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Mostrando entradas con la etiqueta Quesos. Mostrar todas las entradas
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lunes, 4 de julio de 2022

Provolone con patatas


   Creo que ya hay en el blog una receta sencilla de provolone al horno. Es un queso que nos gusta mucho aunque no hacemos demasiado. Esta versión es todavía más engordante y me la pidió el menor de mis hijos que la había visto en un vídeo. Es fácil de hacer y los ingredientes son:

Una rodaja de queso provolone

Dos tres patatas

Cebolla confitada

Chorizo rico

Alcaparras 

Pimienta negra


 

   Es de esas cosas fáciles pero que no se deben tomar con frecuencia. Yo lo primero me puse con la cebolla. Era tan poca en la sartén que quedó más dorada que confitada, aunque le añadí azúcar y vinagre y la dejé un ratito. En todo caso, hasta se puede comprar preparada.

   Por otro lado, pelamos y cortamos las patatas en estilo "panadero". Si son nuevas, mi caso, las lavamos bien y podemos dejar la piel si nos gusta. 

   Hecho todo esto, freímos las patatas hasta que estén ligeramente doradas -el provolone se funde enseguida- y montamos en un recipiente que pueda ir al horno, sea metálico o no. Ponemos las patatas que salamos ligeramente, el provolone encima, unas ruedas de chorizo alrededor -a mí me parece que todo encima no cabe bien... Añadimos la cebolla dorada o confitada y un puñadito de alcaparras al gusto. No en exceso porque una rueda de provolone mide lo que mide. ¡Ah! y la pimienta. Esto ya esta listo para llevar al horno hasta que se funda y se dore ligeramente. 

   Hay posibilidades diversas, como poner un poco de tomate entre las patatas y el queso. No os aconsejo mucho para que no se coma los sabores. Se podría poner alguna anchoa, orégano,... Yo lo preparé tal y cual me dijo mi hijo pero admite variaciones. ¿Qué deciros? A mí me rechifló. Las patatas doradas con el queso estaban espectaculares. No lo puedo repetir mucho por lo calórico pero lo encontré riquísimo. Esto es lo que hay: comer y engordar. 

   Respecto al blog... Me va faltando tiempo para sentarme a escribir. Mi vida familiar va siendo intensa y es rara la semana en la que no surge algo. Es una bendición, por supuesto, pero se me olvida contaros cosas que hago. En todo caso, creo que ya hay mucho trabajo hecho y que podéis utilizar el blog, mi blog, siempre que os sea de utilidad, lo cual para mí es muy satisfactorio. 

    El verano ha llegado aunque en Galicia se está haciendo el remolón. Hemos ido apenas un par de días a la playa. Espero contaros pronto más cosas. Nosotros no vamos a viajar y pensamos pasar un verano tranquilo y familiar. Sencillo. Nos vemos pronto. Bicos.

jueves, 16 de agosto de 2018

Pastel de queso al limón



   Hay un pastel o tarta de queso fría en el blog muy parecida pero, como quedó muy rica, la comparto otra vez. Tiene pequeñas diferencias y es muy fácil de hacer. Sabe más a limón por el modo de hacerlo. Vamos con los ingredientes:

Un sobre de cuajada royal
200ml de nata líquida
300ml de leche
250grs de queso de untar
Media taza de azúcar
Dos tiras de piel de limón
Una cucharilla de canela rica

Caramelo para el molde

   Bueno, pues lo vamos a hacer de la manera más fácil del mundo. Ponemos todo en un cuenco o un vaso de la batidora. Incluidas las dos tiras de piel de limón y la canela. Todo menos el caramelo que lo pondremos en el molde. Bien, el limón lavadito, todo junto lo batimos bien. Después, en una tartera lo llevamos a ebullición, condición de la cuajada, sin dejar de remover a fuego medio. Tened cuidado porque tiende a pegarse. Lo que se pega, se queda en la tartera. NO se rasca porque sabe a quemado, ya lo sabéis. 

