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miércoles, 15 de octubre de 2014

Chipirones en su tinta



     El título no es muy "verdadero". La verdad es que la tinta no es de los chipirones sino unas bolsitas que venden de tinta congelada. Los chipirones no traen tinta, al menos los que yo compro. Por eso hay que comprarla aparte. En casa les gustan mucho estos guisos con tinta y no me cuesta nada añadirla. 

     Ingredientes:
Un kilo y medio de chipirones
Una cebolla grande
Un tomate grande
Un pimiento verde
Laurel
Dos bolsitas de tinta congelada
Una hoja de laurel
Vino blanco
Aceite y sal



     Empiezo, como siempre, dorando las hortalizas picadas en trocitos un poco al gusto. Si no os gusta encontrarlas, las picáis muy menuditas. Yo simplemente las corto en trocitos porque me gustan las hortalizas y no me molestan. El tomate lo pelo antes con un pelador. Doramos en aceite de oliva virgen. Dos o tres cucharadas. Es un guiso sabroso y vale la pena usar un buen aceite. Salamos ligeramente.



     Tengo la bendita suerte de que los chipirones me los limpian en el supermercado ¡gracias! Así que sólo tengo que cortarlos, lavarlos y escurrirlos. Una vez hecho esto, los añado a las hortalizas doraditas junto con una hoja de laurel a fuego vivo. Los chipirones, que parecen muchos, encogen y sueltan mucha agua. En este sentido, decidís vosotros si queréis añadir o no una copita de vino blanco. Yo no suelo añadirla porque me parece bastante con el líquido que sueltan. En todo caso, añadís un vino gallego o un blanco "sin personalidad ninguna". 



     Incorporamos también la tinta. Cortamos las bolsitas con una tijera y al guiso (sólo la tinta ¡las bolsitas no! :D ). Los dejamos hervir a fuego lento con la tapa puesta unos 30 minutos o hasta que los chipirones estén tiernos. Depende un poco de la calidad. NO suelen necesitar mucha sal. Probadlos y decidís si queréis añadir sal o con la pizca de las hortalizas les llega.



      Ya veis que es un guiso muy fácil. No son unos clásicos "calamares en su tinta". Los chipirones son muy baratos y en casa los prefieren a los calamares. Eso para gustos. Podríais añadir un ajito al guiso. Como lo pongo en el arroz en blanco, ya no lo pongo en el guiso. Manías que tiene una pero le va bien. La presentación es un clásico. Mojáis y escurrís  un tazón y llenáis con el arroz en blanco y volcáis.


      O, al revés, ponéis el arroz en un molde de corona y los chipirones dentro. Sobrará salsa. Se puede poner en una salsera. O también podéis presentar cada cosa en una fuente por separado, claro. Con la salsa y los tropezones que sobraron hice unas croquetas que os pondré otro día. Me gustaron muchísimo. Nunca las había hecho en casa... Pero esa es otra historia.






2 comentarios:

  1. Me encantan, son una delicia... vas a tener que ofrecer menús degustación con el precio cerrado ;)

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