CUARTA ETAPA DEL CAMINO: MEANGOS-BRUMA
Hoy hemos salido algo tarde por causas ajenas a nuestra voluntad. Nos habíamos quedado en Meangos, junto a la iglesia de Santiago y allí comenzamos nuestro peregrinaje dominguero. El principio no fue demasiado duro. Es un camino bonito entre árboles. Hay castañas otra vez. Incluso vemos algunas setas: boletos y lepiotas. Lástima no tener ánimo de recoger nada. Paramos en la Iglesia de Leiro a comer. Tenemos suerte porque hay un sitio cubierto donde hay mesas y bancos. Llueve bastante. Después de comer continuamos bastante animados. Es relativamente llevadero.
Pero después nos sorprende el diluvio. Nos mojamos muchísimo y hace algo de fresco. Es complicado porque tienes algo de calor al caminar tanto, pero llevas los pantalones y los pies muy mojados. No sabes si abrigarte más porque frío no hace y cuando hay cuestas te sofocas muchísimo.
Cuando estamos un poco hartos de lluvia, encontramos "Casa Julia". Estamos en San Paio de Vilacoba. Creo que es un sitio estupendo para tomar cocido y otras comidas caseras. Nosotros nos conformamos con un café bien caliente. Nos invitan a filloas. Están haciendo cientos... Creo que éste es el sitio del que me habló mi amiga Marina. Además, sellamos nuestras compostelanas. La mía está empapada y un poco rota. Un vecino me advierte que nos espera una buena cuesta...
Entonces llegamos a la cuesta del día. Un monte. Es una subida horrible. Vamos subiendo y subiendo. Ganas de llorar... Es algo tremendo. Nunca se acaba. Es de las peores subidas de todo el Camino, y las ha habido tremendas. Afortunadamente, no hace calor ni llueve. Pero vamos mojados y empieza a oscurecer.
Por fin llegamos a arriba. Seguimos caminando y da la impresión de que damos vueltas y vueltas. Es una sensación de impotencia. Empiezas a dudar si llegarás a Bruma. Si Bruma existe... Hay algunas zonas feas, naves donde crían animales y huele fatal. Esa parte no es agradable y es muy solitaria. Da un poco de miedo que nos coja allí la noche. Esto de salir tarde es lo que tiene. No puede ser ahora que los días se acortan.
Pero seguimos, no se puede desfallecer. Dos de los nuestros se despistan y pasamos a vanguardia... Por una vez vamos a llegar antes las mujeres. Entonces, cuando ya hemos perdido la esperanza, empezamos a ver casas. Huele a vacas, a cocinas de leña,... Es un lugar agradable: Es Bruma. Lo hemos conseguido. Una cervecita, a buscar los coches y a casa.
Aquí veis la foto del albergue de Bruma. Incluso está el Pelegrín. Creo que nunca me he alegrado tanto de ver un albergue.
Siento no haber hecho mejores fotos pero con la lluvia es complicado. La semana que viene no haremos Camino, pero en cuanto lo retomemos, os sigo contando...
Ana, lo peor ya ha pasado. Ahora os esperan etapas mucho más llanas. Lo único es avisarte que después de Bruma, y casi nada más salir, hay dos bares y ya hasta Sigüeiro no hay nada de nada. Animo y buen camino.
ResponderEliminarGracias. Hay momentos muy duros pero nos lo pasamos muy bien y disfrutamos mucho. Creo que somos un grupo estupendo, nos ayudamos y animamos cuando es necesario. Es una gozada.
ResponderEliminarEs una experiencia increíble que yo recomiendo hacer a todo el mundo. Esta etapa es durísima, lo sé de buena tinta!!!
ResponderEliminarAnimo para la siguiente, lo que queda está chupao!!
Es verdad que se pasa muy bien. Es precioso el Camino y, sobre todo, hacerlo con amigos. Se refuerzan los lazos y todos estamos pendientes de los demás, de lo que necesitan. Estoy encantada con el grupo. Es gente estupenda. Gracias Silvia.
Eliminar¡Enhorabuena! Me está encantando este diario de viaje. Cuando acabes este tramo vas a tener que hacer otro.
ResponderEliminarGracias. Pues me alegro de que te guste. Estamos pensando que en primavera haremos otra marcha. Nos quedan las setas para noviembre y el año que viene en otoño, tal vez hagamos el Camino desde Sarria, o el portugués... Ya veremos.
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