   Si tenéis termomix, os hace ella todo este trabajito sin pegarse ni nada. Pasamos esta mezcla que ha hervido al molde usando un colador. Esto es muy importante porque no queremos ni grumos ni que aparezca una tira de piel de limón que no se haya batido por lo que sea (a veces no le da la gana). Estas tiras las tenemos que hacer con un pelador, dejando lo blanco en el limón para que no amargue.

   Esto va a la nevera varias horas. Ya sabéis que se cuaja enseguida, para eso es cuajada. Le damos la vuelta en una fuente mona y ya tenemos nuestro pastel de queso que sabe bastante a limón y es muy fresquito. Yo suelo poner galletas sobre la pasta aún caliente, de manera que se ponen algo blandas y sirven de base al darle la vuelta. No es obligatorio pero quedan ricas. Pueden ser de canela, digestivas,... Las que os gusten. Hasta aquí he llegado con esta receta tan fácil a la que siento no haber hecho más fotos. El verano es tal caos que tengo el blog medio abandonado y yo misma estoy algo descentrada. Pronto llegará septiembre, la bendita rutina, y comenzaremos a quejarnos de lo corto que es el verano. Somos así los humanos. Os dejo una foto de unos caballos, madre e hijo, que hice en Punta Candelaria un día de excursión: 


   Y otra de las islas Mirandas en la ría de Ares, que es uno de los sitios que más me gusta de la zona. Espero empezar a publicar un poco más a partir de septiembre. Deseo que tengáis un feliz agosto, o lo que queda de él. Besos y abrazos a todos. 

viernes, 15 de diciembre de 2017

Tontería de queso y hojaldre acompañada



     ¿Os acordáis de la tontería de hojaldre? Es una receta que ha tenido bastante éxito y muchas amigas me dicen que la han hecho. Yo tenía la idea de mejorarla para que no tuviera tanta cantidad de masa el queso encima. La solución la vi en uno de esos vídeos que aparecen por ahí: Rodear la tontería de salchichas. Es tan fácil que no hay mucho que explicar.    

     Ingredientes:
Un queso camembert
Una base redonda de masa de hojaldre
Una cebolla confitada
Un par de buenas salchichas
Huevo batido, sal y pimienta.


     El queso sobre el hojaldre, vamos haciendo cortes. Yo los he hecho de cuatro en cuatro para que fueran pares. De esta manera, una tira iba al queso y otra llevaba una rodaja de salchicha enrollada. Al llegar a la base del queso la giramos, la rodaja de salchicha, para que mire hacia arriba. 



    Pintamos con huevo batido, salpimentamos la masa  y llevamos al horno unos... 20-25 minutos a 180º o un poco más si vemos que no se quiere dorar. Me he olvidado decir que sobre el queso ponemos cebolla confitada... ¡qué cabeza la mía!



     Ahí la veis en el horno... Sobre el papel que viene en el paquete de masa. No manchamos casi nada. 



    Y aquí está ya lista para tomar. Os digo que queda igual de rica que la otra pero con la compañía. Pueden gustar las salchichas más o menos pero la presentación me parece mucho más mona. 



     Ya os iré contando más cosas. Sigo haciendo tontadas y comiéndolas. El corte lo veis debajo. La cebolla confitada era roja que queda más vistosa. Es un aperitivo tontito que gusta a todos.
Os deseo a todos un buen fin de semana. Es el último antes de Navidad.  



martes, 19 de septiembre de 2017

Ensalada con mozzarella y mazorquitas

 
     Vamos haciendo ensaladas, con la esperanza de adelgazar, y parece que todas son casi iguales. Entre las cosas que podemos añadir a la ensalada -cosas ligeras- están los quesos frescos y los productos en vinagre. En este caso, añadimos a la ensalada, que es normal y moliente, unas bolitas de mozzarella y unas mazorquitas de maíz. Las dos cosas me gustan, son agradables y dan un toque diferente de textura y colorido. 

     El aliño que he puesto es el clásico: aceite, sal y vinagre. En el caso de tener queso, prefiero un vinagre claro que no oscurezca esas bolitas tan primorosas. Ya veis que es una tontada pero es así la cocina, variar un poquito y seguir tirando... 


