y tan buen servicio nos hacen. Pues no, las había comprado mi hija para probarlas. Yo las cocí en agua ligeramente salada, unos 5 minutos, que dice el envase, y me tomé una entera, con vaina y todo ¡puaj! Me acordaba de "Los ladrones de cuerpos". Pero nada, sigo con el mismo cuerpo... Resulta que se toman peladas, las habitas y, aparte de ser un snack nipón, se pueden tomar en una ensalada, en un poke,... En la foto siguiente tenéis una propuesta que estaba muy rica. ¿Las habitas solas? Pues a mí me gustan, una vez superada la sorpresa, las tomas como si fueran cacahuetes y recuerdan a unos guisantes tiernos algo dulces. Algunas veces las tomo de cena. Eso es porque estoy procurando comer ligero, cenar ligero...


   También hemos probado las algas wakame, las venden ya preparadas en un sobrecito. Lo que es abrir, descongelar y tomar. También las hay frescas pero congeladas son prácticas para tener en casa para un apuro. Por ejemplo en la foto siguiente: compramos rollitos de primavera (raras veces los hago), sushi, hicieron mis hijos una carne agridulce muy rica... Y tomamos una cena oriental improvisada, fácil y divertida. A nosotros nos divierten estas canfurnadas. 

   Los rollitos se pueden freír o pintar con una pizca de aceite y meterlos al horno. Así resultan más ligeros, que no más ricos.


   Y otro poke que hizo mi marido: arroz, hojas verdes, salmón ahumado, algas wakame. No os he dicho que las algas estas tienen un sabor peculiar muy fresco y de mar que resaltan estas ensaladas. A mí me han encantado, la verdad.



   En este estilo, poke, un plato único. Hice un arroz basmati en blanco, doré carne con cebolla, setas, jengibre y salsa de soja y compuse este plato, tan colorido con tomatitos cherry, algas wakame, unas gotas de limón, soja y un poco de sésamo negro. Les gustó mucho y queda la mar de vistoso.



   Otra propuesta "pokense": una base de arroz con tomatitos, aguacate, trucha ahumada, anacardos y las alguitas... También quedó muy agradable. Quizás me sobró arroz.



   Pues estas son las novedades. Lo del edamame me pareció curioso y rico. También puede formar parte de un poke, creo que ya lo he dicho. Las algas muy ricas para mi gusto. Lo del poke... pues me parece muy mono para poner en una cena de aperitivo, preparando cuenquitos individuales con ahumados, langostinos pelados, hortalizas crudas,... procurando ser creativo y que quede la presentación primorosa. También como acompañamiento de un asado me parece muy vistoso, rico y original.

   No sé si me queda algo por decir... Sí, algo realmente importante. Varias cosas.

   Lo primerísimo: El blog ha llegado a 700.000 visitas. SETECIENTAS MIL. Son una barbaridad y os agradezco infinito que me sigáis leyendo. A veces les digo a mis amigas que dudo si dejarlo una temporada pues ya son seis años de pensar, cocinar, escribir,... Ellas me dicen que ni se me ocurra dejarlo. Que lo tome con calma pero que siga con el blog por encima de todo. Bueno, por encima de todo no, es una forma de hablar... Así pues, MIL GRACIAS A TODOS y aquí seguiré por el momento.

   Lo siguiente es felicitar hoy a las Juanas y a los Juanes. Todas y todos porque eso de poner a todos delante, según lo que yo aprendí no es educado. Pasad un día muy feliz.

   Ahora sí terminé. No sé si deciros "aloha", "sayonara" o... hasta pronto. Nos vemos por aquí. Bicos.

sábado, 15 de junio de 2019

Brownie II con panela y almendras


   Hoy me he acordado de pronto de que llevaba bastantes días sin escribir y me he puesto enseguida a ello. Yo pensaba comer hoy al aire libre pero resulta que ha amanecido un día fresco y gris, grisérrimo. Así pues, nos hemos quedado en casa de momento a la espera de dar un paseo cuando avance la tarde... A lo que iba, que es un momento estupendo para subir esta receta, que ya está en el blog y que, por alguna misteriosa razón, no tiene muchos lectores. Me parece misterioso porque es un brownie exquisito. Lo digo en serio. Ya sabéis que el brownie no es exactamente un bizcocho pero lo pongo con los estos para que sea más fácil de encontrar. El brownie es... una delicia de chocolate, con mucho fundamento, que cuando lo saboreamos nos llena la boca de sabor y aroma a chocolate. Si no es intenso, no es brownie, es un bizcocho de chocolate. Yo diría que el brownie, que habrá versiones, se tiene que caracterizar por su intensidad. 

