Tengo que decir que este plato surgió de una improvisación. Lo que hice fue preparar un sobre de puré de patatas siguiendo las instrucciones. En una fuente de horno mediana, con una pincelada de aceite, puse la mitad del puré. A continuación puse una capa de pisto. Como veis, acabé con el resto del puré y un buen puñado de queso rallado. simplemente, se gratina y ya está listo el pastelón.
El pisto lo hice con:
Una cebolla grande
Un par de pimientos de freír
Un calabacín
Unas cuatro cucharadas de tomate triturado
Aceite, sal y una pizca de tomillo.
Ya sabéis, doramos la cebolla y el pimiento, añadimos el calabacín, salamos y dejamos hacer un ratito. Después incorporamos el tomate (y en este caso el tomillo) y dejamos un ratito más. Un pisto muy básico. Todo cortado en cuadraditos, claro.
Nunca lo había hecho así pero me gustó mucho. Sobre todo porque no sabía qué íbamos a comer y en media hora estaba listo y solucioné la comida con lo que había en la nevera. Qué complicado es comer todos los días del año.
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