     Estas bolitas de queso son muy monas para hacer pinchos, con tomatitos, una anchoa o un boquerón y un hilo de aceite... También las he visto en pinchos largos, simplemente para mojar en una salsa vistosa. Los que seguís con la comida ligera, ¡ánimo! La verdad es que es un aburrimiento pero es lo que hay. Buenas tardes a todos. 

lunes, 15 de mayo de 2017

Ensalada de tomate con mozzarella y albahaca


     Seguimos con las ensaladas. En cuanto como así un par de semanas, odio los vegetales. Es un aburrimiento. Bien, esta ensalada está hecha básicamente con: tomate, queso y albahaca, al estilo italiano o lo que sea (me apunta una amiga que se llama insalata caprese). Aparte he añadido alguna tontada: cebolla y pimiento picados por un lado, y chía por en medio. Los tomates que he usado son los que tenéis abajo. El gordito de la izquierda es un tomate rosado -este no es de Híjar-, el anaranjado es un tomate raf y al oscuro más pequeño es un tomate mar azul. Bueno, son los que ha encontrado mi marido. 


     Si os fijáis en la foto inferior, el rosado es muy carnoso y el raf sigue siendo -por dentro- más naranjita. ¿Cuál me gusto más? Pues no lo sé, quizás el rosado es más tierno. También va a depender del punto de maduración del tomate, claro. 



    Si os fijáis bien en la foto siguiente, a la derecha tenemos el tomate mar azul, que por dentro de azul no tiene nada, afortunadamente. Me estoy acordando de aquel libro de Tintin y las naranjas azules.  No era de mis favoritos, soy más de Tintin en el Tíbet



     Tomates aparte, volviendo a la ensalada, decir que es muy rica y que la albahaca recuerda al limón, al menos a mí me recuerda al limón. Es una buena combinación y la albahaca se pone según guste, más o menos. Nosotros compramos una plantita que dura... nada. Yo no sé por qué. Esta ensalada me parece una buena cena, agradable y fresquita. Aceite y sal no deben faltar. Los delgados pueden mojar pan o tomarse después un bocadillo... Os deseo a todos muy buenas tardes. 

lunes, 24 de abril de 2017

Planchando al aire libre



     Hace años que tenemos una plancha princess. Nos gusta usarla más bien al aire libre. Son comidas divertidas en las que cada uno hace las canfurnadas que quiere y las combina a su gusto. Este sábado pasado tuvimos un día divino, veraniego. Aprovechamos para comer fuera y chamuscarnos un poco al sol. Yo, a estas alturas de abril, tengo muchas ganas de sentarme al sol un ratito cada día y, aunque estoy en edad de arrugarme, hay unas cremas protectoras bárbaras y el sol nos viene a todos muy bien. Una de las cosas que hicimos previamente fue ir a Lidl y comprar varias pichiscadas: Salchichas, unas pitas con cilantro (nunca las viera), aceitunas griegas,... Lo bueno de este super es que tiene ofertas de diferentes países que son originales. Pruebas y hay cosas que sí y cosas que no, pero es divertido. 


     A la hora de poner la mesa, no encontré flores para adornar que no fueran silvestres y, incluso estas, quedaron escasas con las prisas. 



     Preparamos siempre una fuente con carnes, otra con vegetales y no podían faltar las aceitunas griegas... Eran grandes. 



     Empezamos con la plancha, que es un desorden y no hay manera de hacer fotos decentes. Las pitas se humedecen antes. Quizás quedan mejor en el horno pero nos da un poco igual. De hortalizas sólo pusimos champiñones y tomatitos. No quisimos pensar más. A lo rápido. 


     También pusimos algún queso, nos encanta. Se funde y se pone la plancha perdida pero nos da igual. No pueden faltar pimienta y tomillo, un chorro de aceite y sal al gusto de cada comensal. 



     Después fuimos rellenando las pitas que, afortunadamente, no sabían a cilantro. Ya os he comentado alguna vez que no nos gusta demasiado. Cada uno la rellena a su gusto particular. 



