Parece que vuelve el sol después de una semana de lluvias... ¡Otra vez a cuidarse! Esta cremita no es que sea la gran maravilla pero es muy agradable. Un paso antes de la sopa "milagrosa" de apio y repollo. Muy fácil de hacer y ligerita.
Ingredientes:
Una cebolla grandota
Un pimiento de freír grande
Una lata pequeña de tomate triturado
Dos cucharadas de aceite, una pizca de sal
agua y una pastilla de caldo
La cebolla no la incluyo en el título pero la suelo poner en todas las cremas de verduras y hortalizas. Me parece que les aporta finura y sabor... Aunque en la tele digan lo contrario. Lo primero que hago es pochar cebolla y pimiento en el aceite a fuego medio con la pizca de sal. Cuando están blanditos, incorporo la lata de tomate y dejo hervir lentamente unos 15 minutos. Cuidado con el tomate que le encanta salpicar. Transcurrido ese tiempo añadimos el agua, la medida de dos latas de tomate para esta cantidad. También ponemos la pastilla de caldo de pollo. Dejamos que pasen unos 10-12 minutos a fuego lento y apagamos. Ya podemos batir. Que quede una crema bien fina. Podemos tomarla tal cual o adornarla con lo que os guste y os parezca bien. Yo he puesto el espárrago porque era lo que tenía a mano. Muy rica con tostadas de pan con ajo y aceite pero me temo que esta opción no es ligera.
Se puede tener en la nevera varios días y, si la tomamos de entrante, nos llenará un poco aportando muy pocas calorías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario