Si os vuelvo a poner esta receta es por varias razones: La primera es que está mejor explicada y con imágenes; la segunda, que he puesto una masa de galletas de nata y es, por tanto, algo distinta.
Para hacer la masa mezclamos: 100 ml de nata, media taza de azúcar y cuarto de taza de aceite de girasol; después vamos añadiendo harina hasta formar una masa que se deje amasar; tierna pero con cuerpo. La dejamos reposar una media hora en la nevera.
El relleno: Un trozo de calabaza cocida de 200 grs (aproximadamente), 100 ml de nata, un par de huevos, dos cucharadas de miel y dos de azúcar, pimienta y nuez moscada. Batimos.
Estiramos la masa y formamos la base. Yo la he rellenado directamente pero conviene pasarla unos diez minutos por el horno para que no esté del todo cruda. Ya sabéis, con garbanzos.
Una vez rellena, la hacemos a 200º unos 25-30 minutos, hasta que esté hecha y dorada.
Con la masa que sobra, hacemos unas galletas, con sésamo o anís (o lo que os guste). A mí las de anís me han encantado y me han recordado a las pastas de anís de Valdealgorfa. Para los alérgicos al huevo son unas galletas estupendas. Tengo que reconocer que me gusta más la masa quebrada normal para el pastel, pero como experimento no estuvo mal, es una masa muy rica y para los alérgicos es una buena opción.
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