     No puede faltar una cerveza, unas hojas de ensalada y alguna salsa para los jóvenes. Nos apeteció hacer un par de entrecôtes, que no son baratos pero salen ricos y tiernos, también panceta fresca. Estas cosas las compramos aparte. Es un tipo de comida que nos encanta. Relajados, sin prisa y comiendo cada cual a su manera. Os animo a hacerlo, ya sea al aire libre, en una terraza o en la cocina. Estas planchas o raclettes son muy entretenidas, pones al invitado a cocinar y encima se queda encantado porque sólo toma lo que le gusta. Me gustaría tener mejores fotos pero es una comida complicada de fotografiar, bastante caótica. Hay quien la hace de pescado (a mí me gusta menos) y se improvisa en un ratito. Os deseo a todos feliz semana. 


viernes, 17 de julio de 2015

Tontería de queso y hojaldre II

   

  Hice de nuevo este aperitivo para la comida del domingo. Esta vez, como a alguno no le convenció lo de la mermelada, preparé una cebolla caramelizada. Para ser exactos una cebolleta. Ya sabéis: Las cebolletas son para el verano. Voy a explicaros lo que hice "que bien lo veis", así que comienzo con los ingredientes:

Una lámina redonda de hojaldre
Un queso camembert o brie
Un poco de bacon o jamón cocido
Cebolla confitada
Huevo batido
Sal en escamas y pimienta



   Para hacer esta receta no hay que tener ninguna experiencia cocineril. Si queréis, incluso podéis comprar la cebolla caramelizada (pimiento o tomate también me gustan). Pero, por si queréis hacerla, os pongo cómo:

   Cebolla caramelizada:
Una cebolla o cebolleta grande, cortada en trocitos, la ponemos a dorar en dos cucharadas de aceite de oliva a fuego moderado. Cuando empieza a ponerse transparente, añadimos: sal y pimienta, dos o tres cucharadas de azúcar y una cucharada de vinagre. Dejamos hacer una media hora a fuego muy suave. Queda la mar de rica para tomar con quesos, patés, o lo que se os ocurra. Se puede hacer también con cebolla morada y queda muy mona. Lista la cebolla.



   Entonces... ponemos el bacon o jamón cocido. A mi marido le dio por añadir un poco de bacon picado. Sobre el queso ponemos la cebolla caramelizada. La cantidad que os parezca. Y nos ponemos ya a cortar la masa y doblar sobre el queso. Aunque no seamos muy artistas, el hojaldre es muy agradecido una vez dorado.



  Pintamos con huevo batido y espolvoreamos con la pimienta y la sal en escamas. Sencillo.



   Llevamos al horno, alrededor de 200º, hasta que esté bien dorado. Mejor que no se queme (a mí me faltó poco).


 
   Ya sólo queda cortarlo y comerlo. Ya veréis qué bueno está. ¿Ligero? De ligero nada, pero es delicioso y sencillísimo, aparte de barato porque no hace falta comprar un queso extraordinariamente bueno. Os animo a hacerlo porque esta "de rechupete". Todos dijeron que más rico así que con mermelada. A mí estas canfurnadas gordochas me encantan... ¡Qué tormento! Os deseo muy buenos días a todos.


viernes, 15 de mayo de 2015

Tontería agridulce de queso y hojaldre




     Ayer tenía un plato único y me apeteció hacer un aperitivo. Por supuesto, no es ligero ni cosa parecida pero a mí me encantó. Es agridulce porque lleva mermelada. La idea me la dio Celia que tiene un blog maravilloso y muy divertido, Una abogada en la cocina, que os aconsejo visitar. Ya sabéis que en la cocina, en la literatura y en todas las artes, de unas ideas salen otras y todo sirve de inspiración. Tenía en casa masa de hojaldre y, cuando fui a hacer la compra, me acordé de su receta y compre un camembert de lo más baratito. A ver qué os parece la receta y después os comento más opciones.



