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jueves, 27 de octubre de 2016

Osobuco de cerdo


     Que vaya por delante que yo creo que el ossobuco debe ser de ternera. Es un corte del jarrete. Osso buco significa hueso hueco. Lo rico que tiene el de ternera es que lleva el tuétano, a mí me encanta. Mi marido me trajo este corte de cerdo y lo guisé y quedó tan rico que prometí a mi amiga Ana subirlo. Por fin he conseguido hermanar al blog y a mi cámara de fotos (los hijos que son muy listos). Bien, es un guiso sencillo con lo de siempre pero quedó delicioso. Ahora a ver si recuerdo todos los ingredientes:

Carne para guisar
Cebolla roja
Zanahoria
Un par de tomates pelados
Aceite
Sal y pimienta
Vino blanco para guisar
(Tomillo)

     Cuando empecé a dorar la carne en aceite caliente pensé que era un ossobuco muy raro. También había un par de trozos de ternera sin hueso. Fue mi marido quien me sacó de dudas al decirme que era pata de cerdo... ¡Acabáramos! Pero no importa, quedó barbaro. Vamos dorando la carne en aceite caliente y entre los trozos colamos una cebolla roja grandota (o dos medianas), una zanahoria, y un par de tomates. Con calma, moviendo para que todo se vaya pochando bien. Que coja colorcito.

     Yo no suelo poner tomate en estos guisos de carne pero le dio un toque riquísimo a la salsa. Casi ni se ve por la larga cocción pero estaba la salsa sabrosísima. Es lo típico, que hay en la nevera unos tomates que se van a perder...

     A continuación salpimentamos y añadimos un buen vaso de vino para guisar. Que preferís el toque cervecero... vale. La cosa es que hay que mojar el guiso. El tomillo, si os gusta, os lo aconsejo porque va muy bien con las carnes. La nuez moscada tampoco iría mal. Dejamos hervir a fuego suave hasta que la carne esté totalmente tierna. Una hora y, si hace falta un poco más, pues también. 



     Nos queda un guiso tradicional, rico-riquísimo al que añadimos unas patatas fritas en freidora que pondremos en la salsa unos minutos y quedan exquisitas. Se me acaban los adjetivos "deliciosos". Bueno, pues ya veis que cosa tan sencilla, un estofado normal y corriente que quedó... apetitoso. Todos lo dijimos. 



     Esta semana que viene tengo intención de hacer otro ossobuco -esta vez de ternera- guisado con pimientos tricolore que pienso que estará delicioso. Ya os contaré. Y como hace tiempo que no os veo, os dejo unas rosas que me regalaron este verano y eran una perfección. Se me hace raro publicar menos y al mismo tiempo, lo confieso, es un alivio no estar tan pendiente del blog. ¡Hay tanto que hacer en la vida! de momento me ha dado por leer bastante. Gracias de nuevo por seguirme y buenas tardes a todos.


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