   También os quiero decir que es más clásico poner nueces en el brownie. Yo no suelo ponerlas porque no es la primera vez que me encuentro en alguna reunión con alguna persona alérgica a las mismas que se queda sin probarlo y... me da pena. Esta vez, que era para casa, me apeteció ponerle algún fruto seco y opté por las almendras que me parece el más rico entre todos ellos por su sabor delicado y elegante. Esta es una opinión totalmente personal de alguien que tiene sangre de Teruel, por más señas de Valdealgorfa. Voy ya con la receta porque hoy me estoy liando a escribir.

   Ingredientes básicos para un brownie de 3 huevos:

3 huevos
90 gramos de chocolate negro
150 gramos de mantequilla
60 gramos de harina
120 gramos de azúcar

   Estas son las medidas para un brownie entre mediano y pequeño, lo que es mi molde de corazón. Suelo hacer el brownie de 5 huevos, es grandecito, y es cómodo porque lleva el paquete entero de mantequilla, y una tableta de chocolate entera de un chocolate negro que hay en Mercadona que me encanta para postres y es barato. Un día os pongo la foto de la tableta. Así pues para 5 huevos haríamos:

5 huevos
150 de chocolate negro
250 de mantequilla
100 de harina
200 de azúcar

   Os podría poner la cantidad por huevo, para que vayáis multiplicando, es lo que hago yo cuando cambio las cantidades, pero supongo que no tendréis dificultad en hacerlo. Si yo puedo que soy de letras... Y dejo ya este lío numérico y sigo a lo mío. Perdonad.

   Lo primero de todo es poner  a fundir al baño maría la mantequilla y el chocolate. Se puede hacer en el microondas pero de este modo es más cómodo, algo más lento, y no tenemos que estar: abro, remuevo, otros 30 segundos, abro, remuevo,... que no se me queme... Lo que vosotros queráis.

   Podemos ir encendiendo el horno a 180º ... En el cuenco que fundimos el chocolate, una vez fuera del fuego, incorporamos el azúcar, en este caso he puesto azúcar panela, le va bien el blanco, el moreno,... Ya sabéis que el azúcar blanco endulza más. Pues eso, ponemos el azúcar y removemos bien. Lo siguiente es la harina. Esta vez he añadido a la harina una pizca de pimienta negra que le va muy bien al brownie. Esto lo hago algunas veces, según sople el viento... Otra cosa que he añadido, y no siempre lo hago, es una cucharilla de baking powder, es decir, levadura royal. En principio no la lleva pero si le ponemos un poquito, sube una pizca y cunde un poco más. No obstante, el brownie no es esponjoso, es tochito untuoso y mantecoso. Ya os digo, una cucharilla.

   Esa harina con la levadura y la pimienta la añadimos a la mezcla y removemos bien. Mejor cernimos antes para evitar los odiosos grumitos. Lo siguiente es añadir los huevos, de uno en uno. Cada vez, removemos enérgicamente, sin batir, para que se mezclen completamente. Debe quedar una mezcla espesa, brillante y casi diría que bonita. Lo que veis en la siguiente foto:


   Y como podéis observar lleva el topping de almendras ligeramente azúcaradas. Mezclamos una cucharada de azúcar con una minipizca de canela. Poca para que no reste protagonismo al brownie. con esto espolvoreamos la almendra laminada. Si no os gusta la canela, no la ponéis. Apenas se nota porque es muy poquita pero aporta algo de aroma. Yo, con los años, me he convertido en una apasionada de la canela. La odiaba de niña. La vainilla me gusta menos, para cuatro cosas, pero la canela me transtorna. 

   Pues ya listo el brownie para ir al horno. El molde ligeramente engrasado, claro. 24-25 minutos el de tres huevos y 30 minutos el de 5 huevos. Esto lo tengo bastante en el disco duro. Nada más, algunos dicen más nada... Lo dejamos enfriar y lo tomamos de postre, con el café, de merienda o como mejor nos parezca. Ya os digo que ha de ser chato, espesito, grasito,... Y no se debe tomar con frecuencia. Eso sí que es una verdad universalmente reconocida. 


