Esta tartita la he hecho (inventado) con una taza de arroz con leche. Tenía ganas de hacerla porque se me había metido en la cabeza que tenía que quedar rica.
Un tazón de arroz con leche meloso
Un huevo grande
Azúcar y canela
Para la base:
50 grs de galletas digestivas
50 grs de mantequilla
Media cucharilla de anís en grano
Podéis hacer el arroz con leche o comprarlo (yo creo que comprado serían dos terrinas individuales). Lo ideal es hacerlo con sobras. Si lo compráis, calculad que ocupe como una taza grande y que sea un arroz espeso y rico.
Mezclamos la yema de huevo con el arroz con leche frío. Añadimos las clara de huevo batida a punto de nieve firme y mezclamos suavemente con movimientos envolventes. Ponemos sobre la base que hacemos mezclando las galletas desmenuzadas con la mantequilla y el anís. Mientras vamos calentando el horno a 200º
Colocada la mezcla sobre la base de galletas, espolvoreamos con la mezcla de azúcar y canela (una cucharada grande de azúcar y una cucharilla de canela), y horneamos unos 20-22 minutos.
Éste es el aspecto que tiene, ya sin el papel que he usado para poder desmoldarla. Tened cuidado al quitar el papel porque es delicada. Es una tarta muy rica y muy ferrolana. Ideal para el día de San Julián, que es nuestro patrón. Espero que os guste. A nosotros nos ha encantado. Si queréis podéis hacer el doble, claro.
Ah, me olvidaba... Un buen truco es meter la mezcla de galletas y mantequilla un rato en la nevera. La mantequilla se enfría y queda más compacta la base. De esta forma, no se deshace cuando la cubrimos con el relleno de la tarta.
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