Ayer domingo me invitaron a cocinar con una peña de amigos. Nunca lo había hecho y estaba algo inquieta pero la cosa no salió mal, gracias a Dios. Una de las cosas que hice, a petición de los comensales, fue un rabo de ternera. Es algo que no había hecho prácticamente nunca. Bueno sí, una vez hace ¿mil años? Me daba un poco de agobio pero me lancé. ¿Por qué no? Lo primero que hay que hacer es comprar el rabo en una carnicería de confianza. Después, lo pasamos por harina y lo doramos intentando que coja color por todas partes con un poco de paciencia. Todo muy fácil.
Lo vamos pasando a un tartera y en el mismo aceite doramos: un par de puerros, una zanahoria, un nabo y un poquito de apio. Sí, sé que el apio y el nabo no los uso mucho pero hoy sí porque buscamos hacer algo distinto. Doramos hasta que cogen un color doradito y añadimos una cucharadita de harina que se dore también.
Entonces, los bañamos en un vaso de vino tinto (en mi caso Campo de Borja) y damos un hervor. Salpimentamos, añadimos romero y tomillo y: a la tartera con el rabo.
¿Cuánto tiene que hervir? Horas, es así. Un mínimo de tres no está mal porque tiene que quedar tiernísimo, totalmente hecho. Buscaré en internet el tiempo correspondiente en la olla a presión para que no sea tan largo...
No tengo más fotos del rabo estofado pero sí de el pulpo que hicieron mis amigos que estaba exquisito.
De una ternera guisada que hice con ayuda de mi marido y que yo creo que quedó estupenda. LLevaba falda sin hueso y jarrete, además de cebollitas, zanahorias, vino, brandy,...
Y de la queimada que vino después de la comida.
No sé si conocéis la queimada, en todo caso, os la cuento otro día porque no me la sé de memoria para nada.
Después de comer fuimos a ver la salida de un crucero que abandonaba Ferrol por la tarde. El crucero es una cosa pero nuestra ría... Es lo que hay que mirar (haciendo patria).
Desde Montefaro hay una de las vistas más bonitas de nuestro querido Ferroliño aunque las fotos no son nada del otro mundo.
El barco se va y nosotros nos quedamos aquí, qué remedio. Pero bueno, tenemos estos momentos que no nos los quita nadie. Y el rabo... pues les gustó muchísimo (y yo estaba aterrorizada de que no lo tomasen). No sé si alguien se atreverá a hacerlo pero la receta queda aquí y se puede aplicar a otras carnes.
Aquí os pongo también la foto de la bica que hice para el postre. Tengo que agradecer a mis amigos que me hayan mandado algunas de las fotos porque yo, en esta ocasión, no las hice todas. Mi cabeza no daba a más. Es la bica mixta (de trigo y maiz) que sale muy rica y está en el blog y yo creo que es fácil de hacer. Mi amiga Ana la hace muchos domingos. Muy buenos días a todos.
Me gusta todo: La comida, las vistas y el plan. Yo el rabo lo hago muy parecido y, efectivamente, lo dejo tres horas al fuego.
ResponderEliminarUna entrada muy divertida.
Gracias Brandoni. Yo, la verdad, el rabo apenas lo probé pero dijeron que estaba delicioso. Tendré que volver a hacerlo. Un saludo.
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