     Para hacer esta tontería necesitamos:
Una plancha de masa de hojaldre
Dos o tres lonchas de jamón serrano
Un queso camembert
Mermelada al gusto
Huevo batido, sal y pimienta




    Veis de qué manera colocamos todo, no puede ser más sencillo. Aquí podemos jugar con los sabores: cambiar el jamón por bacon o pimientos del piquillo,... Utilizar una mermelada diferente -yo la puse de albaricoque- escogiendo, por ejemplo, una de tomate o pimientos le daríamos un toque más moderno y menos dulce,... O poner un chutney... Al gusto del consumidor. 



     Hacemos los cortes y después vamos poniendo las tiras como veis en la foto. Muy sencillo. Se podría acabar más bonita la parte de arriba, o tapar con un "floripondio" de masa, o bien poner una ramita de grosellas para disimular si no ha quedado demasiado bien. Lo que se os ocurra. Pintamos con huevo batido y salpimentamos. Mandamos al horno a 200-225º unos 15-20 minutos, según el horno. A lo mejor en un horno nuevo tarda menos, en todo caso, debe quedar dorada la tontería. Yo diría que un poquito más de lo que la he hecho yo.



     Al cortar, el queso está fundido y cremoso, los sabores se mezclan y, creo yo, es de lo más agradable al tacto y delicioso para el paladar. Siempre y cuando gusten los sabores agridulces, claro. En casa nos ha gustado mucho a todos salvo a uno de mis hijos que lo ha encontrado un poco dulce de más... Bueno, cada uno tiene su gusto, hay que respetarlo. A mí me entusiasmó y no tomé más porque no debo. Desde aquí le doy a Celia las gracias por servirme de inspiración. Buenos días a todos.


martes, 23 de diciembre de 2014

Pollo al roquefort



     La receta de hoy (que hice ayer) no es navideña. Es un pollo que les encanta a mis hijos y, como siempre, se puede hacer con otros tipos de carne variando los tiempos de cocción. El pollo tiene la ventaja de ser rápido, por eso suelo hacerlo. Por eso y porque nos gusta, es barato,... 

     Lo que hacemos es dorar el pollo en trozos. Bien dorado. Añado una cebolla en tiras, unos champiñones en láminas y, ayer, un poco de zanahoria rallada por la sencilla razón de que me había sobrado y quería acabarla. Todo bien doradito. El pollo con o sin hueso, grande o pequeño... Según lo que tengáis u os apetezca. Yo hice contramuslos deshuesados cortados al medio. Como siempre a carreras. 
   

     Dejamos hacer un ratito y salpimentamos. Echar la sal al principio no suele ser buena idea porque la carne suelta el jugo y deja de dorarse. Por eso esperamos a que todo esté dorado. Dejamos hervir unos minutos e incorporamos 200 ml de nata líquida. La de cocinar, ya sabéis. Cuando hierve añadimos 50 grs de queso roquefort (podéis poner queso azul o cabrales pero recordad cambiar el nombre a la receta). El queso, en trocitos, se disuelve en la salsa y ya tenemos nuestro pollo al queso. Sí, ya sé que todos sabemos hacerlo pero es lo que mi hijo me pidió ayer para comer y todavía no he cocinado nada para el día de Navidad.
Como tenía una crema de hortalizas y no quería freír patatas, hicimos un puré de patatas de sobre. También me gusta esta receta con un arroz en blanco. Es contundente así que, si estáis a dieta, no os molestéis en leerla porque es muy rica. Buenas tardes a todos.




