Hoy viernes una entrada muy facilona: una mermeladita. Estas cosas las hago para aprovechar fruta así que no suelo hacer mucha cantidad. Además, soy algo aprensiva y prefiero hacer poca, tenerla en la nevera y consumirla pronto. Después vuelvo a hacer otra. Manías que tiene una. Lo bueno es que varío más.
Ingredientes:
Dos manzanas grandes
Dos limones
Azúcar
Un palo de canela
Piel de naranja
Un par de cucharadas de ron añejo
Lo que hago es pelar manzanas y limones y pesarlos. También les quitamos las pepitas, claro. Si la fruta pesa, por ejemplo 400 grs, pondremos entre 200 y 400 grs de azúcar. Yo he puesto 300 grs. Menos de la mitad no es suficiente azúcar para hacer mermelada (según he consultado). Le ponemos el azúcar encima a la fruta y dejamos reposar un poco en crudo. Después añadimos el resto de los ingredientes y ponemos a cocer a fuego medio. Mejor revolver con cuchara de madera.
¿Cuánto tiempo la dejamos hervir? Bueno, hasta que está hecha. Es broma. Como no es para conservar, en el momento que veamos que está a nuestro gusto, 30-40 minutos, la apagamos. Carmen le daba un hervor al día siguiente, un ratito. No sé si esto es muy científico pero yo también lo hago. Después la enfrío y la meto en la nevera. La vamos tomando al desayuno, con queso,... Y también tuve la tentación de hacer una tarta de masa quebrada con este relleno, cubierta de merengue. Porque como relleno tiene que estar buenísima: la suavidad de la manzana con la acidez del limón es una combinación muy rica. Lo que sí hice fue utilizarla en una bica. Ya os contaré más. ¡Feliz fin de semana!
Y el olvido de hoy: Lo normal es pasarla por el pasa-purés. Yo la he dejado tal cual, pero ya os digo que tiene alguna piel de limón (me refiero a la de los gajos). Eso decidís vosotros si la pasáis o no.
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