   El brownie, esta receta, lo he llevado a multitud de fiestas, excursiones cuando mis hijos eran pequeños,... hasta me lo han encargado alguna vez. Siempre gusta, nunca sobra y... se puede tomar con una bola de helado, especialmente si está templado, me apasiona con helado. Si os gusta el chocolate, no dejéis de hacerlo. Ahora ya sí me despido porque estoy divagando demasiado. Os deseo a todos un muy feliz fin de semana. Bicos.

viernes, 7 de junio de 2019

Almejas con pulpo



   Hoy os traigo una receta que tomé hace varios años en un conocido local de Valdoviño. Como os podéis imaginar, no tengo ni idea de cómo hacen ellos la receta, ni siquiera estoy segura de que fuera muy parecida porque hace ya un tiempo desde que fui. Lo que os digo es que he intentado hacer un guiso parecido, con almejas y pulpo, y en casa se han quedado felices con el resultado. No tiene dificultad, aparte de poner atención, como pasa siempre que cocinamos, pero es un poco cara para un día cualquiera. Quiero decir que ni las almejas ni el pulpo son alimentos que compremos y resulten baratos. No obstante, os digo que queda un plato tan rico que me parece fantástico para una ocasión especial. Yo lo hice para una comida familiar y me quedé realmente satisfecha con el resultado. 

   Vayamos pues con los ingredientes:
Un kilo de almejas
Dos tentáculos de pulpo cocidos
Una cebolla bien grande
Un diente de ajo
Una cucharada de harina
Una cucharada de pimentón de la Vera agridulce
Medio vaso de vino blanco (albariño, ribeiro, godello,...)
Aceite de oliva de calidad
Perejil fresco


   Como ya os he dicho, he hecho la receta como Dios me ha dado a entender, así pues os la voy a explicar también a mi manera. En una sartén grande o en una tartera, tened en cuenta que necesitamos una tapa, pochamos la cebolla finamente picada a fuego medio. Si la cebolla no es grande, ponéis dos medianitas. Cuando la cebolla lleve unos minutos, añadimos el ajo picadito, que como sabéis se quema fácilmente. Vamos a poner que la ponemos con el fuego en el número 7 -mi cocina llega al 9- La dejamos hacer unos minutos de manera que se haga sin coger color. En ese punto en que nos parece que va estando, incorporamos una cucharada de harina, llena pero no en copete, y bajamos el fuego al 5. No suelo poner números pero bueno... Dejamos que la harina se dore sin quemarse. No tiene por qué en el número 5 pero vigilando y removiendo.


   Hecho esto, oliendo ya la harina a dorado... Separamos la sartén del fuego y añadimos una cucharada de pimentón. No excesivamente llena. Ya sabemos que el pimentón se quema alegremente. Bien, ya es el momento de poner las almejas y el vino. Volvemos al fuego que subimos un poco y tapamos para que las almejas se abran. Son bastantes y no se abren tan alegremente si no les llega bien el calor a las pobres... 


   Tengo que deciros que el pulpo lo compré cocido de la marca Pescanova. Por eso os pongo 2 tentáculos, son los que vienen. Nunca lo había comprado así y no es barato. Os digo la verdad, estaba muy rico, pulpo gallego, y venía con algo de jugo. Leí si el jugo era "tomable" y como decía que sí, lo añadí al guiso de almejas. Una vez que están abiertas con el jugo del cefalópodo, añadimos el mismo cortado en trocitos y dejamos hervir varios minutos para que se caliente. Yo no tenía pero le va muy bien, en el último momento, un puñadito de perejil fresco picadito. Yo, si no es fresco, paso de ponerlo. Soy así.


   Para acompañar el guiso, y para que cunda un poco más, hacemos una taza de arroz en blanco con su ajito picado dorado en aceite de oliva. Ya sabéis cómo. Os digo que fue un éxito rotundo. Me dejaron los platos limpios y se quedaron todos felices. 




   Y aquí os dejo dos instantáneas del plato con su arroz en blanco. Para que os hagáis una idea de lo mucho que les gustó... Me propusieron que pusiera esta receta en alguna de las fiestas navideñas. La salsa con el arroz está exquisita, también mojando pan, claro está. Y es que la harina dorada hace unas salsas muy finas, siempre teniendo cuidado de remover para que no se hagan grumos y quede totalmente tersa. 



   Pues aquí os dejo esta receta que sé que mi hija me agradecerá. Os animo a hacerla porque queda divina. Podemos hacer medio kilo de almejas, más "salsosas" si es para un aperitivo. De esos de mojar pan. Es un plato con el que me he quedado muy contenta. Perdonad que me demore tanto en escribir pero voy teniendo bastantes cosas que hacer. Queridos amigos, gracias una vez más por leerme. Hasta dentro de unos días.