     Deciros que intentaré publicar mañana el Portal de Galletas sobre brownie pero no puedo prometerlo. Espero que me dé tiempo. También os adelanto que mi menú de Navidad consistirá más o menos en: Consomé con tropezones, langostinos al horno, algún ave a la naranja (probablemente pavita) con guarnición de setas y cebollitas, embutidos y... Alguna cosilla más que se nos ocurra. Con esto os adelanto que no son recetas nuevas ni complicadas porque estos días son agotadores. Espero tener mañana un ratito para felicitaros a todos. Gracias por seguirme y disculpad que no tenga novedades. En cuanto haga algo nuevo os lo pongo. 


miércoles, 22 de octubre de 2014

El Cebreiro




     Esta entrada se podría llamar también: EL CAMINO FRANCÉS, EL QUESO DEL CEBREIRO Y 200.000 ENTRADAS. Sé que hace días que no publico y no he dado las gracias por ese número redondo e impresionante. La razón es que el fin de semana he estado fuera y el viernes no pude encender el ordenador por la tarde. Los amigos me avisaron con mucho cariño de la llegada a 200.000 visitas. Tengo unos amigos estupendos que se alegran de mis éxitos.

     Lo que he hecho el fin de semana ha sido comenzar el Camino Francés. ¿Desde donde? Pues desde El Cebreiro, nada más y nada menos. El Cebreiro es un pueblo precioso en medio de las montañas. Nunca había estado (parece mentira) y me gustó muchísimo. Como hice algunas fotos ilustraré la entrada con imágenes para que os hagáis una idea. 



    Ya en la edad media había en el Cebreiro un refugio de peregrinos. Hay una iglesia preciosa, Santa María la Real, con una torre-porche de losa de pizarra. tiene tres naves y un baptisterio. Allí están las reliquias de un milagro sucedido en el siglo XIV. El Caliz se puede ver en una capilla lateral, la capilla del Santísimo. Es una iglesia muy sencilla pero muy bonita. Está llena de peregrinos. Unos rezan, otros sacan fotos y algunos, los más, hacen ambas cosas.



     Si algo impresiona del Cebreiro, además de su belleza, es la cantidad de peregrinos que hay. En esto, no se puede comparar con el Camino Inglés. En esta ocasión conocimos a otros peregrinos de diferentes nacionalidades, también españoles. Todo el Camino está indicado con flechas amarillas. No puedes perderte. Esto se lo debemos a un antiguo párroco de O Cebreiro, Elías Valiña. 

     La arquitectura del pueblo es tradicional. Encontramos las famosas "pallozas" que nos recuerdan a los castros celtas. Una de ellas es un museo etnográfico. Cuando ves cómo vivían, lo duro que debía de ser, también piensas cuánto más sencillas eran aquellas vidas sin tantos cachivaches que almacenamos nosotros en nuestras casas. 


     Me queda comentar el QUESO. Había oído hablar de el pero nunca había tomado queso del Cebreiro. Qué cosa más rica. Es blanco como un champiñón, muy fresco y con una textura tierna, casi como el requesón pero más delicado... Lo suelen servir con miel. Me ha parecido un manjar.



     Hoy me quedo en el Cebreiro. Otro día os comentaré las dos etapas que hicimos: El Cebreiro-Triacastela y Triacastela-Sarria. Las dos muy bonitas y agotadoras. Buenos días a todos y gracias por todas esas visitas. 


lunes, 21 de abril de 2014

Provolone al horno



    Lo primero, felicitaros la Pascua a todos. Los cristianos celebramos la Pascua de Resurrección. La fiesta más importante, que da sentido a todo. Aunque coincide en el tiempo, es distinta de la Pascua Judía. Pero de eso ya habrá tiempo de hablar... 

     Como aún me siento un poco "de vacaciones" porque en Ferrol hoy es festivo, os traigo una receta muy facilita que hice el otro día para cenar, entre otras larpeiradas. Y me veo en la tesitura de añadir la etiqueta "Quesos"... Bueno, ya iré poniendo más. 

     El provolone: "Provolone Val Padana" es un queso originario del sur de Italia. Hoy se produce principalmente en el norte (Piamonte, lombardía y Véneto), pero al parecer fue creado por la familia Visani en Daruta, el el centro de Italia. Es un queso que aparece en el siglo XIX. Se comercializa también en Estados Unidos y en Argentina y Uruguay donde se llama "provoleta" y se suele tomar con el churrasco (¡qué rico!). Esto es un resumen que he mirado... Ya os imagináis y no comprendo cómo puede ser originario del sur y del centro a la vez. Un desorden...

