Hoy una receta muy sencilla con todo lo que encontré en la nevera. A mis hijos les ha gustado tanto que la comparto. A ver si a vosotros también.
Ingredientes:
Dos solomillos de pavo
Un solomillo de cerdo
Sal y pimienta
Harina
Un puerro o una cebolla
Un tazón de salsa de tomate
Dos guindillas
Agua o vino blanco
Bueno, la explicación es bien fácil. Salpimentamos la carne y la pasamos por harina (muy ligeramente). Yo he cortado "tarugos" grandes, eso a vuestro gusto. En una tartera doramos la carne y el puerro cortado en tiras (si preferís usáis cebolla, ya os digo que yo estaba usando restos). Añadimos un par de guindillas (esto es opcional). Incorporamos el tomate y llevamos a ebullición. Bajamos el fuego y tapamos. Dejamos hervir suavemente unos 25 minutos. Probamos de sal y listo.
La carne, cuando empieza a hervir suelta jugo que da sabor a la salsa y queda muy rica. Si queréis más cantidad de salsa, podéis añadir medio vaso de agua o de vino, pero si tenéis un buen tazón de salsa de tomate casera, probablemente no os hará falta añadir nada.
He acompañado el plato con un arroz en blanco hecho con ajitos y bacon en cuadraditos. A mí me gustó más el pavo pero según mis hijos las dos carnes estaban muy ricas. La salsa la podéis batir, nosotros la hemos tomado tal cual pero no somos nada "rallantes". Creo que no queda nada por decir. Bueno sí, esta semana he tenido unas cuantas visitas desde Japón, no suelen visitarme mucho desde allí así que les mando un saludo. Muchas gracias.
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