Aquí estoy de nuevo. Hoy os voy a poner, para que no se me olvide, como hice el roscón este año. Quedó muy rico y tierno y se terminó enseguida así que... Me parece bien recordarlo. Es parecido a todos con pequeñas variantes. Lo voy cambiando según lo que tengo en casa, siempre olvido algo, y también porque, al tener el blog, me apetece daros distintas opciones. Este no lleva leche condensada pero viene siendo muy parecido. Temí que me resultara difícil ya que cada año voy amasando menos -los malditos kilos- pero ha quedado bárbaro.
Ingredientes:
12grs de levadura fresca
Medio vaso de agua
Medio vaso de leche
Un huevo grande
60grs de mantequilla
Ralladura de media naranja
75-100grs de azúcar
Una cucharilla de anís en grano
Una pizca de sal
Harina de fuerza
Para terminar:
Un huevo batido
Almendras
cerezas confitadas
Una cucharada de azúcar
Unas gotas de anís
Lo primero que quiero deciros es que la harina la puse más bien a ojo, añadiendo según hacía falta. El paquete estaba sin empezar así que lo acabo de pesar. Quedan 565 gramos. Qué suerte que estaba entero, ya tenemos el peso bastante aproximado y por eso tan curioso: 435 gramos son los que faltan del paquete. No penséis que esto es matemático, puede variar un poco. He puesto más harina que otros años pero fijaos que no he usado harina floja en ningún momento -salvo para las manos-, que era un poco más de mantequilla -porque era un trozo que quedaba y la puse toda- y el huevo era grande que andan por los 60 gramos.
Voy a contaros ahora el modo en que lo he hecho por el método directo. Esto es curioso porque es mucho más fácil. No quiero liarme mucho porque os lío a vosotros, deciros que usé una tira, un poco escasa, de piel de naranja que molí con el azúcar. Esto lo vi en una receta que compartió una cuñada, ¿vale la pena? Pues no lo sé, no he visto gran diferencia en poner el azúcar molido respecto al resultado, con la naranja, pues lo mismo. Rallada también me encanta y creo que vale la pena rallar, al menos, media*. Dicho esto, que no tiene gran importancia os cuento lo que he hecho: En un cuenco bien grande he puesto: el agua, la leche, la levadura, la mantequila,... Todo el bloque de ingredientes de la primera parte. Sin más, ni esponja ni masa madre ni nada. Todo junto. Cogemos la batidora de varillas con las palas de amasar y le damos caña unos 10 minutos. Podéis empezar poniendo 350 gramos de harina y ver cómo se va comportando la masa. El punto es que se empiece a separar de los bordes. Pero ir echando a poquitos, no vaya a ser o demo. Cuando os parece que ya tiene la consistencia "amasable" la pasáis a la encimera y con harina normal la amasáis a mano un poco. No hace falta que sea mucho rato. Os digo siempre que tiene que ser una masa muy tierna y algo pegajosa pero si veis que está muy pegajosa y difícil de manejar, añadís un poco de harina de fuerza (uno, dos, tres, puñaditos a poquitos para ver cómo va). Si no, saldrá un roscón demasiado denso y poco esponjoso. Lo bueno es que cuantos más hagamos, más fácil nos será cogerle el punto.
Una vez lista la masa, la envolvemos en aceite con las manos y la dejamos reposar. Yo la cubrí con un film y con un paño, para que no se enfriara.
La dejé toda la noche y al día siguiente parecía un queso. La amasamos un poquito, da igual que pierda aire, y formamos el roscón con ayuda, una vez más, de aceite. Lo ponemos en la bandeja del horno sobre papel de hornear y adornamos como queramos. Yo tenía poca cosa: unas almendras y cerezas. No olvidéis pintarlo antes con huevo batido. También ponemos el azúcar humedecido con anís. Hay quien prefiere usar ron. Nunca lo he hecho porque en Ferrol es tradición usar anís. Esperamos a que se doble. Tengo que confesaros que yo sólo he esperado 20 minutos porque, al hacerlo por la mañana, están todos impacientes. Calentamos el horno unos 12 minutos a 225º y al meter el roscón lo bajamos a 175º -esto es mi horno- y lo dejamos unos 22 minutos. Esto es aproximado, claro. Yo a los 18 minutos, vi que estaba poco dorado y los últimos 4 minutos subí a 225º. Tened en cuenta la personalidad de vuestro horno.
Sólo nos queda servirnos un café con leche bien caliente y disfrutar del roscón que es mejor que repose un poco antes de cortarlo. Algunas veces dudo si hacerlo por la noche y después me da pena y lo dejo para la mañana... Ese olor del horneado y el roscón templado son un placer mañanero del que no puedo prescindir. Creo que quedó fantástico. No está bien que lo diga yo pero mi marido ha estado de acuerdo. No sé cómo lo haré el año que viene pero este año me ha encantado. Aquí queda este Roscón de Reyes por si a alguien le apetece variar.
Tengo fotos variadas, del roscón y del aspecto de la miga, muy tierna. Creo que este año, no sé por qué, quedaron mejor las fotos del móvil. Misterios de la ciencia.
Le hemos hecho unas cuantas fotos pues nos gustó mucho en todos los sentidos.
Como decía Forrest Gump, de esto no tengo nada más que decir. El desayuno de Reyes es una tradición que siempre me emociona, dejo la mesa preparada y la sala recogida para que sus majestades encuentren todo "correto". Este año han sido, una vez más, generosos. En cuanto al blog, Diciembre ha sido un mes estupendo, he tenido más visitas que el año pasado, vamos por algo más de 350.000, que no es poco. Lo mejor del blog para mí es cuando alguien me para por la calle para decirme cuánto le gusta, que ha hecho una receta o, simplemente, que le divierte leerlo. Es posible que algún lector ferrolano me reconozca por la calle y yo no a él. Yo estoy encantada de saludaros a todos, pero soy algo despistada. También he tenido la alegría de saber que en Estados Unidos muchos amigos españoles han hecho mi roscón. Desde aquí les mando un fuerte abrazo. ¡Gracias Lupe por tus mensajes! Os doy las gracias a todos por vuestro cariño que, para mí, es lo que más vale de este blog, lo mucho que me dais. Si alguna receta no os gusta o nos sale, os pido que comprendáis que no todos tenemos el mismo modo de cocinar y que alguna vez me puedo explicar mal, aunque intento hacerlo bien. Creo que por hoy ya he escrito bastante. Os deseo un buen año 2016 a todos. Yo seguiré con mis recetas que nunca sé por dónde van a seguir. Gracias a todos y ¡buenos días!
*Por si no se entiende, he pulverizado el azúcar y una tira larga de piel de naranja. Me ha parecido poca naranja y yo pondría más. Esto aparte de pulverizarla o rallarla. Esto lo leí en una receta y decidí probar, poner el azúcar molida con la naranja, por si era más ligera para que levara mejor... No creo que se note gran diferencia. Faltan el agua de azahar y la ralladura de limón. Siempre se puede añadir al gusto. Respecto al agua de azahar, como explico en un comentario, "no la doy encontrado" pues la olvido y el último día no queda en ningún establecimiento. También me encanta poner almendras laminadas. No las encontré y puse almendras enteras, pinchadas en la masa, que se doraron y estaban muy ricas. Lo sé, este blog se podría llamar "la cocinera precipitada".