     Esta forma de hacerlo, al horno y con tomate ha sido una idea que me ha dado mi amiga Isa. Yo antes lo hacía distinto pero me gusta mucho más así. Como sabéis, el provolone al calentarse se funde totalmente. Lo que hacemos es: Primero comprarlo: una loncha gordita que puede venir envasada o bien se compra en el super y te lo cortan como quieras; En un plato o cazuelita que pueda ir al horno (metal, barro, porcelana especial) ponemos dos o tres cucharadas de tomate frito, colocamos encima el queso y espolvoreamos con orégano al gusto. 

 Solo queda meterlo en el horno caliente a 220º y dejar que se funda y se dore un poco por arriba. Se puede tomar con pan, acompañando otros platos o, como en este caso, con nachos. Una idea que se me ocurrió sobre la marcha porque también había guacamole. Podéis dorar los últimos minutos los nachos pero cuidado que se queman enseguida. 

     Ya veis que tontería. Al tomarlo... pues es un poco como la fondue de queso de "Astérix en Helvecia", pero muy rico, sobre todo para niños y gente joven que les suele encantar el queso fundido.   


sábado, 28 de diciembre de 2013

Flor de pan y queso





     Me he acordado de esta receta, que no es mía, y que hace más de un año que no hago. Aparece en muchos blogs. Es rica y fácil. Muy apropiada para un día de fiesta. Como aperitivo o en medio de una mesa con muchos platos, tipo buffet. Por eso os la pongo. Yo no la seguí al pie de la letra, porque como dice mi marido: soy "agitadora de masas" y me gusta poner la harina a mi gusto. Os aconsejo seguir la receta si no tenéis costumbre de hacer masas a ojo. Con la cantidad de la receta de la termomix podréis hacer dos flores, creo yo. Dependerá también de cuánto pan queráis alrededor del queso y de si el queso es más o menos grande. Es realmente rica y vistosa. Si no entendéis mis explicaciones, os aconsejo consultar algún otro blog que tenga más fotos. Yo tenía éstas en el baúl de los recuerdos y faltan los cortes del medio para que la explicación sea más clara. Podéis hacerlo por el "método directo" amasar todo junto con las varillas (el queso no). Hacéis una bola y dejáis doblar de tamaño, lo que tarde, y ya montáis la flor. De verdad que no es nada complicado. 

Flor de pan y queso:
375gr de leche
25gr levadura prensada
10gr de azúcar
25gr de mantequilla
600gr de harina
10gr de sal


1 queso camembert


Estas son las medidas para la thermomix. Yo he hecho 250grs de leche y he puesto la harina a ojo, algo menos de 400 grs. El pan quedó con una miga finísima, se ve un poco el bollo... lo dejé levar tres veces, la primera mezcla con la mitad de la harina, la masa ya hecha y la flor ya formada. Creció tanto que perdió un poco de hechura pero estaba tiernísimo.





En cualquier blog de cocina sale la explicación con fotos (como os he dicho). Yo hice cinco bolas: una para envolver el queso, las otras cuatro para formar cuatro círculos, con el rodillo, que se pintan con mantequilla (yo puse aceite) para que no se peguen y se ponen uno encima de otro. Esos círculos los cortamos en forma de cruz, de dentro a fuera sin llegar al borde, levantamos y giramos esos picos, ocho hice yo, y les dais esos giros como os gusten. Ponéis en el centro el brie dentro del hueco que nos queda al girar los picos, como veis en la foto de arriba, más o menos como os guste. Con las manos salpicáis con agua y harina. Dejáis reposar un ratito. Al horno a 180º unos 25m. Si hace falta, subid
 un poco la temperatura para que se dore al final (yo lo hice). Ya sabéis que cada horno es distinto. Muy rico y no se mancha la mesa de migas como la bolla de queso.




     Como veis, al poner menos proporción de harina, ha quedado más esponjoso, más rústico de aspecto. Una delicia de pan. Pero la receta, tal cual, también es muy rica.



     Se me olvidaba
. Es para tomarlo recién hecho, con el queso caliente y fundido.